6. 𝘗𝘢𝘴𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘩𝘶𝘯𝘥𝘪𝘳 𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯

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  Una tarde, que aparentaba ser la más tranquila de la semana, Iván se encontraba volviendo de Santa Fe. Después de sus merecidas vacaciones, tenía que ponerse al día con su trabajo y su agenda.

Tenía muchas juntadas pendientes, muchos eventos que organizar, mucho contenido que pensar y bastantes temas que hablar.

Desde que se enteró que Rodrigo lo había dejado de seguir por todas las redes existentes, supo que el primer tema que la gente desearía e insistiría en hablar sería de ese.

Y tal cual como pensó, se vio invadido por aquellos comentarios que preguntaban lo mismo cada dos minutos.

Ya llevaba una hora hablando o mejor dicho evitando las donaciones que nombraban el tema y los comentarios llamativos que de vez en cuando eran eliminados por spam.

Supo que no podía hacerse más el boludo, por lo que pensó por un buen esto una buena respuesta, no quería cagarla otra vez.

Era común que cada vez que Iván abría su boca para hablar o nombrar a Rodrigo la terminara cagando, así que la comunidad no esperaba peor respuesta que una extensa hora de balbuceos por parte del streamer, que daba su mayor esfuerzo para no cagarla y a la vez calmar a los espectadores.

—Andan muy pedazos con el tema de Rodrigo. — Suelta apoyando su espalda por completo en el respaldo y cruzando sus brazos.— Gente me dejó de seguir y listo, no hay más explicación, ¿por qué no mejor le preguntan a él? — Contesta alterado.

No pasan más de diez minutos para que empiecen a nombrar el famoso clip del IRL de El Rubius.

—¿De qué clip hablan? — Pregunta inocente para después entrar al link que mando alguien del chat.

Prefiere verlo por su cuenta y logra apreciar la razón por la que el video se viralizó.

Se ve claramente como Rodrigo, enfurecido, aferra su puño a la camiseta de Iván y, antes de estrellar su otro puño en su cara, Rubius se da vuelta y se dejan de ver en cámara.

—Ah, ese clip. — Suspira.— Estaba jodiendo amigo, él siempre boludea así.

Es la mejor excusa que se le ocurre en ese momento.

—Bueno gente, ¿qué hacemos?

Procede a cambiar de tema y siente como ese peso se desvanece de a poco, ese peso de miedo por equivocarse en lo más mínimo y hundir de una toda su carrera, como lo hizo con la de Rodrigo.

Se sigue lamentando por esto último, jamás pensó llegar a ese extremo, de hecho, él si sintió amor, tanto que no se sentía capaz de confesarle lo que alguna vez fue la razón por la que se metió con el castaño.

Y al guardarse tal horrible secreto, terminó saliendo de la peor forma posible.

Sobre todo, Iván es un chico que le cuesta expresar lo que siente y más lo que piensa, es por esto que siempre termina cagandola y se obliga a si mismo a cerrar la boca de vez en cuando.

Desde aquel inconveniente en cámara, piensa más de dos veces lo que va a decir de alguna persona y de lo que realmente piensa de ella/él. Tiene terror por volver a cometer el mismo error y hacerle la vida imposible a otro inocente.

Comprende el enojo de Rodrigo, comprende porqué se siente así y porqué lo dejó de seguir, él también empezaría el contacto cero con un humano que tiró, por casi, todo el trabajo que estuvo haciendo por años.

Entendería si el castaño decide abrir la boca para exponer al pelinegro y tacharlo de hipócrita, infiel y miles de cosas más.

Por eso le resultó sorprendente como todavía no había dicho nada al respecto, aunque su sorpresa se convirtió en miedo cuando vio que empezaba a quemarlo de a poco.

Su primer paso para quemarlo fue casi agarrarse a piñas con él en pleno directo, el segundo paso fue dejar de seguirlo por todas partes sin una explicación pública y su tercer paso fue el que estaba por suceder...

De repente, el chat comenzó a spamear una palabra, Spreen al estar tan concentrado lo ignoro, pero luego le llamó la atención y es entonces donde ve que la gente está emocionada porque Rodrigo se hace presente en el stream.

—¿“Rodrigo”? — Consulta en voz alta mientras busca algún comentario que haya dejado el susodicho como para mostrar su presencia.

“no podes hacer otra cosa más que mentir? Decile al chat lo hijo de puta que sos, dale amigo” Leyó en su mente.

Se limita a guardar silencio y a seguir con lo que estaba haciendo, convirtiendo un stream divertido a uno incómodo.

...

Pensaba que ya no habría más señales de el castaño por el día, pero es esa publicación en Twitter que lo hace saltar de la cama y abrir sus ojos como platos.

“FUI A UNA JODA Y ME ENCONTRÉ A LOS PIBES (goncho, robleis, etc) Y CUESTIÓN QUE VEO A UN PIBE MUY PEGADO A CARRE, SERÁ SU NOVIO?!!”

Confundido, entra a los comentarios del tweet y hay una persona que afirma la suposición, adjuntando una foto con baja calidad, pero en la que se puede notar con claridad la presencia sonriente de Carrera junto a un chico que no se logra apreciar por la poca iluminación.

Spreen hace zoom en la imagen, esforzándose para distinguir de quien se trataba, aunque su esfuerzo es en vano y prefiere esperar más tweets similares al que leyó.

Estaba en cierta parte sorprendido, no habían pasado ni siete meses y Rodrigo ya se encontraba envuelto en rumores amorosos.

Otra parte de él sentía envidia, saber que el castaño pudo encontrar a alguien tan fácilmente le hacía hervir la sangre.

También se sentía tristeza, podía ser que ese chico era mejor que él en muchos aspectos y sería la razón por la que ya no tendría oportunidad alguna con Carrera. Él realmente lo extrañaba a muerte.

Se echaba la culpa todos los días por haberlo hecho sufrir de esa manera, reconocía sus errores pero con eso no podía arreglar nada.

Quería hablar con Rodrigo, pero sabia que cualquier intento sería en vano, en todos se encargaría de mandarlo a la mierda y en cada uno sería más claro aún.

Podía hacer lo que fuera con tal de que le diera una oportunidad de explicar las cosas, era capaz de dejar el streaming con tal de que lo perdonara -capaz no tanto-.

Sin embargo, sabía que valía la pena luchar por alguien como Carrera, pues además de que fue su primer amor homosexual, era una persona hermosa y no solo en físico.

Tenía una personalidad inquieta pero divertida, un físico común para la sociedad pero para Iván era único y una forma de expresar su amor que Spreen admiraba mucho.

El pelinegro siempre amo esa fluidez que tenía para demostrar el amor inigualable que sentía.

Nunca pensó que lo llegaría a comparar con Sara, siendo esta una chica completamente distinta a él en varios aspectos.

Desde el día que soltó esas palabras y se volvieron algo habitual en su mente, supo que estaba completamente equivocado. Aun así, por ese tiempo, una parte de él seguía viendo a Sara en los ojos de Rodrigo.

𝑇𝑂𝐾𝐼𝑂 ℎ𝑜𝑡𝑒𝑙 ; 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘰𝘴 # 𝙍𝙊𝘿𝙍𝙄𝙑𝘼𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora