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———𝗖𝗢𝗠𝗠𝗘𝗡𝗧———

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———𝗖𝗢𝗠𝗠𝗘𝗡𝗧———

Estaban en el patio de aquella casa, el césped era de un verde vivo que se movía suavemente por el viento que estaba siendo presente que removía de misma forma los cabellos de los chicos presentes, estaban en unas sillas que había afuera, Andrea estaba mirando el cielo, desde ese lugar se veía muy brillante la luna, amaba su brillo. Y Rodrigo estaba amando ver a Andrea, no sabía la razón, pero estaba cómodo solo con admirar a la chica, a su amiga.

—Si pudieras elegir entre cielo o mar, ¿qué elegirías? —cuestionó de forma repentina Andrea.

—Te elegiría a tí.

Andrea dejó de mirar el cielo para llevar su mirada hacia Rodrigo.

—Es broma. —dijo Rodrigo—, creo que yo elegiría cielo, porque en si, el mar es el reflejo del cielo, el cielo es quien le da su apariencia. Y tú, ¿qué prefieres?

—El cielo. —respondió mientras volvía a llevar su mirada a la luna—, tiene demasiadas cosas en el cielo, prefiero ver un planeta a ver un tiburón sinceramente.

Rodrigo soltó una pequeña risa, ambos tenían en común esa respuesta. Estaban en ese punto donde no saben de que hablar, pero cualquier tema que sacaban era de interés para ambos.

—Entre Sol y Luna, ¿qué prefieres?

—Luna. —Andrea siempre tuvo clara esa respuesta—, ¿y tú?

En cambio, Rodrigo solo preguntaba porque sabía que eran temas interesantes para Andrea, pero nunca se preguntó aquello a si mismo.

—Ah... El Sol. —respondió tras pensar unos cuantos segundos.

—Desde que te conocí... —habló Andrea pensando un poco en sus palabras, aclaró la garganta—, desde que te conocí has sido como un Sol para mí.

El chico al escuchar aquello formo una sonrisa linda en sus labios, trato de quitar esa sonrisa pero simplemente no podía, parecía un bobo adolescente enamorado. Soltó una pequeña risa nerviosa para tratar de responder.

—Supongo que ambos nos préstamos de nuestro brillo. —dijo en un tono calmado, aunque él no estaba muy calmado que se diga—, eres un ángel en mi vida, literalmente, has hecho varios de mis días una gran alegría... Nunca supe que te necesitaba, pero ahora que estas aquí, nunca quiero dejarte ir, ni lo haré, jamás.

Andrea soltó una pequeña risa, nunca aprendió a como responder a palabras lindas como esas, pero al escuchar la voz del chico pronunciar esas palabras no pudo evitar sentir una felicidad y una emoción en su corazón.

—Si me sigues hablando así me voy a enamorar de tí. —bromeó para no hacer del momento demasiado cursi.

—Tal vez esa es mi intención.

Comment | CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora