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———𝗖𝗢𝗠𝗠𝗘𝗡𝗧———

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———𝗖𝗢𝗠𝗠𝗘𝗡𝗧———

TERCER ACTO

Renata estaba en la sala viendo vídeos en la aplicación de YouTube, los típicos videos que vería un niño pequeño. Ella a la misma vez estaba dibujando, se estaba demasiado entretenida.

Eran las seis de la tarde apenas, entonces estaban en tranquilidad porque sabían que Ernesto llegaba más tarde de las diez la mayoría.

La madre de la pequeña bajo las escaleras para ir caminando hacía ella, se sentó a su lado.

—Renata, saldré a comprar las cosas para tu festival de la primaria. ¿Vienes conmigo? —preguntó con una sonrisa.

Aún después de todo, Angélica siempre sonreía, y eso se lo pego a Renata, sin importar que suceda ella estaría sonriendo porque eso le enseñaron.

—Mmm... No, no quiero ir. —dijo en una voz berrinchuda.

Angélica soltó una risa, aunque siempre lo intentará, Renata siempre iba a preferir quedarse en casa.

—Esta bien, volveré pronto. Te dejaré mi celular aquí para que sigas viendo videitos.

—Esta bien, te espero, mami.

Angélica se levantó del suelo para ir a caminar por su bolso y las llaves del automóvil, entonces comenzó a caminar hacia la puerta para así reitrarse. Trato de ignorar el hecho que sentía un dolor en su estómago como si tuviera un mal presentimiento.

A la niña le había dado un poco de hambre, así que se levantó junto con el celular para ir al refrigerador, observó lo que había dentro, entonces tomo el spaghetti para ponerlo en un plato y ponerlo a calentar en el microondas.

Ella acomodo el celular para seguir viendo vídeos, reía al escuchar los chistes, le gustaba estar sola la mayoría del tiempo porque podía estar tranquila de no ser regañada.

Una vez el microondas se apagó, caminó hacia él para sacar el plato, tomó un tenedor para ir al comedor a sentarse y comenzar a comer.

En ese momento, se escuchó la puerta abrirse, era Angélica. Renata sonrió mientras miraba hacía la entrada esperando a Angélica.

Aunque haya visto a Ernesto y no a Angélica, ella siguió sonriendo. Quería ser buena hija, no odiaba por completo a Ernesto, o si lo hacía, pero se sentiría mal por hacerlo. Así que prefería sonreír y seguir siendo buena con él.

—¿Qué comes? —pregunto el adulto mientras abría el refrigerador—, ¿es spaghetti?

—Sip.

Renata sonrió, entonces sin darse cuenta, la palma de la mano de el adulto se había estrellado en su mejilla.

—¡Lo había apartado para mí como para que vengas toda muerta de hambre a tragartelo tú! —grito, golpeando nuevamente la mejilla de la niña con tal fuerza que cayó de la silla.

La menor sintió un sabor metálico en su boca, al caer su otra mejilla chocó fuertemente a nivel de que había sangre en su boca.

—¡¿Qué te pasa?! ¡Todavía que no haces nada! —exclamó con molestia mientras sus piernas comenzaban a patear el pequeño cuerpo de la menor.

Los pequeños ojos de Renata estaban húmedos, las lágrimas salían sin parar, las patadas iban a su estómago a lo cual le faltaba el aire de forma notoria. Su respiración iba bajando a grande niveles, sentía como el mayor la iba golpeando de todas las formas.

Escupió sangre, manchando el piso blanco con ese líquido rojizo, pero Ernesto en ningún momento le dio importancia y no paro de dañar a la pequeña cada vez más.

En un momento, Renata dejó de gritar pidiendo ayuda, entonces solo dejó que el poco aire se vaya alejando de ella.

Sus ojos le nublaron la vista, dejó de sentir dolor con unos minutos después.

ACTO FINAL

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ACTO FINAL

Isabel golpeó la mesa con frustración, sus lágrimas salían de forma desesperada. Movió su vista por la mesa hasta llegar a aquel pequeño sobre. Le acababa de llegar la noticia de que su hermana había fallecido.

Al parecer, su madre la había encontrado golpeada y de forma inmediata llamaron a la ambulancia, pero en el camino murió.

Estaba tan triste y molesta, no sabía que hacer.

Anteriormente ya había recurrido a las drogas, pero justo cuando las había soltado sucedió eso. No pudo soportar demasiado, sabía que era una opción de mierda pero aún así, lo veía como el momento perfecto para recaer.

Odiaba el pequeño picazón que le daba el hecho de inhalar el polvo, pero el resultado tampoco le disgustaba por completo. Así que no le molestaba demasiado.

El polvo no era suficiente, sus ojos estaban rojizos pero aún así buscaba más, no podía dejar de pensar en su hermana. Fue hacia el cajón que había prometido nunca tocar, se preguntaba porque nunca tiro esas inyecciones pero la verdad era porque sabía que pronto iba a volver a recaer.

Ya había perdido la cuenta de las cosas que había tomado en menos de una hora, cigarro, droga y ahora inyecciones.

Sabía que podría morir por sobredosis, pero realmente no le importaba demasiado.

El dolor de la aguja entrar en su piel no le hizo efecto, era más grande el dolor de perder a su hermana menor.

La respiración agitada de Isabel fue calmandose junto sus lágrimas, se estaba sintiendo totalmente débil.

Entonces solo fue cerrando sus ojos.

Ese mismo día, Isabel cayó en coma.

Bye, la escuela me dio bloqueo creativo, 800 palabras, la próxima les daré un mejor capítulo, perdón :(

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Bye, la escuela me dio bloqueo creativo, 800 palabras, la próxima les daré un mejor capítulo, perdón :(

Los quiero mucho, le prometo que pronto escribiré cosas lindas, ya casi va a pasar todo <3

Los amo, muak, gracias por las vistas

Comment | CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora