Prólogo

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El móvil sonaba sin parar en su bolsa desde hacia un par de minutos sin embargo, no habia podido tomar la llamada.

Con los ojos puestos en el trafico, tanteo a ciegas en el asiento del copiloto en busca del bolsillo en el que descansaba el aparato que aun sonaba dentro del auto. Finalmente lo alcanzo y como pudo lo llevo a su oreja

-Bueno? -Pregunto aun sabiendo quien le llamaba con tanta desesperacion.

-En donde estas? Ya casi va a comenzar la ceremonia! -La voz dulce pero consternada de la joven se escucho del otro lado de la linea.

-Aggie, estoy a cinco minutos de llegar. -Respondio con voz apacible.- Aun estoy a tiempo y no me lo perderia por nada del mundo, lo sabes.

Del otro lado se escucho un suspiro de resignacion
-Apurate por favor! -Agrego suplicante la voz antes de finalizar la llamada.

Cinco minutos reloj mas tarde, la pelirroja se estaba bajando del auto a la vez que se colocaba las gafas de sol. Aquel sabado de Julio llego al evento usando un conjunto de traje combinado en color crema y negro que acentuaba sus curvas y se ajustaba perfectamente en sus pechos.

Tras colocarse el saco del traje y abotonarlo como era debido ,abrio la puerta trasera para tomar el gigantesco ramo de rosas amarillas que habia llegado a su oficina esa mañana como un encargo especial.

-Madre! Has llegado! -Escucho a la vez que se daba vuelta para encontrarse los brazos de su hija.

-Te dije que llegaria a tiempo, mi pequeña berrinchuda, mama siempre cumple.

Ambas se fundieron en un profundo abrazo y Penelope dejo un beso en los cabellos rojizos de su hija.

-Te amo y estoy orgullosa de ti -Dijo en un susurro a la vez que dejaba reposar el menton sobre el hombro de la joven quien a sus veintitres años era mucho mas alta que ella, incluso llevando tacones.

-Lo se mama; yo te amo a ti. -Respondio Agatha, en tono dulce antes de separar el abrazo.

Ambas se encaminaron en medio del campus de la universidad que estaba lleno de estudiantes recien graduados y familiares quienes venian a la ceremonia de entrega de titulos.

Agatha se despidio de su madre con afan, dejando un ultimo beso en su mejilla y dandole una mirada al enorme ramo que llevaba en sus manos antes de susurrarle "Estan preciosas, gracias".

Al quedarse sola, su mirada repaso el lugar; estaba lleno de gente y pronto su mirada se encontro con las de un grupo de mujeres conocidas que la saludaban energicamente y le hacian señas con la mano indicandole que le habian reservado un asiento.

Rapidamente se acerco y con dos besos en la mejilla las saludo a cada una. -Penelope, que gusto que hayas venido! -Escucho decir.

Todo lo que nunca FuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora