parte 4

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Enero llego a su fin, ahora le damos la bienvenida a febrero. Hasta ahora todo marchaba bien, Nana y yo ya nos hablamos y se puso muy contenta cuando le conté mi decisión sobre el discurso. Sander venia todas las tardes a ayudarme con el discurso. Si, todo parecía ir bien hasta que la dirigente de nuestro curso me convoco a una reunión, pero esta no era para hablar sobre el discurso sino para hablar sobre Jade.

-Buenos días dirigente- salude. Ella me invito a tomar asiento junto a Jade que ya se encontraba ahí.

-Creo que ambas ya han de saber el por qué las convoqué ¿verdad? – las dos respondimos que si-. Bien. Quiero que me expliquen que lo provoco- dijo inclinándose para atrás con los brazos cruzados.

Jade se adelantó a hablar primero y dijo con un tono suplicante que todo había sido culpa suya y que yo no pude nada que ver, lo cual es verdad. La dirigente le quito la mirada a Jade y la puso sobre mí, a la espera de que yo también dijera algo.

-Fue un malentendido, no volverá a pasar-hable con la esperanza de darle fin a esta incomoda reunión. Después de eso la dirigente se quedó en silencio observándonos a las dos, tratando de descubrir lo que nuestros corazones escondían.

- ¿Entonces todo fue un simple malentendido? - ambas respondimos de inmediato que sí-. Okey, entonces explíquenme ¿porque sus ojos me revelan lo contrario? ¿porque se miran con tristeza? - ninguna de las dos supo que responder, solo nos limitamos a desviar nuestras miradas por miedo a que nuestros verdaderos sentimientos fueran revelados por la dirigente que en el pasado fue una reconocida psicóloga.

La coordinadora del evento, la señorita Sofia vino junto con la profesora de lenguaje a interrumpir la reunión. La ceremonia es en pocos días y querían asegurarse de tener todo listo.

-Disculpe la interrupción, pero necesitamos a la señorita a Adira un momento-dijo la hermosa coordinadora. Todos los chicos estaban enamorados de ella. Era una joven pelinegra con unos grandes y lindos ojos ámbar, y no solo eso también era muy simpática y atractiva. Ella ha sido la coordinadora de cada evento que el colegio ha tenido desde antes que yo estuviera aquí.

-Okey, dame unos minutos más con ella y te la mando- la hermosa coordinadora agradeció y se marchó junto con la profesora de lenguaje-. Bueno vayamos al grano. Señorita Jade la conozco y sé muy bien que usted no es la clase de persona que busca pelea y usted señorita Adira se lo mucho que odia los escándalos, así no les creo eso de que solo fue un malentendido y por sus caras puedo ver que no quieren hablar del tema y lo respeto, pero igual se ganaron un castigo. A partir del día lunes se quedarán a limpiar el salón por una semana ¿entendido? -  ninguna dijo nada solo nos quedamos calladas aceptando el castigo, después nos pidió que saliéramos. Al momento de salir me adelante unos pasos de Jade, pero nuevamente su voz me volvió a frenar.

-Adira, yo lamento haberte metido en problemas- dijo. En su semblante se notaba lo mal que se sentía. Por primera vez en mucho tiempo decidí hablarle y no huir de ella.

- Es la primera vez que me castigan ¿Porque lo haces Jade?  ¿Por qué me buscas? -hable calmada, apretando los puños tan fuerte. Jade no pudo disimular el asombro que sentía, sus ojos se abrieron y sus pequeños labios formaron una O minúscula, pero por muy asombrada que este no quiso perder la oportunidad que el destino o yo le estábamos dando.

-Adira sé que lo que hice no tiene justificación, lo sé, soy consciente de que te lastime y no sabes cuanto lo siento, después de aquel día mi vida cambio para siempre, perdí lo que mas amaba, perdí a mi mejor amiga- nos miramos con profunda tristeza y sobre nosotras cayeron los recuerdos de aquellos años felices. Jade y yo fuimos las mejores amigas mas felices, hasta que la oscuridad nos alcanzó.

- Jade yo…, no puedo hacerlo, disculpa me tengo que ir. Adiós – mire por última vez sus ojos verdes, me di la vuelta y me aleje de ella.

- ¡Espera no te vayas! ¡¿porque no puedes escucharme?!- grito.

- ¡Porque me duele! - volee de nuevo y con los ojos sollozos también le grite.

- ¡A mí también me duele! - me respondió con los ojos sollozos como los míos-. Pero no me rendiré Adi te seguiré buscando hasta que decidas escucharme- dijo con voz firme y una seguridad inquebrantable. Ni siquiera me dio tiempo de responderle, porque se marchó apenas termino la oración y me dejo sola en el pasillo con un amargo sabor en el corazón. 

Llegué a la casa y lo primero que hice fue tumbarme en mi suave y cómoda cama. Nana no se encontraba se había ido otra vez donde sus chismosas amigas, me dejo la comida guardada en el horno, pero mi apetito está en el 1%.

- Adira- dijo, tocando la puerta del balcón. Yo no quería levantarme, así que le grite que entre-. Te traje un regalo- me vio- ¿estas bien?

-E o creoo- no podía hablar bien con la cara sumergida en la almohada- ¿qué me trajiste? -dije levantando un poco la cabeza.

-Frutillas, tus favoritas- hablo, enseñándome la misma bandeja de la otra vez, Nana lleva semanas buscándola. Sander es muy educado y respetuoso y sé que si no lo invito a sentarse en la cama no lo hará, por eso siempre se acerca hasta el borde de la cama nomas-. ¿Paso algo? - volvió a preguntar. Le contesté que no y me senté en la cama, le agradecí por las frutillas. Mi 1% de apetito subió a un 7%. Amo las frutillas.

- ¿Ya comiste? - pregunta en vez de darme las deliciosas frutillas. Le respondí que eso no importaba -Claro que sí, si no comes tu almuerzo tampoco comerás frutillas- hablo serio y para tentarme me enseño las hermosas frutillas que me había traído y lo que más me enojo en ese momento fue que caí en la trampa.

Sander fue corriendo a la cocina a traer mi almuerzo, lo comí, aunque no todo, pero si la mitad. Eso convenció al silfo loco y me dio las frutillas, las cuales disfrute mucho. Las frutillas junto con la compañía de Sander me hicieron dejar de pensar en Jade y todo lo que había pasado.

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Gracias por leer hasta aquí y apoyar mi historia 😊
Disculpe la tardanza de nuevo 😭
Nos vemos con otro capítulo pronto
Cuídense

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