VI.

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Una semana después…

- ¡Voy! – chillo y después de ponerme el reloj en la muñeca, me acerco a la puerta, abro sin mirar por el rabillo –
- Buenos días – dice y alzo la cara, sonriendo enseguida –
- Buenos días – susurro y se acerca para darme un casto beso –
- Café negro con dos de azúcar – avisa y sonrío maravillada, ella es perfecta –
- Gracias, no creo que me dé tiempo de ir por un café – aviso y me alejo de la puerta para que ella entré –
- Me imagino – susurra mientras le doy la espalda y escucho que cierra la puerta – si quieres te llevo – dice y me detengo en la barra para voltearme a verla –
- Gracias, aunque mejor me voy en mi coche – respondo y asiente sonriendo –

Algo que me gusta de Jennifer Stanton es que no se molesta si le digo que no, aunque si se molesta no lo hace notar y eso me parece aún más sorprendente, ella es increíble. Le pido unos minutos y asiente mientras se acerca a Chin, yo me quedo observándolos y sonrío mientras ella le hace cariño a mi perro, el muy traidor se acuesta patas arribas y entonces la pelirroja le hace cariños en la barriga.

- Traidor – susurro entre risas y me doy la vuelta para ir a mi habitación –

Fue cuestión de minutos para yo terminar de arreglarme, agarrar mi bolso y también mi chaqueta negra de siempre, me echo perfume y salgo de mi habitación, me acerco a la cocina y agarro mi café, le doy un sorbo y suspiro agradecida, escucho la hermosa risa de la pelirroja y volteo a verla, se pone de pie y extiendo mi mano, se acerca y la toma, Chin ladra y reviso que esté todo al día con su comida y agua, me acerco a él y le dejo un beso en la cabeza.

- Hasta luego hermoso – susurra Jennifer y Chin ladra otra vez, mientras mueve su cola y niego burlona –
- Hasta luego bebé – me despido y con nuestras manos entrelazadas caminamos hasta la entrada –

Abro la puerta y entonces Jennifer suelta mi mano para salir primero, salgo y me volteo para cerrar con llave la puerta, me giro y sonrío para acercarme a Jennifer, tomo de mi café y es esta vez ella quien entrelaza nuestras manos, caminamos hasta el ascensor y conversamos de mi trabajo, sobre todo porque es poco lo que a ella le gusta hablar del suyo.

Después de unos minutos estamos saliendo del edificio y nos despedimos de Paco, caminamos hasta mi coche y al llegar suelto su mano para bajarle el seguro y meter mis cosas en los asientos de atrás, salgo y me acerco a la pelirroja quien sonríe con suavidad, me fascina esta mujer y me aterra porque tampoco es tanto el tiempo que llevamos conociéndonos.

- ¿Quisieras cenar esta noche conmigo? – pregunta y asiento –
- ¿Dónde? – pregunto y resopla –
- McDonald’s – responde y me rio –
- ¿De verdad? – pregunto asombrada y asiente –
- Mi mayor secreto es que me gusta ese lugar – responde y asiento –
- Entonces nos vemos en McDonald’s a las 19:30 de la tarde – digo y asiente –

Rodeo la puerta del piloto y acaricio su mejilla mientras estoy frente a ella, da un paso adelante y entonces me da más espacio para tomar su mejilla, nos quedamos mirándonos a los ojos y finalmente sonreímos mientras siento sus manos en mis caderas, le doy un suave beso y un pequeño jadeo sale de su boca, segundos después nos alejamos y me guiña un ojo, nos despedimos y me volteo para subirme al coche, cierro la puerta y Jennifer se despide una última vez para ir a su coche, suspiro pesadamente y me pongo el cinturón de seguridad.

Enciendo el coche y también la radio, va sonando una canción que no reconozco, pero la dejo y salgo de retroceso, segundos después estoy saliendo del estacionamiento, miro por el espejo retrovisor y ella está detrás de mí, me rio por lo bajito y miro al frente, tomo camino al hospital y cuando vuelvo a ver por el espejo, ella ya no está detrás de mí, hago un puchero y miro al frente para entonces seguir mi camino al hospital.

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