Lee Felix y sus dos mejores amigos, Minho y Seungmin, han seguido por años al trio 3racha y por fín tienen los medios para ir a sus conciertos...pero, lograrán asistir?
Paralelamente, los músicos se les permite un break antes de su gira mundial, y S...
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Amo sentir su piel... Tersa, caliente y sudorosa. Entierro mis dedos en sus nalgas mientras me penetra una y otra vez, con una fuerza desmedida, sin control y sin delicadeza, pero que me lleva al borde de la locura. Sentirlo por días, después de nuestros encuentros es mi perdición.
"¡Gime Seungmin! Grita, que necesito que todo te oigan. N-Necesito... ¡Oh mierda, si! Necesito que todos sepan que me perteneces... ¡Oh dios! ¿Lo quieres más adentro? ¿Me sientes?"
Cada palabra, una estocada y cada estocada me deja sin aire. Bangchan será el adiós a mi cordura. Nunca pensé que sería así. Un hambre... una desesperación por poseer el cuerpo del otro. Una locura cada vez que nos vemos.
"¡Minnie! ¡¿Me sientes?!" – Grita exigiendo que una respuesta.
"¡Mierda, sí Chan! ¡Sí! ¡Ahí dale, no te detengas, p-por favor! – Intento balbucear. Este hombre me tiene sin poder ser razonable, ¿Cómo espera que le responda cosas cuando solo puedo gemir al sentirlo... Sin poder aguantar más, y así, en una sesión de sexo sumamente intenso me corro encima de mi estómago.
Cuando Bangchan ve como paso mis dedos por mi semen y llevo uno de ellos a mi boca, pierde totalmente el control de su cuerpo corriéndose en mi culo gimiendo como un demente.
¡Dios! Creo que lo amo... Se desploma encima mío y con toda la dulzura del mundo dice: "Me encanta estar contigo Minnie. Gracias por ese café... Ha sido lo mejor de la vida..." – Pone su carita en mi cuello mientras acaricio su muy musculosa espalda – "Te quiero Min... En serio, que te quiero mucho..." – Esta dualidad me tiene al borde de la locura... Este hombre es demasiado para mi novato corazón.
"Y yo a ti Channie. OK loco, vamos a la ducha, pero nada más para ti. Mi pobre trasero no soportará otro encuentro más con tu amiguito, así que les pido misericordia... ¡Hasta mañana!"
Chan me observa incrédulo: "¿Amiguito?" – Dice levantando una de sus cejas.
"Está bien, con el monstruo ese... Así que ducha y luego a dormir, mira que ambos necesitamos descansar" – Lo llevo de la mano al baño, lavo su cuerpo hermoso y su cabellito. Después, él hace lo mismo conmigo, asegurándose de darle un beso a mis nalgas, lo que me da mucha risa, pero así es él... Un pequeño gigante, una ternura de hombre, escondido detrás de una montaña de músculos y una intensa personalidad en el escenario.
