The Bodyguard (Clexa)

Capítulo 22

Clarke se encontró corriendo a toda velocidad, no sabía dónde estaba ni hacia dónde corría, pero la angustia no la dejaba razonar con claridad. Lo único que recordaba era haberse quedado dormida en el hospital y luego nada. 

"¿Cómo diablos es posible?", seguía preguntándose como si fuera un bucle en su cabeza. 

Por un momento, el pensamiento de detenerse pasó por su mente, pero un ruido a sus espaldas la hizo desistir. Miró hacia atrás y no vio nada, pero estaba tan oscuro que le costaba ver dónde poner los pies. Cuanto más corría, más le parecía estar siempre en el mismo bosque del tiroteo. Tropezó con algo y cayó al suelo, intentó levantarse, pero apenas lo hizo, alguien la agarró por detrás, rodeándole el cuello con un brazo. Estaba jadeando, trató de liberarse, pero el agarre era demasiado fuerte, intentó gritar, pero su boca parecía no emitir ningún sonido. Estaba a punto de rendirse a su destino, cuando vio a Lexa tendida en el suelo a solo unos pasos de ella. Extendió la mano como si quisiera alcanzarla para poder tocarla, pero las palabras ide la persona que la estaba reteniendo la paralizaron.

—Ahora es demasiado tarde. Ella está muerta... ¡Fue usted, senadora, quien la mató! —dijo una voz femenina detrás de ella con una sonrisa malvada.

—¡¡¡NOOOOO!!!! —gritó despertándose de golpe.

—Clarke, estoy aquí, fue sólo un mal sueño —dijo Raven rápidamente, abrazándola.

La senadora la miró con angustia, intentando recuperar el aliento. Ella todavía estaba atormentada por esa pesadilla y, sin darse cuenta, comenzó a llorar.

Enganchada en el abrazo de Raven, entendió lo que había sucedido y que, tal vez, ese sueño no estaba lejos de la verdad.

—Rae... necesito contarte todo... —susurró entre lágrimas.

Clarke empezó a hablar como si fuera una confesión, que en realidad lo era. No dejó nada fuera, aunque su desesperación no le ayudó en nada.

—Bellamy... ¡ese gran hijo de puta! ¡Si no lo hubieras matado, yo lo habría hecho! —exclamó el Raven, intentando quitarle importancia a la situación —. Ahora trata de mantener la calma. Descansa un poco más. Iré a ver si hay alguna novedad sobre Lexa —la tranquilizó Reyes, suavizando su tono.

Clarke simplemente asintió incapaz de responder a esa afirmación. Sus pensamientos negativos se estaban apoderando de ella y no le importaba en absoluto tener esas certezas que la habrían quebrantado definitivamente. Cuando escuchó cerrarse la puerta del dormitorio, se acurrucó en posición fetal, dejando salir todas las lágrimas que le quedaban.

*****

No pasó mucho tiempo para que la agente Forest y el agente White llegaran al Centro Médico de Sacramento.

Anya corrió rápidamente a la recepción para obtener noticias de Lexa y de la Senadora. Por un momento, su pensamiento se dirigió a Raven... tenía una necesidad desesperada de verla y asegurarse de que estuviera bien, pero ahora las prioridades eran otras. Tenía que asegurarse de que su jefa y Griffin estuvieran bien y que pudieran trasladarse a un lugar más seguro.

—Soy la agente Forest, esto es urgente. Necesito saber las condiciones de la agente Woods y de la senadora Griffin —dijo mostrando sus credenciales a la enfermera detrás del mostrador.

—La agente Woods todavía está en cirugía... No puedo decirles más —dijo, consultando rápidamente su computadora —. La senadora se encuentra en la sala de examen dos, su estado es bueno. Ahora está en reposo, dado su estado de shock el médico le ha recetado un sedante —añadió, levantando la mirada para encontrarse con la de Anya.