parte 2

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No podía llorar, no podía darme ese lujo, no ahora. Parada frente a mi espejo, mire mi horrible rostro decorado con un lindo maquillaje que Nana me había hecho. Que estúpida es la gente que cree que el maquillaje puede ocultar lo que verdaderamente son…, que estúpida soy. Mientras luchaba con el impulso de querer llorar, un ruido en el balcón llamo mi atención, corrí hacia allí con la esperanza de que fuera Sander y, para mi suerte, si era él. Mi compañero se calló y volvió a esconder se en lo profundo de mi mente, pero solo por ahora.

- ¡¿Que carajos Sander?! – le grite, molesta y preocupa al mismo tiempo-. ¿Se puede saber por qué llegas a esta hora? ¿Dónde estabas? – el acusado no dijo nada, solo agacho la cabeza como un perrito arrepentido. Pasaron unos segundos antes de que levantara la cabeza nuevamente, y justo cuando iba hablar, Nana me grito que ya era hora de irnos.

- ¡Ya bajo, Nana! – respondí desde mi cuarto. Volví a mirarlo, pero ya no con enojo, sino con miedo. El interpreto al instante mi mirada.

-No tengas miedo. Lo harás excelente.

Respiré profundo y asentí con la cabeza. Ahora que Sander estaba aquí me sentía más tranquila. Sander me miro por unos minutos. Camino hacia mí lentamente. Mi cuerpo se encontraba tan cerca del suyo, tan cerca que podía escuchar su respiración. Un dato curioso es que Sander es bien alto. Parada frente a él, mi corazón comenzó a latir con fuerza ¿Por qué? Sander alzo su mano y acomodo un mechón de cabello detrás de mi oreja; sus dedos rozaron mi fría piel, y aquel pequeño contacto me hizo sentir una leve descarga eléctrica recorriendo todo mi frágil cuerpo. Aun no entiendo: ¿Qué es esta sensación? ¿Y por qué se siente tan bien?

-Yo estoy aquí para ayudarte.

-Confió en ti- dije sin dejar de mirarlo.

 Por un momento, el tiempo pareció detenerse. El parecía sorprendido con mi respuesta; su rostro lo delataba fácilmente. Sin dejar de mirarme, Sander sonrió. Su sonrisa era de absoluta felicidad, sus ojos brillaban con intensidad, Mientras lo miraba, no pude evitar pensar: ¿Cómo es que unas simples palabras pueden hacer alguien tan feliz?

Nana volvió a gritarme, así que me despedí rápido de Sander y bajé. Ella ya estaba lista. Llevaba puesto un hermoso vestido negro brillante, con un escote Bardot. El vestido moldeaba perfectamente su cuerpo; en pocas palabras, se veía deslumbrante. También note que se había maquillado, lo cual fue raro, porque Nana nunca se maquilla, ni siquiera para sus cumpleaños lo hacía. Pero creo que esta noche hizo una excepción.

-Nana te ves realmente hermosa- ella rio a carcajadas. Le encanta que la alaguen-. Me parece injusto que yo tenga que ir con el uniforme y no con ropa elegante como todos los demás-dije, ofendida con la persona que pensó que ir con el uniforme era buena idea, o sea, mi directora.

-Ay, cariño te ves hermosa, el maquillaje te sienta bien- dijo orgullosa de su trabajo. Y si, hizo gran trabajo; me gusto la sombra rosada que me puso en los parpados. Nos subimos al carro y partimos hacia nuestro destino.    

Llegamos al elegante y glorioso edificio. Nana y yo mirábamos con asombro aquella obra, no podíamos creer que íbamos a entrar a tan lujoso edificio. Mi dirigente nos estaba esperando; verla fue la segunda impresión. Estaba con un vestido de satén verde, largo hasta el suelo, con una cubierta de corazón. Nunca la había visto con otra ropa que no fuera su traje de trabajo. La dirigente nos escolto hasta el lugar donde se iba a desarrollar el evento. Siento que no existe palabras para describir el lugar que está enfrente de mí, y también entiendo la razón por la que la coordinadora deseaba tanto hacerlo en este lugar. Todo está demasiado hermoso.

-Adira, ven conmigo- dijo tomándome del brazo-. Señora García, ella le mostrara su asiento- señaló a una joven con un bonito uniforme de mesera y amplia sonrisa. Hasta su atuendo se veía mejor que mi uniforme.

Una de las cosas que más me gustaban del lugar era que, si mirabas arriba, podías ver el cielo celeste mezclado con tonos rosados. Era el último espectáculo del sol: el atardecer. Luego viene en segundo acto: la noche, con sus estrellas. Las mejores obras de arte.

El lugar estaba lleno de mesas que radiaban luz por debajo y sobre ellas había copas de cristal, cubiertos brillantes, platos con servilletas de tela dobladas en forma de triángulos encima. Todo elegante, pero lo que más capto mi atención fueron los centros de mesa: grandes botellas de cristal con luces led en su interior. Nana, de seguro, está armando algún plan para llevarse uno.

Al fondo, más allá de todas las mesas, se encontraba la tarima. Solo con mirarla, me ponía nerviosa. Tenía cuatro postes, uno en cada esquina, envueltos con luces led. Y en la superior un cable conectaba los postes delanteros con los traseros, y cada cable se encontraba decorado con hermosas flores doradas, pero por muy hermoso que se encuentre el lugar, igual me ha dado miedo. Por suerte Sander estaba conmigo.

“Espera…, ¡¿Dónde está Sander?! "
-Sander – llame en voz baja, pero no hubo respuesta. Lo llame un poco más fuerte, sin importarme que la gente me escuchara, pero no respondió. Mire de un lado a otro sin saber que hacer. Mi compañero despertó, molesto, al parecer no le gusto lo que sentí cuando estaba sola con Sander. No me dijo nada, porque está esperando el momento perfecto para hacerme pedazos.

¡Maldición!

-Adira, te toca salir ¿estás lista? – pregunto mi dirigente.

Mis manos se helaron y podía sentir como mi pobre corazón temblaba de miedo.

- ¿Te encuentras bien? – pregunto preocupada.

Disculpen la demora de nuevo
Les traigo otro capítulo recién salido del horno

He tenido algunos inconvenientes y por eso no he podido escribir nada xd malditos estudios jajajaj

Pero no se vayan que esto aún no termina. Nos vemos para otro episodio muy pronto

Gracias por tu apoyo. Me ayudan mucho

Está es la nueva portada de mi libro

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Está es la nueva portada de mi libro. Le hice algunos cambios
Espero que les guste

Bayyy

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