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Narra Astrid
La sangre corría por mis venas y latía hasta querer reventarlas a su paso de flujo. La bestia nos miraba atenta y la palabra furioso le quedaba super corto. Patán murmura rezos a los dioses, mientras retrocede con los pasos mas cortos e inexistentes que pude verle hacer. Brutilda se había quedado congelada viendo hacia el mismo lugar que yo y sin perderle de vista a la bestia, hacia lo mismo que Patán al retroceder.
Y el único que enserio me causaría problemas parecía ser Brutacio.
Brutacio y su nula capacidad para diferenciar entre lo divertido y el verdadero peligro. Estos chicos me causaran migraña.
-Es la cosa mas bonita que vi en vida... ¡Quiero uno! – quise golpearme la frente, pero mi primer instinto fue tomar la muñeca de Brutilda y jalarla. Ella tomo la de Patán.
- ¡Corran! – les señale el camino con mi arma a Brutilda quien se llevo jalando a Patán. Tome de la muñeca a Brutacio mientras veía como el grifo gruñía y alzaba vuelo. Volvía a gruñir antes de lanzarse a nuestro alcance.
Maldición.
Iba detrás de los chicos y Brutilda nos guiaba. Trataba de tirarle un golpe certero, pero con lo frondoso de las copas me era imposible la vista. Y sabía que venía detrás nuestro, lo delataba el aleteo forzado de sus alas y sus rugidos.
Se escucho romper una rama y cuando medio voltee a verlo, ya estaba casi a nuestro alcance.
-Astrid, pido uno para snoggletog- la voz de Brutacio me hizo regresar la vista al frente, provocando que desviar de suerte un tronco en el suelo.
-Primero debes de lograr que no te mate- le respondió su hermana quien se negaba a bajar la velocidad. Al menos era la mas sensata de los Thorton.
Su vuelo bajo aún más, pude sentir que chocó contra un árbol al tratar de atraparnos. Les grité a los chicos que empezaran a serpentear para evitarle que nos atraparan de golpe. Y luego lo vi. Un árbol grueso y grande se alzaba a mi vista, y vi refugio entre sus raíces que se levantaban del suelo como si fuera a desprenderse de la tierra.
- ¡TODOS AL ARBOL! – les señale hacia el árbol visto y todos corrieron hacia allá.
Entre trompicones entramos todos y nos nublo la incertidumbre al no escucharlo más. Mi respiración estaba acelerada y ni decir de la de los chicos. Y de la nada, la garra del inmenso animal se metió dentro de las raíces y capturo entre su filo la carne de la pierna de Patán, quien se encontraba mas afuera que todos al estar todos estrechos.
-AHHH MALDICION- grito en su letargo y sabia que aquello estaba doliendo. Era prácticamente casi un desgrro.
-Sostenlo, intentare aflojar el agarre. No lo jales, si lo haces podríamos desprenderle la extremidad. Espera a que la saque para jalarlo dentro. Comprendes- le explique a Brutilda y ella asintió mientras sostenía a Patán de los brazos.
Adormecí la pierna con mi esencia y con mis manos saqué la garra. Una vez fuera Brutilda jalo de Patán y lo metió mas dentro de las raíces.
Pero sabia que esto no acabaría. En un dilema lleno de mi irresponsabilidad, salí fuera de las raíces.
-EY... POR AQUÍ- el ave sin esperar más sonido se abalanzo.
Corrí por el sendero desde que el que nosotros vinimos haciéndolo, mientras escuchaba como corría con sus enormes patas chocando el suelo hacia mí. Y luego sus alas, empezaron a tomar distancia de la tierra.
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†☽-HALLOE-☾†
FanficLa sagrada tierra que se esconde de la visita de extraños. Guardando tanta belleza entre sus imponentes muros. Las impolutas montañas, que el sol va tocando al paso que nace desde el horizonte. Bañando de esplendor la tierra La tierra de que reclam...