IX.

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Alzo la cara al cielo y esta iluminado, sonrío y vuelvo la vista al frente, me detengo a mitad de camino cuando escucho la voz de Mike, me volteo y sonrío anchamente algo que lo hace frenar de golpe, camina lentamente hasta llegar a mí, me toma de las mejillas y comienza a revisarme, me analiza y me rio mientras niego, me zafo y me alejo unos pasos, mi gemelo me mira mientras entrecierra los ojos y se cruza de brazos.

- ¿Con quién tuviste sexo? – pregunta y siento mis mejillas ardes – ¡¿TE SONROJASTE?! – gritó y lo mandé a callar –
- Cállate imbécil – me quejo y se ríe –
- ¿Me contarás quien es el afortunado? – pregunta y resoplo –
- Vamos a mi oficina – respondo y retomamos el camino hasta entrar a la empresa –

Mike sonríe emocionado y yo niego, pásamos por recepción para tomar nuestros carnets y seguimos hasta el ascensor, al llegar Mike es quien pasa su carnet para esperar a que se abran las puertas del ascensor, comienzo a sentir un malestar en la boca del estómago y me quejo por lo bajito, Mike me mira preocupado pero niego. Minutos después estamos saliendo del ascensor en nuestro piso y caminamos hasta mi oficina mientras vamos conversando de papá, saludamos a mi secretaria y le pido que nadie entré mientras esté Mike, asiente y entramos a mi oficina.

- La cosa es seria, si pediste eso – dice mientras me acerco al perchero donde dejo mi cartera y luego mi abrigo –
- Es mi vecina – digo de golpe y hay un silencio, me volteo y veo a Mike impresionado –
- ¿Te gustan las mujeres? – pregunta y niego –
- Me gusta ella – respondo y asiente – es la rubia más hermosa que puedo haber visto y eso que en nuestro mundo sobran rubias – explico y se ríe mientras asiente – pero ella es especial ¿sabes? – suspiro y mi corazón se acelera – se alegra viendo un juego de Yankees – digo recordando –
- ¡Es de las mías! – grita y me rio –
- Ella no es de restaurantes de lujos y gran parte de sus días vive con un uniforme médico – digo y nos reímos – la conocí en el ascensor y si no voy por ella, ese es nuestro lugar para encontrarnos – susurro mientras sonrío –
- Tus ojos brillan hermanita, ni siquiera con Tom – confiesa y volteo a verlo –
- Amé a Tom, pero con Alison todo es tan diferente – susurro – ella es diferente – confieso y Mike asiente –
- Sabes que papá pegará el grito en el cielo, ¿lo enfrentarías? – pregunta y me desplomo en el sillón mientras me cruzo de brazos –
- Creo que sí – susurro suavemente y hay un pequeño silencio mientras miro el techo –
- Sígueme contando de mi cuñada – chilla Mike y me rio mientras asiento, me arreglo en el sillón y miro a Mike –

Le cuento casi todo, excepto la noche de ayer, pero prosigo en esta mañana cuando me desperté y le hice el desayuno, Mike se asombra porque no soy persona de cocinar, me rio y asiento, luego le llevé el desayuno y recuerdo su cara de asombro cuando me vio con la bandeja, ella es increíble y no sé si lo sabe, suspiro y así seguimos conversando hasta que mi secretaria avisó que buscan a Mike.

- Luego vengo para que sigamos conversando, amo verte con ese brillo, ya era justo – dice y asiento –
- Gracias – susurro y asiente para marcharse –

Veo a mi gemelo marcharse y llamo a mi secretaria, quien llega en segundos y le pido mi agenda, definitivamente necesito una asistente, luego le pediré a recursos humanos una asistente, resoplo y le presto atención a mi secretaria de lo que será el día de hoy, hago una mueca de horror y se ríe por lo bajito, sonrío y niego, se despide después de terminar y asiento para verla marcharse.

                                           …

El día pasó con tranquilidad, pero seguía con el malestar en la boca del estómago como si de una mala noticia se tratase, pero temprano llamé a mamá y todo estaba bien, así que por el lado de la familia no es, también he estado hablando por ratos con Alison, me dijo que todo iba bien así que tampoco creo que sea por ella. Llego a mi oficina y rodeo el escritorio para sentarme en mi sillón, me pongo mis gafas de trabajo y sigo leyendo un par de papeles que me mandó la presidente.

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