23. 𝘊𝘢𝘮𝘱𝘦𝘳𝘢

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03:15A.M

Era bastante temprano para todos, pero eso no impidió que llegaran a un estado de alcoholemia que los pudiera hacer quebrar.

Todos estaban borrachos menos el castaño, quien optó en ser el que no tomaba para cuidar a los demás, aunque sinceramente, no le importaban mucho que digamos, únicamente Iván.

El hecho de que aquella mujer siguiera dejado de su mismo techo le generaba enojo, celos.

Pero no esos celos inseguros, sino los que lo impulsan a pasar los límites y trazar una línea para que se vea hasta donde puede llegar ella.

El hecho de que un Iván borracho estuviera muy pegado a él por culpa del alcohol lo ponía inquieto, aunque también ayudaba en todo esto de demostrar quien sería siempre la primera opción para el pelinegro.

Notaba como la pelirroja los miraba con envidia. Rodrigo sabia perfectamente que ella quería estar en su lugar, reconocería ese sentimiento a simple vista.

Aun así, a pesar de saber cómo se sentía dicho sentimiento, debía aprovechar el momento, solo para joder un rato.

Pero, lo que veía imposible resultó ser el acto que estaba por venir.

La chica se encontraba acercándose a la mesa donde estaban ellos, tenía su celular en la mano y pretendía estar tramando algo, así que Carrera decidió apartarse un poco de Spreen.

Intento descifrar su movimiento y estuvo en lo correcto cuando pensó que se acercaría a él.

-Hola, tú debes ser el chico que trae loco a Iván, ¿o me equivoco?

El ojiverde fruncio el ceño, su tono indicaba que lo provocaría.

-Supongo que sí, ¿por qué? ¿Vos quién sos?

-Una conocida suya. - Respondió guardando silencio luego.- ¿Eres streamer al igual que él?

-Sí.

-Que bueno.

Un silencio reinó entre ellos, uno bastante tenso y poco incómodo.

De repente, Giovanna saco a la luz su celular, se puso a ver unos videos en Tiktok y acto seguido, pulso el botón con el signo más en el centro, todo indicaba que iba a grabar algo.

Empezó a decir un par de cosas, la verdad es que a Rodrigo no le importó mucho, pero su interés cambio cuando notó como movía ligeramente la cámara a su dirección.

Soltó su teléfono y se dispuso a correrse de la luz de la cámara.

Pensaba que había triunfado, ningún rastro de él había sido grabado.

Sin embargo, se veía inmune a la buena suerte, ya que en cuestión de unas tres horas más, sus notificaciones empezaron a estallar en gran cantidad.

Le había llegado una notificación de Tiktok, la cual le informaba que había sido etiquetado múltiples veces en un vídeo recientemente publicado.

«La concha de mi hermana» Maldijo en su mente.

Entró nerviosos al video y efectivamente, se podía apreciar clarito como se encontraba él en la parte de atrás con su celular y con una campera que atrajo todo tipo de comentarios.

𝑇𝑂𝐾𝐼𝑂 ℎ𝑜𝑡𝑒𝑙 ; 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘰𝘴 # 𝙍𝙊𝘿𝙍𝙄𝙑𝘼𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora