9. 𝘏𝘢𝘣𝘭𝘢𝘳 𝘺 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳

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   Quien diría que de los golpes pasarían a estar solos en una misma sala, cada uno sentado en una punta, lo suficientemente distantes como para siquiera voltear a mirarse.

El pelinegro se encontraba sentado en uno de los bancos que había ahí, intentando curarse con las cosas que le dieron los policías, que no eran más que unas simples vendas.

De sus nudillos seguía cayendo sangre, ni las vendas podían detener aquel líquido.

Haciendo su mayor esfuerzo para curarse por su propia cuenta -intentado utilizar sus dientes-, cuando logró cubrir sus manos, despegó su espalda de la pared, apoyo sus pies en el suelo y miro fijamente a la persona que tenía en frente, que estaba en la misma posición que él hace rato.

Apoyo sus codos en sus muslos y junto sus dedos antes de hablar.

—¿Por qué hacés esto?

—¿Vas a seguir? — Respondió al segundo, girando solo sus ojos y levemente su cabeza.

El mayor desvío la vista y se quedó en silencio un par de minutos.

Cuando el castaño logró terminar de ponerse las vendas, cruzó sus piernas y giro su cuerpo en dirección a Iván.

—¿En serio querés saber por qué no dude en hacerlo?

Spreen alza el mentón al mismo tiempo que sus cejas, ambos en un rápido movimiento de segundos.

—Sos tan insistente que irrita Iván, sos tan frágil que me dan ganas de hacerte entender de otra manera, podes ser tan sumiso que me da hasta asco que seas así de dócil. — Formula con desagrado.— La verdad es que no sé como no te das cuenta, me estas arruinando la existencia.

—Tengo muy en claro mis límites, nunca pensé llegar a este punto, pero me di cuenta que si vale luchar por vos.

—No estas luchando por mí, estas forzando las cosas por mí. — Corrige.— ¿Por qué no podes entender que tengo una pareja? Que soy feliz con él, que puedo hacer y tener todo lo que jamás podré y tuve con vos... ¿Acaso nunca escuchaste que soltar también es amar?

—No.

—Bueno, ya lo escuchaste, lástima que fuera de mi parte.

—Rodri, entende que yo no puedo dejar las cosas así, entende que todo lo que vos pensas, escuchaste y dijiste de mí puede llegar a ser mentira, vos no sabes como me sentí después de decir lo que dije.

—A ver, decime.

—Me estas boludeando, mira si te voy a decir.

—Dale Iván, quiero saber... Posta.

Le dio una mirada rápida, solo quería asegurarse de que tuviera una expresión sería y estuviera atento. Después de ver su rostro concentrado, prosiguió a hablar.

—La verdad es que al principio si quería estar con vos por lo de Sara, pero no pensaba que me enamoraría en serio... Y siendo sincero, sí lo hice, por más que vos no lo hayas visto o notado, yo estaba muy enamorado y lo sigo estando, porque me di cuenta que eras una de las pocas personas que me entendía, una de las pocas personas que estaba para mí en esos momentos de mierda... Y la única persona que estaba para mí a pesar de lo egoísta que puedo llegar a ser.

De un momento a otro, tenía a Rodrigo mirándolo con lastima, pero sin quitar esa amargura de sus ojos.

—Si lo que te dije sonó como si estuviera seguro es porque lo estaba, nada fue mentira, la única mentira fue que yo nunca me enamoré de vos; desde los encuentros que teníamos por eventos me empezaste a gustar en serio. — Confiesa, sonando lo bastante seguro y creíble para que Rodrigo lo interrumpiera.— Yo sé que soy un estúpido de mierda por haber tirado esa comentario en directo, pero posta ya me estaba comiendo la cabeza ese tema. — Agrega nervioso al recibir tanta atención por parte del contrario, no pensaba llegar a tal extremo.— Sé que no es excusa, pero la realidad era esa... Per...

—Amor.

Fue lo que salió de la garganta de Carrera.

Al girarse, se percató de la presencia de una tercera persona.

—Perdón por tardar, la policía está de mierda me hizo un re cuestionario, pero ya podes venir conmigo.

—Gracias amor, posta.

Y antes de que el policía abriera la puerta para que el enano se pueda ir, este decidió ver a Iván, pensando que sería la última vez que se verían.

—Chau, Ivo.

—Chau, Ro.

El susodicho sonrió ligeramente.

「🥂」


—¿Y cómo terminaron ahí?

—Nada una persona llamo a la policía y bueno, cayó hasta la patrulla.

El Mariana estalló en risas.

—¿Vas a asistir al cumple de Nicki?

—No sé amigo, ando con mucha fiaca estos días, además que tengo que hacer una bocha de cosas.

—Andale, van a ir todos.

—Debería pensarlo.

—Bueno, decime cualquier cosa.

Asiente con la cabeza antes de separarse de su amigo, quien estaba de visita por temas de trabajo y decidió que era buena idea visitar a su amigo Spreen.

Desde aquella parada en la comisaría Iván se sentía más relajado, estaba intentando disfrutar la vida como siempre había querido.

Tal vez lo único que necesitaba era eso, quedar sin rencores con Rodrigo y sin tener que explicarle nada, aunque, eso sí, haría lo que fuera para que el castaño escuchará salir esas disculpas de su parte.

Se tomó estos dos meses para despejar su mente y saber lo malo que fue en esa relación, también lo tanto que le afecto emocionalmente.

Luego de un tiempo estar inactivo para centrarse en él, estaba de vuelta en las redes y, como era de esperarse, sus fans lo recibieron con mucho gusto.

Estuvo organizando bastante contenido para su comunidad en los últimos días, ahora que se sentía más relajado podía hacer las cosas con más facilidad, además de que podía disciplinarse mejor que hace unos meses atrás.

Y al estar tan ocupado con su trabajo, esto implicaba no tener tiempo para salir de joda y mucho menos para salidas a la mañana.

Eso sí, trataba de tener días libres para no acumular estrés, aunque en los últimos días se le estaba haciendo imposible.

Por esto sus amigos le venían insistiendo de que salga con ellos, más que nada para que no llegará a tal punto de que necesitará tomarse otro tiempo de las redes.

Spreen esto lo entendía, pero el contenido que preparaba cada día lo veía como su trabajo y él se convirtió en un chico muy cuidadoso con ese tema, por lo que no quería despegarse de la computadora de ninguna manera o más que nada de las cosas que debía hacer en ella.

Sin embargo, insistir se había convertido en algo que sus amigos hacían con frecuencia, así que se vio por casi obligado a confirmar su asistencia al cumpleaños de su amiga.

Además, debía ir, no se negaría a asistir al festejo de una de las mejores amigas que tuvo en estos años, Nicole lo ayudó en muchos puntos y momentos difíciles de su vida, como fue la superación de su ruptura con Rodrigo.

Ella siempre trato y estuvo para Iván, y él hace no mucho se dio cuenta de que también debía regresar lo que le demostraban.

𝑇𝑂𝐾𝐼𝑂 ℎ𝑜𝑡𝑒𝑙 ; 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘰𝘴 # 𝙍𝙊𝘿𝙍𝙄𝙑𝘼𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora