quince. la aparición de Odile

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—¿Entonces quiénes se van a encargar de la cuenta de IG? —Preguntó Agustín al frente, anotando todo en su cuaderno personal. Era peculiar ese cuaderno, forrado de cuero con varios dibujos en corrector en ambas solapas, muchos eran surrealistas que a Valentín le generaba mucha curiosidad. Otra cosa que le generaba intriga era saber sobre lo que tenía escrito o dibujado en las más de tres cuartos de las páginas que ya había utilizado.

Estaban en otra reunión de curso aprovechando la tardanza de un profesor, todavía era muy temprano cualquiera, especialmente para el Colorado recostado sobre su mochila apenas distinguiendo la figura de Agustín sumido en su rol de delegado.

—Nosotras —Levantaron la mano un par de la milis al fondo del aula. —Hasta ya tenemos el nombre y queríamos que el primer posteo sea algo con la presentación de la promo con la exhibición mostrando a cada uno.

—Me parece bien —Anotó Agustín. —¿Al final hacemos un número final todos juntos con la exhibición? Me preguntó la profe para ver si unimos cada sección.

Otro barullo se escuchó fuerte en el aula, suficiente para que Valentín escondiera su cara en la mochila e intentara dormir. Realmente le daba igual lo que hablasen o qué decidieron, a él le importaba escuchar la voz de Agustín.

Hablaban de hacer una coreo chiquita para unir los grupos de deporte; los que hacen básquet, fútbol y hockey apareciendo para hacer algunos truquitos, el grupo de gimnasia artística haciendo sus piruetas y finalmente los de vóley junto con los de rugby mostrando sus habilidades. No entiende bien como decían organizarse, pero la intervención del delegado le hizo pispear un poquito más.

Se lamentaba no haber podido animarse a decir lo que realmente sentía cuando tuvo la oportunidad, pero también pensaba en que tenía al lado a la abuela y tampoco se habría podido lanzar así nomás.

Le había caído bien la abuela de Agus, hasta le había obligado a que le preste un buzo para volverse. Valoraba mucho que también se preocupara por él e inconscientemente le haya ayudado un poquito con su nieto diciéndole que lo había aceptado.

Tal vez debería invitarla a uno de sus shows de regalo, también debería invitarlo a Agus si es que eso le ayudaba para que se fije en él de otra manera.

—Disculpen, se encuentra el profe Mar... ¿Agustín? —El chico en la puerta del curso parecía que había visto un fantasma, estaba pálido sosteniendo varias hojas. —Busco a la profe Martinez.

—¿Elían? —Pudo escuchar decir a Agustín, entonces ese era el famoso chico de sexto que lo volvía tan nervioso... —Eh, el prece Cuti dijo que tuvo una demora. Todavía no llegó.

El chico con mechitas platinadas, las cuales no sabe cómo se las dejaron pasar y de las cuales podría quejarse porque él en el turno mañana le hicieron lío adjudicando que su tono de pelo no parecía natural, asintió mientras veía con casi pánico a Agustín acercándose a él.

¿Debería intervenir? Podría hacerlo alegando que también lo conocía de Ballet -aunque realmente le había prestado poca y nada de atención- y saludarlo.

—Si son prácticos se lo puedo alcanzar cuando llegue —Ofreció Agustín desde la puerta, Valentín apenas podía distinguir bien lo que decía.

Sí, debería ir a saludar a su colega.

Se levantó de su banco y se dirigió a la puerta del curso, ignorando a todas las miradas expectantes de sus movimientos.

—Al final no eras de sexto —Dijo Agustín, luego miró lo que había escrito en las hojas de carpeta. —Sos menor que yo, de cuarto.

puntillas de pie a tu corazón {gialen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora