Capítulo 9

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Aquel lunes por la mañana Penelope ingreso a su oficina mas temprando de lo acostumbrado. No habia podido pegar el ojo en toda la noche y su cabeza daba vueltas.

Por que? Por que se sentia asi luego de tantos años? Luego de tantos dimes y diretes entre ambos?

Y su boca... Sus labios finos; que habia descubierto recientemente lo mucho que los habia añorado durante tantos años.

La pelirroja sacudio la cabeza intentando escapar del enredo que era su mente, pero no pudo concentrarse en absolutamente nada por al menos unas dos horas.

Su mirada perdida en quien sabe que a traves del ventanal de su oficina. Sus pensamientos ubicados en la marea de recuerdos de hacia casi treinta años; especificamente en el momento en que consiguio reunir el valor para de cierta forma decirle a Colin lo que sentia.

[Flashback]

El sol se había ocultado, dejando atrás el gris del atardecer otoñal Londinense mientras una feria local cobraba vida con luces brillantes y risas resonantes. Penelope y Colin caminaban juntos, seguidos de cerca por los hermanos de Colin: Anthony, Daphne, Benedict y Eloise. Habian comprado los boletos para la feria hacia unos cuantos dias.

La misma estaba llena de puestos de comida (Cosa que los tres varones Bridgerton agradecian plenamente), juegos y atracciones que prometían una noche de diversión.

- ¡Miren eso! exclamó Eloise, señalando una cabina de fotos retro en la esquina de la feria. -¡Vamos a tomar algunas fotos!

Daphne y Benedict intercambiaron una mirada divertida y asintieron, dirigiéndose hacia la cabina. Penelope y Colin se quedaron un poco atrás, compartiendo una sonrisa cómplice.

- ¿Te apetece? - preguntó Colin, con un brillo travieso en los ojos.

- Claro- respondió Penelope, sintiendo una mezcla de nervios y emoción.

Los hermanos entraron primero, riendo y haciendo caras tontas mientras se tomaban las fotos. Cuando fue el turno de Penelope y Colin, ella sintió que su corazón latía más rápido.

- Vamos, Pen, -dijo Colin, tomándola de la mano y guiándola dentro de la pequeña cabina. Se sentaron juntos en el banco estrecho, tan cerca que Penelope podía sentir el calor de su cuerpo junto al suyo.

La cabina comenzó a tomar fotos, y Colin sugirió varias poses divertidas. En una, ambos hicieron muecas; en otra, Colin puso un brazo alrededor de los hombros de Penelope y sonrieron ampliamente.

En la última, Colin se inclinó y le dio un beso en la mejilla, justo cuando la cámara capturó el momento. Penelope sintió sus mejillas arder y su corazón acelerarse aún más.

Cuando salieron de la cabina, las tiras de fotos comenzaron a imprimirse. Colin tomó una y se la guardó en el bolsillo de su chaqueta antes de que Penelope pudiera verla. La otra tira quedó en las manos de Penelope, quien la miró con una sonrisa tímida.

Todo lo que nunca FuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora