ASCENSOR

XVIII.

“Un abrazo no es eterno aunque puedas sostenerlo, aferrarse siempre es atrapar aunque duela debes aprender a soltar, un abrazo no es eterno aunque puedas sostenerlo”

Me estaciono y dejo que termine la canción para entonces apagar el coche, toco el botón para que se suba el techo y me quito el cinturón de seguridad, saco de mi cartera mis gafas de sol y agarro mi chaqueta negra, me volteo y me quedo mirando a la nada mientras vuelvo a recordarla.

- Salté de mi maldita mente Alison Jones – chillo y agarro las llaves para por fin bajarme –

Miro a todos lados y le paso el seguro al coche, camino hasta la entrada y saludo al vigilante, me acerco en recepción y pido mi carnet luego de saludar. Minutos después estoy pasando el carnet para que se abran las puertas del ascensor, toco el botón de mi oficina y me echo para atrás mientras arreglo las gafas de sol y subo.

- Buenos días – saludo a la secretaria –
- Buenos días, señorita la buscan – dicen cuando entro a la oficina y él se voltea sonriente –
- Tom – susurro conmocionada –
- Estoy de paso y quería saludar – avisa y asiento –
- Tráigale algo al señor, por favor – pido y Tom pide café – que bueno tenerte por aquí – digo finalmente entrando a la oficina –

Me acerco a Tom y lo abrazo, luego rodeo el escritorio y cuelgo tanto la chaqueta como la cartera en el perchero, me volteo y nos sentamos a hablar, unos minutos después llega mi secretaria con dos cafés y aparece Mike, sorprendido ve a Tom y me hace señas, niego y Tom se ríe para saludarse los dos.

- Papá estaría pegando el grito – comenta Mike y asiento –
- ¿Cómo lo han llevado? – pregunta Tom y resoplo –

Más difícil la ha llevado Lauren, está aferrada a conseguir a los culpables si o sí, temo por nuestra seguridad pero más por la de ella, papá no trataba con gente pura así que todo es posible y los detectives dieron a entender que era más por venganza que otra cosa, lo cual creo y por eso me preocupo más por su firmeza, mientras que Mike ha sabido llevarlo, estoy agradecida que esta John para acompañarlo en estos momentos, mientras que yo siento que todo me ha caído de golpe, no he sabido llevarlo y tampoco llorarlos, no sé si lloro por ellos o por ella, incluso por ambos, sin embargo, aquí estoy para ayudar.

- ¿Y ella? – pregunta Tom y resoplo –
- Con alguien más – respondo y la oficina se queda en silencio –
- ¿No piensas luchar? – pregunta y Mike chilla –
- La mejor pregunta ex cuñado – chilla y me rio negando –
- No lo sé Tom – susurro y el castaño se acerca serio –
- No te conozco como una cobarde, lucha, la vida es tal vez un segundo y no lo sabemos – aconseja y miro a Mike –
- Él tiene razón – dice mi gemelo y me alejo para girarme a ver la ciudad –
- Tal vez – susurro pensativa –

                                            …

- Alguien me dijo que uno de mis ex cuñados favoritos está aquí – dicen y alzo la cara sonriente –
- Lauren – chilla Tom quien se pone de pie y se acerca a mi hermana –
- Que bueno verte Tommy – dice Lauren y sonrío –
- Pasaba por aquí y quise visitar, trato de convencer a la testaruda de que vaya por su mujer – dice Tom y viro los ojos –
- ¡Sí! Hasta yo ayudaría – grita Lauren y niego – la culpa me carcome – susurra y me tenso –
- Ya pasó – digo y me pongo de pie –

En ese momento aparece mi secretaria avisando que tengo una reunión, asiento y agarro mis cosas, me despido de Lauren y también de Tom, quedando en ir a almorzar, salgo de la oficina y camino con mi secretaria hasta el ascensor, al llegar paso el carnet y esperamos a que suba para ir a la sala de reuniones, mientras tanto me comenta una que otras cosas de los clientes y asiento.