Capítulo 21

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Eric me tomó de la mano y me hizo esconderme con él detrás de uno de los escritorios más alejados.

Lo miré con los ojos muy abiertos cuando oímos entrar a la Señorita Márquez junto a la directora. Eric me atrajo hacia él y me hizo señas para que no hablase.

-¿No entiendo por qué estás tan alterada si sabías que tarde o temprano sucedería? -Comentó la madre de Eric.

-Está situación me supera. En verdad no quería que sucediese pero no puedo permitir que mi hija siga engañada.

-¿Cómo se lo ha tomado?

-Se lo ha tomado bastante bien, se muere de curiosidad pero aún no se siente lo suficientemente lista para conocer a Salvador y a sus hijos.

Abrí los ojos como platos al escuchar aquello. Estaban hablando de los Montero

-Es una chica muy lista...

-Olivia es quien causa mis dolores de cabeza ahora, pero eso es otro tema.

La mención de Oliva hizo que el nudo que se había formado en mi cabeza se enredase más.

-¿Y cómo estás tú? No reaccionaste muy bien con la visita de Luisa.

Cuando Márquez dijo aquellas palabras los brazos de Eric se tensaron a mi alrededor. Quise mirar su reacción pero estaba demasiado pegada a él, y si me movía mucho corríamos el riesgo de ser descubiertos.

-Verla fue como si me hubieran dado una puñalada. De repente todos mis recuerdos pasaron fugazmente por mí mente... Fue aterrador.

-Es una historia bastante complicada la de ustedes. -Se oyó el sonido provocado al rozar las tazas con el platillo, estaban tomando café.

Mientras las escuchaba hablar mi curiosidad iba aumentando. Mi cabecita trabajaba intentando hallar sentido lo que dijeron.

Se oyeron dos suaves golpes en la puerta y luego alguien entró. Recé internamente para que nadie nos descubriese y suspiré aliviada cuando mi tutor pidió la presencia de ambas en la dirección.

Transcurrieron varios segundos hasta que por fin volvimos a quedar solos en la habitación. Antes de que pudiese reaccionar Eric se puso de pie y nos sacó de la sala de profesores antes de que alguien pudiese pillarnos allí.

Estando fuera recogimos en silencio lo que habíamos dejado desordenado por el pasillo y caminamos hacia la biblioteca para reportar que ya habíamos terminado nuestro trabajo.

No dije ni una palabra. Podía sentir los ojos de Eric sobre mí escrutándome, pero cuando puse me vista en él tenía la mirada perdida hacia el frente.

Sacudí la cabeza intentando sacar las locas ideas que se habían formado después de oír aquella conversación. Me resultaba increíble que Luisa y la directora se conociesen.

Eric se detuvo y yo hice lo mismo. Quise preguntar el motivo de su pausa pero la voz de su padre me hizo callar.

-Hijo te espero mañana en casa para la reunión. -Dijo posando un brazo sobre el hombro de mi acompañante y luego posó su vista en mí. -Hola Perla.

-Hola. -Respondí levemente y de soslayo vi como Eric miraba a su padre detenidamente y luego mi.

Recordé lo que dijo en la biblioteca y en mi cabeza algo hizo click.

-Disculpe... -Llamé la atención al dueño de la escuela.

-Por favor llámame Arturo.

-Arturo, quiero preguntarte algo.

-Claro, dime. -El hombre era adorable y muy abierto. Sus ojos verdes transmitían confianza y su rostro madurez.

-¿Conoces a mi madre? -La pregunta al parecer tomó por sorpresa no solo a Arturo, sino también a su hijo.

P.D. No me odies. Posdata # IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora