Subí por el elevador mientras me acomodaba la ropa, se me había arrugado después del corto viaje en autobús.
Miré la hora en mi celular: 6:47 am, justo a tiempo.
Llegué a la puerta y toqué, no me atreví a usar mi llave, no sabía que era lo que podía encontrar del otro lado.
Un ruido me sacó de mis pensamientos, alguien venía hacia la puerta. Me acomodé un poco mi cola de caballo y sostuve el café con ambas manos.
Su cara somnolienta apareció frente a mí, cuando terminó de frotarse los ojos y me vió, estos mismos se abrieron enormes, estaba sorprendido de verme.
—Buenos días.
Dije pasando por su lado, silencio total.
—Aquí está tu café, lo pedí sin azúcar porque estuviste comiendo muy mal estos días, aquí está un muffin de zanahoria.
Le entregué una bolsa de papel y caminé hacia la barra de la cocina.
Dejé mi bolso sobre la misma y saqué el iPad.
—¿Si?
Pregunté alzando la vista, al notar que me veía sin decir una palabra y con lo que le había entregado aún en las manos.
—¿Qué haces aquí?
No sonaba agresivo ni molesto, estaba asombrado y lo entendía, hasta cierto punto.
—Tengo que pedir los tacos que usarás para la sesión de fotos del jueves, es a las 4 pm. Por cierto, ¿qué talla de tacos usas?
—Juli...eta, sabes a lo que me refiero.
No lo corregí, si quería llamarme Julieta, perfecto.
—Estoy trabajando y tú deberías hacer lo mismo, tu entrenamiento es en una hora y ni siquiera te has duchado.
Lo miré con una ceja alzada y volví mi vista a la pantalla.
—No sabía que seguirías viniendo.
—¿Y qué pensaste? Es mi trabajo.
Quería sonar tranquila y lo estaba consiguiendo, pero así no era para nada como me sentía justo ahora.
—No tienes que hacerlo, de verdad, sé que es incómodo.
—Es incómodo que me mires desde ahí mientras trabajo, eso sí. Ahora por favor déjame terminar de enviar los correos que me hacen falta, que tengo que conseguirle a mi jefe unos tacos.
Él se dió la vuelta lentamente y caminó hacia la puerta, cuando llegó ahí, volteó a verme.
—Gracias por el muffin.
—Eres un deportista de élite, tengo que cuidarte.
Suspiró profundamente mientras dejaba caer todo el peso de su cabeza hacia enfrente.
Estos días serían muy, muy largos.
--------
—Hola, que sorpresa verte aquí.
Brian abrió sus brazos y yo caminé hacia él para darle un abrazo.
Tenía dos semanas ya que había pasado todo el asunto con Israel y hoy era el primer día desde entonces, que venía a Coapa.
Él y yo apenas y nos dirigíamos la palabra y cuando lo hacíamos, era estrictamente por asuntos de trabajo.
No pensaba dejar mi trabajo y menos cuando no me tragaba todas esas mentiras que me había dicho en la cafetería.
ESTÁS LEYENDO
Aprender a soñar. ||Israel Reyes||
FanfictionIsrael es un futbolista profesional, jugador de uno de los mejores equipos del país. Julieta es una mesera en el pequeño restaurante de sus abuelos. Israel es mimado. Julieta se ha tenido que ganar todo con el sudor de su frente. Israel está enamora...