4. Una parte oculta

4 0 0
                                    

Aún recuerdo los días en los que jugamos hacer mamas, recuerdo las promesas que hacíamos de vivir juntas. Una vez leí una frase que decía; "Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacar de la cabeza aquello que no sale del corazón". Siento que, si Mario Benedetti estuviera vivo estaría decepcionado de mí, pero también siento que, si supiera la razón porque el cual quiero sacar de mi corazón todos los sentimientos y de mi mente los recuerdos, lo entendería muy bien.


Nana y yo tratamos de hacer un pastel, pero lo único que hicimos fue una masa dura que por alguna razón no tenía sabor.


-Te gusto el almuerzo- dijo Nana, cogiendo su plato de masa dura y acomodándose en la mesa para comerla- Estas últimas semanas no has querido comer.


-Es que quiero adelgazar- mentí. En realidad, desde septiembre del año pasado, he perdido el apetito. Como a la fuerza para no asustar a Nana.


-Deberías parar con eso. Tu cuerpo es hermoso, no necesitas bajar nada- reprocho. A Nana le gusta que la gente coma bien- Por cierto, hace rato recibí una llamada de tu dirigente y me comento lo que paso ayer con tu compañera de asiento- Nana para de comer (en realidad ni siquiera podía meter la cuchara en esa masa) y me mira con una expresión de preocupación- ¿Qué paso Adira?


-No te preocupes no fue nada serio-volví a mentir. No quiero que ponga esa cara de preocupación, prefiero ver su rostro sonriente.



- Es Jade ¿verdad? - el ambiente se puso tenso- Creo que deberías hablar con ella..


- Ya hablé con ella ayer mismo y le dejé todo claro- interrumpí rápidamente. No quiero hablar de ella porque no quiero arruinar este momento. Es la primera vez que hacemos o tratamos de hacer un pastel-. Fui muy directa.



-Entonces no entendió el mensaje- la mire perdida. Cuando se levanta y toma su bolso que estaba en el menso de la cocina y saca una invitación. Enseguida la reconoció, era la invitación para la fiesta de Jade. - Encontré esto en el buzón.


- ¡Que! - Me levante de golpe de la silla. Un gran furor se encendió dentro de mí. Nana me volvió a sugerir que hablé con ella- Pero ya hablé con ella.


-Adira el gritarle "te odio" enfrente toda la clase no es hablar- explico.


-¡Eso no fue mi culpa, le dije claramente que no quería ir a la fiesta, pero ella comenzó a insistir! - Perfecto el momento se me fue al mierda, estoy demasiado enojada-¡Ella lo que debería hacer es olvidar el pasado, así como yo lo hice y seguir con su vida!


-¿Y por que lloras a escondidas?- la mire desconcertada -. El olvidar traer paz y el recordar dolor. Y la única forma de olvidar es enfrentando los duelos que dejaste en el pasado y dejar de huir de ellos.


-Entonces me presento en su cumpleaños con un regalo y nos sentamos bajo la luz de la luna hablar de nuestros sentimientos mientras bebemos sodas y al final termínanos llorando abrazadas las dos y volvemos hacer las mejores amigas que éramos antes. Eso sugiere que haga- dije sarcásticamente.


- No te pido que vayas a la fiesta, solo que tengas una conversación formal con ella y después de eso tú decides si quieres o no ser su amiga.


-Lo voy a pensar en mi cuarto más tarde, pero no te aseguro nada- contesto de forma gélida.


La atmosfera alegre cambio a una tensa y Nana se dio cuenta por eso propuso el salir a pasear al centro de la cuidad.


-Aprovechando que no tienes clases hoy, te gustaría salir- propuso.


-No tengo muchas ganas de salir- dije, empujando el plato para adelante, no tenía ganas de comer esa masa dura.


-Vamos no seas así, tenemos tiempo que no salimos las dos a pasear, además han abierto una nueva cafetería y dicen que tienen unos postres riquísimos- llena de emoción- Estas segura que no quieres acompañar a esta podre vieja a cumplir su sueño antes de que muera- dijo, tratando de chantajear me para que acepte. Nana es amante de los dulces, pero mala para hacerlos.


Al principio mi respuesta iba a ser definitiva, pero al ver su cara de emoción mi opinión cambio.


-Está bien, vamos- mi respuesta la puse feliz. Me mando corriendo a cambiarme de ropa para irnos.


Entre al cuarto, llame a Sander quien apareció sentado en el mismo mueble, le informe de mi salida, nos despedimos y se marchó. Me despojé de mi vestido azul, me dirigí al armario que está al lado de la cómoda. Abrí el primer cajón y saque un pantalón negro, busque en el cuarto cajón mi blusa amarilla y como estamos en época de frio debido a las lluvias cogí mi abrigo café largo junto con mis botas negras. Una vez lista baje. Nana ya me estaba esperando en el carro.


El color gris cubría la cuidad, todos están escondidos en sus casas por la lluvia. Este clima es muy solitario, pero tan hermoso a la vez y solo los que buscan paz y libertad son capaces de apreciar y valorar verdaderamente este clima porque, aunque para el resto es solo un fastidioso clima para nosotros es libertad efímera.

Dibujo de Sander y Adira que me había olvidado subir, pero aquí está

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dibujo de Sander y Adira que me había olvidado subir, pero aquí está

Muchas gracias a las personitas lindas que leen mi historia y la apoyan
estoy feliz por que está es la cuarta parte de mi libro
Espero que disfruten lo que se viene ☺️


tu sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora