Cuando la obra terminó el público los ovacionó de píe y cuando fue el turno de Valentín en hacer su reverencia, recibió flores y flores, muchos vitoreos adulando su presentación con "bravos". Todo lo que él siempre había deseado, su razón de ser en el mundo de la danza, y, sin embargo, todo eso se sentía vacío.
Le costó su corazón, le costó romper el de su compañero...
Él pensaba que iba a sentir una euforia, una alegría inimaginable, pero una presión en su pecho y la culpa no le permitían disfrutar de ello, le decían que no merecía hacerlo.
Entonces Fede apareció para dar su reverencia al público junto con su compañera que había interpretado al cisne blanco, estaba bastante rígido, él podía notar la falsa sonrisa que estaba poniendo y al mismo tiempo le asombraba su profesionalismo. No esperaba menos, si él era el bailarín perfecto.
Una ronda de aplausos se escuchó por el teatro que se acrecentó cuando apareció el recompositor coreografico y director de la puesta, a quien una de las bailarinas le entregó un gran ramo de flores. Entre todo el elenco dieron una reverencia final al público antes de que bajara el telón.
Habiéndose terminado la última fecha y quedando todos en el escenario, se dieron un pequeño aplauso y Pablo les dedicó un par de palabras, agradeciendo su participación y el esfuerzo que han tenido esas semanas. Después de dar ese mini discurso liberó a los bailarines a los camarines, pero le informó a Valentín y a Federico, junto a otro par de bailarinas que después quería hablar con ellos.
Mientras salían por los bastidores a los camerinos para cambiarse, Fede lo detuvo en medio del pasillo, dejando que los demás avancen hasta que quedaron los dos solos. Valentín alzó su mirada a su compañero y éste evitó sus ojos mirando al piso.
—Valen, respondeme con sinceridad, ¿Por qué lo hiciste? —Preguntó en voz baja. —¿Qué significa lo de hace rato? Porque ya no te entiendo.
—Perdón, Fede, yo...
—No te estoy pidiendo eso, quiero saber porqué lo hiciste —Le cortó pasando su mano libre sobre su rostro, la otra tenía un ramo de flores que le habían entregado en el escenario. —¿Fue otro truco para trabajar el personaje?
—No fue otro truco —Negó de inmediato. —No fue así.
—¿Entonces? —Fede dio un paso acercándose a él. —Si no fue otro truco, ¿Qué fue?
Ni él sabía que le ocurrió, su propia cabeza le jugó en contra y entró en un tipo de limbo metiéndose demasiado en personaje, mezclando la fantasía de la obra y sus deseos de cosas imposibles. No había sido él, pero tampoco podía decir eso.
—No sé —Murmuró avergonzado, bajando su mirada a sus manos. —Me dejé llevar por el personaje, no estaba pensando.
Tras un silencio en el que solo se escuchaban los murmullos de las instalaciones y el elenco, Federico soltó una risa amarga y negó con su cabeza.
—Nada fue real... —Valentín lo miraba con culpa, el más alto llevó su mano a acunar el rostro pecoso, pero sin dejar alguna caricia. —Por un momento yo pensé... me lo debí haber imaginado, igual. ¿No?
—Fede...
—Bueno, felicidades, Valen. Hiciste una fascinante interpretación.
Le dejó el ramo de flores entre las manos del pelirrojo y emprendió camino a los camerinos, dejándolo solo en el pasillo viendo los claveles rojos.
Dentro del camarín, cada uno de sus compañeros fingieron ignorar la clara tensión que vinculaba a los dos bailarines. Rápido se cambió y cada tanto buscaba con la mirada al principito para ver cómo se encontraba, al mismo tiempo que meditaba si volver a pedirle perdón o no, seguramente lo iba a tomar de pesado.
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puntillas de pie a tu corazón {gialen}
FanficValentin es un bailarín de ballet que no espera terminar el colegio para dedicarse a full con su profesión, Agustín es el delegado de su curso cuyo trato con la directora lo obliga a tener a su curso en orden. 2do libro del universo Zapateos y otros...