La Bruja Nomi Alexiou

19 de octubre de 2686 parte dos

Kype, con una sonrisa retorcida en su rostro, se lanzó hacia Zyrrath con una velocidad aterradora. El aire alrededor de ellos se tensó, las sombras a su alrededor se arremolinaron, llenas de la ira acumulada de ambos demonios. Cada golpe sacudía el suelo, y las ráfagas de poder oscuro se esparcían por el campo de batalla. La energía caótica era palpable.

Zyrrath (con una risa burlona): ¿De verdad piensas que puedes vencerme, Kype? Tu tiempo ha terminado.

Kype (respondiendo con furia, mientras lo golpea con fuerza): ¡Mi tiempo terminará cuando tú no estés más en este mundo!

Los dos demonios se enzarzaron en una lucha encarnizada, con ataques devastadores de ambos lados. Nomi observaba la batalla desde la distancia, sintiendo la magnitud del poder desatado entre ellos. Kype luchaba con una ferocidad inhumana, pero cada vez que Zyrrath lo golpeaba, el daño se acumulaba. Su cuerpo comenzó a mostrar las marcas de la pelea, sus heridas abiertas brillaban con un resplandor oscuro, pero su odio lo mantenía en pie.

Kype (jadeando, con sangre escurriendo por su cuerpo, sus ojos llenos de odio): No importa cuánto me hieras, Zyrrath... Mi odio hacia ti me da la fuerza que necesito...

Zyrrath, viéndose más fuerte, atacaba con la intención de terminar la batalla. Sin embargo, Kype, debilitado pero aún peligroso, comenzó a concentrar toda la energía oscura que le quedaba en su pecho. Una esfera de poder oscuro comenzó a formarse, pulsando con una energía letal.

Zyrrath (dándose cuenta, con sorpresa y furia): ¡No te atrevas, Kype!

Kype (con una sonrisa maliciosa, apenas manteniéndose de pie): Es hora de acabar con esto, Zyrrath...

Con un último rugido de odio y desesperación, Kype desató el ataque mortal, lanzando toda la energía concentrada directamente hacia Zyrrath. La explosión fue devastadora, sacudiendo todo a su alrededor. Zyrrath fue impactado de lleno, su grito de ira resonó en el aire mientras su cuerpo era envuelto en la oscura energía de Kype.

La batalla parecía haber alcanzado su punto culminante, pero aunque Zyrrath había sido herido gravemente, Nomi sabía que el demonio no caería tan fácilmente. Zyrrath, ahora debilitado, pero aún vivo, observó a Kype con una mezcla de furia y desprecio.

Zyrrath (gruñendo con furia, mirando a Kype mientras se recupera del impacto): Esto... no ha terminado...

Zyrrath se levantó del suelo, tambaleándose pero con los ojos llenos de odio. Con lo último de su poder, lanzó un rayo oscuro hacia Kype, pero el demonio lo esquivó con agilidad, anticipando el ataque. Zyrrath, debilitado y jadeando, intentaba mantenerse en pie, pero la furia de Kype no tenía fin.

Kype (con una sonrisa cruel): Siempre creíste que eras invencible, Zyrrath. Pero ya ves, el odio siempre gana.

Con una velocidad sorprendente para su estado, Kype lanzó un último ataque devastador. Su mano atravesó el pecho de Zyrrath, rompiendo la barrera de energía que lo protegía. Zyrrath gritó de dolor, sus ojos rojos brillando por última vez antes de que la vida comenzara a desvanecerse de su cuerpo.

Zyrrath (murmurando con sus últimas fuerzas): Esto... no puede ser el final...

Kype (mirándolo con desprecio): Este es tu final, Zyrrath. El mundo no te recordará. Solo el abismo te espera.

Zyrrath cayó de rodillas, su cuerpo temblando mientras el poder oscuro que lo había mantenido se desvanecía lentamente. Su mirada se perdió en la nada, y en un último suspiro, cayó al suelo, derrotado.

Kype (mirando el cuerpo caído de Zyrrath, triunfante pero agotado): Al fin... está hecho.

Nomi, quien había observado la batalla, sintió una mezcla de alivio y horror. Zyrrath estaba muerto, pero Kype seguía en pie, más peligroso que nunca. Sabía que el demonio no dejaría las cosas así.

Nomi (murmurando para sí misma): He vencido a uno... pero aún queda el otro.

Con Zyrrath fuera del camino, Nomi debía enfrentarse a la última prueba: acabar con Kype, quien ahora, sin su rival, podía volver a reclamar su influencia sobre ella.