ASCENSOR

XXIII.

Dos meses después…
Jennifer Rizzo

Marzo. Todo ha pasado, después de la muerte de nuestros padres y del secuestro de Sebas, Lauren decidió quedarse quieta y Aarón lo agradeció, ahora las empresas Rizzo’s no sólo siguen siendo las más importantes de New York, sino que hace una semana Lauren se ganó el premio a la empresaria del año y lo celebramos por todo lo alto, ha sido un comienzo de año caótico pero ahora estamos en marzo y todo se ha calmado, algo que agradezco tanto.

- ¿Puedo? – preguntan y alzo la cara, sonrío y asiento –
- Dime hermana – susurro y Lauren se sienta frente a mí –
- ¿Cómo estás? – pregunta y sonrío –
- Más feliz que el año pasado – respondo y asiente, aquellos ojos verdes se ponen tristes – hey, ya pasó – digo y hace un puchero –
- ¿De verdad ya me perdonaron? – pregunta titubeante –
- Basta Lauren, estoy con ella y es todo – respondo y asiente – por cierto, me voy temprano, tengo una cena que hacer – aviso y se ríe –
- ¿Ya le pediste noviazgo? – pregunta y niego – te veo lenta hermanita – dice mientras se pone de pie y me rio – ¿Por qué no le dices al chef de la familia? – pregunta y niego mientras frunzo el ceño –
- Quiero que ella sepa que sé hacer algo más que ser una Rizzo – respondo y asiente –
- Toda una Stanton – dice orgullosa y me rio –
- Que honor – susurro y asiente –
- Que sean muy felices – dice y asiento –

Mi hermana sale de la oficina y mi secretaria avisa que ya llegaron los empresarios con quienes tengo la reunión en diez minutos, asiento y le pido que los atienda, asiente y se marcha, agarro mi celular en el escritorio y lo desbloqueo para llamarla, espero a que atienda.

Llamada
-Hola – saluda agitada –
- ¿Urgencia? – pregunto y suena la sirena de una ambulancia –
- Sí, ¿todo bien amor? – pregunta y suspiro –
- 19:20 de la tarde en mi departamento, te amo – aviso sonriente –
- Allí estaré amor, también te amo – dice y asiento, nos despedimos y cuelgo –
Finalizada Llamada

Resoplo y entonces cierro la laptop, la agarro junto a mi celular y camino hasta salir de mi oficina, camino todo el pasillo y llego al ascensor, pongo el carnet y espero a que suba para bajar al salón de reuniones, esta es una de esas reuniones muy importantes para la empresa así que Lauren me la dejó a mí, muevo la cabeza de un lado a otro haciendo que suene el cuello y se abren las puertas del ascensor, entro y toco el piso de reuniones, se cierran las puertas y bajo. Segundos después, estoy saliendo del ascensor y camino el largo pasillo hasta la sala, saludo al entrar y después de unos minutos comienza la reunión.

                                           …

- Me voy, nos vemos mañana – me despido y mi secretaria asiente –
- Hasta mañana jefa – se despide y asiento –

Arreglo mi cartera y también mi abrigo, llego al ascensor y paso el carnet para esperar a que suba. Unos minutos después, estoy saliendo del ascensor, camino hasta recepción y dejo mi carnet, me despido y entonces camino hasta salir de la empresa, me despido del vigilante y sigo hasta el estacionamiento para llegar a mi coche, al subirme dejo mi cartera a un lado, me pongo las gafas de sol y me pongo el cinturón de seguridad, enciendo el coche y bajo el techo, salgo de retroceso y segundos después tomo la avenida para ir al edificio, en el camino enciendo la radio y sonrío al reconocer la voz de Pablo Alborán.

“Todo empezó como un hobby, una pequeña charla en el lobby, nos fuimos queriendo y entendiendo más, la situación ya nos pedía algo más, tú me dijiste ¿pa dónde vas? La noche es temprano y ahí me di cuenta que esas miradas no eran en vano”

                                           …

Después de llegar al edificio, me estaciono y subo el techo, apago el coche y me quito el cinturón de seguridad, agarro mi cartera y me bajo del coche, le subo el seguro y entonces me volteo para caminar hasta la entrada del edificio, miro mi reloj de muñeca y ya son las 18:10 de la tarde, se me hace tarde, alzo la cara y saludo a Paco.