La Bruja Nomi Alexiou

3 de septiembre de 2686

Nomi sabia que ahora podía realizar el hechizo para ocultarse temporalmente de las invocaciones de Kype, con el poder de Zyrrath nadie la detendría. Los poderes Zyrrath superaban a los de Kype en todo ámbito, es cierto que con su poder podría convertirse en la bruja mas poderosa, la reina de la oscuridad...

Nomi (sacude la cabeza): Esto no se me puede subir a la cabeza, necesito un plan.

Nomi comenzó su plan para librarse de Kype, aunque sabia que ya no le servía su voluntad luego de realizar el trato con Zyrrath, Nomi sabia que Kype aparecería en cualquier momento si siente las presencia de almas. Nomi saca su grimorio de su bolso y abre la página en donde está el hechizo "Sombra de la Noche Eterna".

*Para realizar el hechizo se requiere el poder de dos demonios*

Nomi sabía que el momento era crucial. Había conseguido el poder de Zyrrath, pero usarlo requería precisión y, sobre todo, control. El hechizo "Sombra de la Noche Eterna" brillaba en las páginas amarillentas del grimorio, con las letras casi palpables como si estuvieran cargadas de energía oscura. Se detuvo un momento, respirando profundamente para calmar la adrenalina que la invadía.

Nomi (murmurando): Este hechizo me dará el tiempo que necesito... pero el riesgo sigue siendo enorme. Kype no será fácil de engañar, ni de evadir.

Con una determinación fría, Nomi comenzó a reunir los ingredientes necesarios para el ritual. Las almas errantes que había absorbido en el campo de batalla bullían en su interior, inquietas, pero obedientes a su poder. Con la presencia de Zyrrath ahora fluyendo a través de ella, podía sentir la diferencia: una fuerza abrumadora que la llenaba, pero que también la tentaba a ceder a una oscuridad más profunda.

Nomi (pensando): Debo mantener el control... No puedo permitir que Zyrrath o Kype me dominen.

Nomi colocó unas velas negras en un círculo a su alrededor y vertió una mezcla de hierbas demoníacas en el centro del altar improvisado. Cerrando los ojos, visualizó los rostros de los dos demonios: Kype, con su aura sofocante, y Zyrrath, cuya presencia la envolvía en una sombra helada.

Nomi (con voz firme): Que el poder de Zyrrath proteja mi esencia y bloquee la influencia de Kype.

Levantó las manos hacia el cielo, sintiendo la energía oscura que comenzaba a formarse en el aire a su alrededor. Las velas parpadearon, la luz de la luna se oscureció, y una niebla espesa comenzó a elevarse desde el suelo.

Nomi (recitando en un susurro): Sombras que envuelven, Oscuridad sin fin, Que el demonio no me encuentre, Que su poder cese en mí.

El aire se tensó, y un viento helado atravesó la escena. Las palabras en el grimorio brillaban intensamente mientras Nomi canalizaba el poder de Zyrrath a través de sus manos. Sentía la fuerza fluir dentro de ella, pero también percibía la resistencia: la esencia de Kype intentando penetrar el escudo que estaba creando.

De repente, una voz profunda resonó en su mente, una mezcla de eco y presencia abrumadora: Zyrrath.

Zyrrath (en la mente de Nomi): Ten cuidado, Nomi. Jugar con dos demonios puede ser tu perdición... o tu salvación. No olvides el precio de mi poder.

Nomi, sin embargo, no vaciló. Estaba decidida a terminar el ritual. Un resplandor negro salió de sus manos, extendiéndose por todo su cuerpo y creando un escudo invisible a su alrededor. Sentía que la conexión con Kype se desvanecía lentamente.

Nomi (pensando): Lo he logrado... Estoy oculta... temporalmente.

El ritual estaba completo, pero las palabras de Zyrrath resonaban en su mente. El precio de su poder aún no estaba pagado, y Nomi sabía que cada paso que daba la acercaba más a un destino incierto, uno en el que tendría que enfrentar no solo a Kype, sino también a Zyrrath.