𝑹𝒆𝒔𝒕𝒂𝒖𝒓𝒂𝒏𝒕𝒆 ~ 𝑭𝒂𝒕 𝑮𝒖𝒎~

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Mientras miraba el teléfono me di cuenta de que el restaurante estaba, literalmente, vacío. Eran las 00:30 más o menos, y ya no aceptaban que nadie entrara al restaurante. De hecho, la cocina estaba en silencio y ya la habían cerrado. Había solo un limpiador joven dejando una fregona detrás de la barra y se fue, porque oí la puerta del restaurante. Entré al baño y mientras meaba, pensaba medio en broma medio en serio, que qué pasaría si iba a abrir la puerta del restaurante y estaba cerrada por fuera y me dejaran toda la noche aquí solo. Total, que cuando me lavé las manos salí del baño y me acerqué a la puerta del restaurante.

Casi se me para el pecho cuando, efectivamente, veo que no se abre. Acerqué la cara al cristal pero no veía nada por fuera, solo unas farolas y gente pasar al fondo. Me di la vuelta y me puse a mirar a la cocina, por las mesas, a ver si veía a alguien. Todavía había luces en el restaurante, en algunos sitios, así que me parecía muy raro que pudiera estar totalmente vacío (o al menos eso esperaba).

Cuando estaba mirando por la barra, me fijé que había todavía desorden detrás, en la cocina. Incluso pude ver un teléfono por ahí. Por tanto, había alguien en el restaurante. Dije "hola" un par de veces pero nadie me contestaba. Mientras me acercaba a la cocina poco a poco, (me daba mal rollo pasar por detrás de la barra), vi que salía luz por debajo del aseo de mujeres, así que en ese momento vi la situación muy clara. Alguna cocinera o camarera estaría ahí, por lo que esperaría y le diría que me abriera la puerta para poder irme.

Mientras miraba el móvil apoyado en la pared, escuché con un poco de atención el sonido que salía de dentro del baño y me di cuenta de que no era normal. No voy a mentir diciendo que eran gemidos, porque no lo eran, pero sí que oía soplidos y como sonido de agua, y fantaseé con la idea de que fuera una masturbación. De hecho, en mi mente dibujé a una mujer masturbándose y la verdad que el sonido me encajaba perfectamente.

Empezaba a estar cachondo. No ayudaban en nada el tipo de pensamientos que estaba teniendo, y ya sabéis lo que me pasa cuando este tipo de ideas (y mi poca vergüenza) empiezan a rondarme la cabeza. Total, que ahí estaba yo, en un restaurante vacío al 95%... muy tarde... con una chica, mujer, o señora (no lo sabía aún) que casi seguro se estaría masturbando. Podría fingir que estaba buscando a alguien que me abriera la puerta y entrar sin querer, pillarla a medio... Y eso hice.

Abrí la puerta y para mi sorpresa no tenía pestillo, el váter estaba a la derecha así que no vi nada al mismo abrir. Pero entré rápidamente y a mi derecha se encontraba una mujer de unos 40 años, sentada en el váter y con las piernas cerradas. Estaba sudando y roja, se tapó la entrepierna con una mano y me dijo "está ocupado, por favor cierra". Hice el amago de irme hacia atrás, pero como realmente quería ver si había alguna opción de sacar partido de aquello... me quedé quieto y la miré fijamente, de arriba a abajo. Aunque ella estaba en una posición incómoda me miró a los ojos y, para forzarla a iniciar conversación, empecé a decirle:

- Ay perdona, mira, es que llevo un rato largo solo ahí fuera y no puedo salir del restaurante, creo que han cerrado, y tengo mucha prisa por salir que tengo que ir a un sitio...

+ Vale, vale, pero cierra, ahora te abro yo, se ve que el último camarero ha cerrado.

- Si, sin problema, te espero fuera.

Aunque le dije que la esperaba fuera, realmente no hice ni el más mínimo movimiento de irme hacia atrás. Seguía mirandola de vez en cuando. Por su sudor y la respiración tan agitada que tenía, no cabe duda que esa mujer se estaba tocando el coño hacía menos de 20 o 30 segundos. Era rubia con mechas, no estaba gorda, la verdad que tenía un físico decente. No era demasiado guapa pero tampoco es algo importante en estos casos. Lo que sí tenía eran unas tetas inmensas, a pesar de la camiseta de cocinera, podía intuir dos buenos melones, incluso los pezones estaban algo marcados fruto de la excitación. Mi mente ya era imparable y lo tenía decidido, quería follarme a esa señora. Ya sabéis que me gusta mucho el sexo, tanto con hombres como con mujeres, pero he de reconocer que las maduritas tienen un sitio especial en mi corazón, ya que suelen ser (lo tengo muy comprobado) muy guarras.

𝙾𝙽𝙴 𝚂𝙷𝙾𝚃𝚂 𝙼𝙷𝙰 𝚇 𝙾𝙲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora