VIII.

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Un mes después…

- ¡¿Cómo que no han tenido sexo?! – grita exaltada Mariam y miro a todos lados apenada –
- ¿Vamos al New York Post? Digo para que lo publiques imbécil – respondo y se queja – nos estamos conociendo Mariam Alejandra – explico y la castaña resopla –
- Alison Catherine, eres una tonta – dice y me cruzo de brazos – dudo que con tu ex, que no diré nombre porque detesto – aclara y me rio por lo bajito – hayas durado tanto conociendo antes del sexo – dice y niego –
- ¿Y qué pasó? – pregunto ahora – exacto, todo terminó mal – respondo y se queda asombrada para luego negar –
- No significa nada, todo terminó mal porque era una infiel de mierda – dice y resoplo –
- Deja de quejarte, estamos dejando que todo fluya – digo y la miro seria, Mariam niega –
- Santurrona – susurra y la apunto con el dedo índice, terminamos riéndonos –

Es increíble como ha pasado un mes y que sí, todavía no hemos pasado de los besos, aunque la verdad no me quejo, besa muy bien y con lo bien que la pasamos juntas no me molesta si tenemos o no relaciones, me quedo pensando en ella y la noche de ayer, algo que me hace sonreír y es que ayer siendo mi día libre, me invitó a bailar y terminamos en un bar poco recurrente, donde bailamos de todo aunque la mayoría de los géneros yo no era la mejor, en cambio ella sí sabía un poco más que yo.

- Tierra llamando a Alison – chilla Mariam y volteo a verla –
- Dime – digo suavemente –
- Te dejo, ahora sí comenzó mi guardia – se despide mientras se pone de pie – disfruta la vida hermana y sé feliz – aconseja mientras me deja un beso en la cabeza –
- Te quiero Coelho – digo y se ríe mientras se va –

Me quedo pensando en las palabras de Mariam cuando suena mi celular y lo saco de mi bata médica, es Jennifer y sonrío al ver que es una llamada, me pregunta si ya salí a lo que afirmé y me avisó que me espera afuera, cuelga y me quedo asombrada, ¿Cómo que afuera? Pero si yo traje mi coche, me rio por lo bajito y guardo mi celular para terminar de tomarme el café, me pongo de pie y camino hasta salir de la cafetería para ir por mis cosas.

                                                …

- Lo bonito de siempre escucharte es que sé que te gusta y que no – dice mientras me acerco y sonrío sin entender – así que te invito a un bar para que veamos la MLB – se endereza y la miro asombrada –
- ¿De verdad? – pregunto asombrada y asiente para luego tomar mis mejillas y darme un corto beso – ¡Acepto! – chillo y se ríe –
- Vamos entonces – dice y toma mi mano para rodear su coche y subir –

Me arreglo en el copiloto y me pongo el cinturón de seguridad, Jennifer se sube y volteo a verla igual ella a mí, sonreímos y le lanzo un beso, no sé si tendremos relaciones pero estos momentos para mí son más importantes. Ir al cine, ir a bailar, ir a cenar a McDonald’s, ir a ver el juego de Yankees, jamás me sentí más feliz como ahora, suspiro y Jennifer después de ponerse el cinturón de seguridad, enciende el coche y yo la radio, va sonando una canción en español y la dejo, le bajo un poco el volumen y comienzo a conversar con Jennifer mientras vamos a un bar para ver el juego.

Después de un rato llegamos y se estaciona, sube el techo del coche y lo apaga, nos quitamos los cinturones de seguridad y nos bajamos, reviso tener dinero y mi celular en los bolsillos, Jennifer extiende su mano y alzo la cara, sonrío y la tomo, pasa su brazo sobre mis hombros y entrelazamos nuestras manos, le dejo un beso en la mejilla y la pelirroja sonríe mientras caminamos hasta entrar al bar, la gente está reunida mientras ven el juego y sonrío encantada, nos acercamos a la barra donde ella pide un Martini de millonarios y yo sólo una cerveza, juego de béisbol es igual a cerveza, es todo.

Yankees iba ganando a Piratas y todo el bar estaba revolucionado, esos son los Yankees que todos amamos, le voy explicando la historia del equipo neoyorquino a Jennifer y ella asiente mientras tanto, algunas veces me mira asombrada y otras maravillada, ella dice que nació aquí pero jamás fue muy fanática del béisbol, diferente a mí que por mi padre siempre he sido fanática tanto del béisbol como del baloncesto, mi madre ha querido que sea fanática del fútbol pero no me gusta hasta ahora, que contradictorio pero así soy.

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