5. Déjame ser tu sombrilla

6 1 0
                                    

Me quedé toda la tarde encerrada en el cuarto realizando deberes acompañada de mis audífonos y mi lista de canciones relajantes, Nana salió a realiza unas compras y yo me quede sola en la casa hasta 7:00pm cuando Sander apareció y recordé que le h...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me quedé toda la tarde encerrada en el cuarto realizando deberes acompañada de mis audífonos y mi lista de canciones relajantes, Nana salió a realiza unas compras y yo me quede sola en la casa hasta 7:00pm cuando Sander apareció y recordé que le había dicho que venga en la noche, pero me encontraba cansada mentalmente y emocional , así que no pude atenderlo.

-Hola Adira- saludo. Me percate que lo hizo como se lo había enseñado.

-Lo siento, hoy me voy a dormir temprano- anuncie agarrando una caja que se encontraba escondida en uno de los cajones de la cómoda. Aquella caja contenía unas pastillas-. Tuve un día muy cansado.

- ¿Puedo preguntarte una cosa? - añadió al cabo de un momento.
Asentí con la cabeza, porque no podía hablar con la pastilla en la boca. Sander no dijo nada por unos segundos, lo mire, parece que estaba dudando si en preguntar o no, pero al final si pregunto.

- ¿Por qué tomas esas pastillas todas las noches? – pregunto Sander con una cara de preocupación- . ¿ Estás enferma?

Lo mire de arriba abajo, no sabía si decirle o no. Después de un corto silencio le respondí que eran vitaminas para fortalecer el cerebro, cosa que era mentira en realidad son pastillas para dormir. Desde el año pasado estoy sufriendo con insomnio.
Después de que Sander se fue caí  tan profundamente dormida, que no sentí cuando Sander regreso y entro a mi habitación para buscar las pastillas que se encontraban escondidas en mi cajón, agarro el frasco y leyó su etiqueta y supo realmente lo que tomaba todas las noches antes de dormir. El corazón de Sander se entristeció aquella noche, camino hasta mi cama y se acercó lentamente hacia mi rostro dormido, sus labios estaban tan cerca de los míos.

- No puedo hacerlo- susurro para si mismo, alejo un poco su rostro del mío y contempló detalladamente cada facción de mi rostro y desde su corazón susurro -. Tú sufres por la falta de sueño y yo sufro por la falta de ti, por que tú Adira eres mi más grande sueño- levanto mi mano izquierda y le dio un suave y profundo beso y  después desapareció.

Mientras todos duermen plácidamente mi mente me tortura en sueños. Me encontraba acostada sobre un frio piso. Todo estaba oscuro, ni siquiera podía ver mis manos y no importa para donde mire lo único que veía era oscuridad. A lo lejos escucho el grito de una niña pidiendo ayuda, su grito era desgarrador. Me levanté y corrí hacia donde se escuchaban los gritos, era imposible ignorar su dolor, pero estaba tan oscuro que no pude encontrar nada. Cuando de repente se enciende una pequeña luz sobre la niña que  gritaba, no estaba muy lejos de mí, comencé a correr hacia ella, hasta que en medio camino me detuve porque reconocí la ropa de la niña Botas anaranjadas y un vestido de tul rosada tipo bailarina. La niña voltea a mirarme, sus ojos llenos de odio se clavan en mí y balbucea una frase que hizo que todo mi ser se horroriza y temblara. Al terminar la frase, me muestra sus manos manchadas de sangre y comenzó a gritar de nuevo, pero no pidiendo ayuda, sino la misma frase que me había dicho antes.

“Fue tu culpa”

“Fue tu culpa”

Me arrodillé y comencé a llorar de la forma mas desgarradora. Me tape los oídos, pero igual podía escucharla, parecía que su voz estaba dentro de mi cabeza.

“Fue tu culpa”

“Fue tu culpa”

De repente todo te supo oscuro de nuevo, ya no estaba la niña, ya no había más gritos, solo oscuridad. Otra pequeña luz se enciende detrás de mí, volteé rápido y vi al hombre que había evitado ver desde aquel día. El me mira con repugnancia y odio, yo solo con tristeza y arrepentimiento. Al cabo de unos segundos el hombre comenzó a gritar palabras más dolorosas que las que grito la niña.

“Lo arruinaste todo”

Me tape los oídos y llore

“Eres un monstruo”

Llore más fuerte

“Te odio”

Comienzo a gritar peor que la niña de antes.

“Eres una asesina”

- ¡Me quiero morir! - grite con mucha fuerza, con mucho dolor. Después de gritar a todo pulmón aquella frase me desperté de mi pesadilla. Después de esa pesadilla no quise volver a dormir me quedé toda la mañana en mi cama viendo videos, hasta que Sander vino en la tarde a recordarme de la salida. No lo rechace ni me negué a ir porque sentía que necesitaba salir y contemplar el cielo.



Disculpen la demora he estado ocupada con la universidad, pero aquí está el siguiente capítulo

¿Acaso Sander siente algo por Adira ?

¿Qué es lo que atormenta tanto a nuestra protagonista?

Pues los descubriremos en los siguientes capitulos !!!!!!

Muchas gracias a todas las personitas que acompañan mi historia
Les agradezco la oportunidad

tu sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora