Estábamos Rafe y yo en el coche, intentando llegar lo antes posible al hospital.
—¿Crees que ella estará bien? —le pregunté nerviosa a mi novio. La pierna izquierda me temblaba del miedo y nervios que sentía en aquel momento.
—¿Sarah? Por supuesto, ella es una chica muy fuerte, ya lo sabes —el rubio me intentó calmar. Colocó una mano encima de mi pierna temblorosa—. Cariño, tranquila. Lo digo en serio, ella está bien. Además, no está sola, está con Jhon B y las enfermeras.
No podía casi hablar, así que me dediqué a asentir con la cabeza.
Rafe puso la radio del coche, la canción de End of Beginning sonaba, él sabía que era una de mis favoritas.
Su mano aún seguía en mi pierna y de vez en cuando me daba un pequeño apretón, diciéndome "te quiero" con ese pequeño gesto.
Los minutos pasaron y por fin llegamos al hospital.
—Hola, soy familiar de Sarah Cameron, nos gustaría hacerle una visita— le dijo Rafe a la recepcionista.
—Por supuesto, pónganse estas pegatinas con vuestros nombres y podréis pasar a verla, ella se encuentra en la habitación 204, piso 3.
—Muchas gracias.
Con las pegatinas puestas en el pecho y esperando a que suba el ascensor, los nervios a fueron aumentando, pero ya no era por si ella estaba bien, si no por otra cosa.
—Jamás había visto a un bebé...
—¿A no? ¿Y eso? —quiso saber Rafe—. Pero si siempre hay muchísimas madres con bebés en la calle.
—Ya pero, nunca he visto un bebé desde tan cerca... y menos como va a ser ahora... espero que no me digan de agarrarlo en brazos...
—¿Por que no querrías cogerlo en brazos? Son súper tiernos.
—Y si se me cae y le rompo la cabeza, o peor, lo mato... —se notaba demasiado que en cualquier momento me daria un ataque de ansiedad.
—Cariño, respira —los brazos de Rafe me envolvieron—. Todo va a ir bien, ¿de acuerdo? Veremos a Sarah y a su bebé, y si te sientes preparada, ya lo agarraras en brazos, si no, con solo verlos, ya es suficiente, ¿de acuerdo? No te sientas obligada. —Después de aquello, el chico me fue dejando besos por la cara, hasta llegar a los labios y dejar un beso también.
El ascensor paró, habíamos llegado al piso.
No caminamos mucho porque encontramos enseguida la habitación.
—¿Preparada? —le asentí con la cabeza—. Bien, pues entremos.
Rafe pico a la puerta y poco después recibió un "adelante" por parte de la chica.
Al entrar, lo primero que vimos fue a Sarah tumbada en la cama, tenía rostro de estar cansada, pero aún así sonreía de oreja a oreja.
En el sofá que había al lado de la cama de hospital, estaba Jhon B, pero no estaba solo.
Llevaba al bebé en sus brazos, acunándolo.
—Hola chicos —Sarah nos recibió con una voz medio susurro medio grito de alegría.
—Hola —caminé hacia ella para darle un abrazo— ¿Cómo estás?
—Bien, aunque un poco cansada, llevo aquí desde las tres de la mañana...
—Joder, mereces descansar hermanita —añadió Rafe, acercándose a nosotros dos —Hola Jhon B —mi hermano le saludo con la cabeza, bueno, por lo menos no se estaban matando entre ellos.
Deje que Rafe y Sarah hablasen, yo mientras me acerqué a Jhon B.
—Hola hermanito.
—Hola enana —parecía que en cualquier momento lloraría de la emoción.
—¿Cómo estás?
—Creo que estoy soñando —solté una leve carcajada—Oye, ¿quieres cargar el bebé?
Los nervios aparecieron de nuevo.
Sin embargo, no podía parar de mirar a la criatura que tenía entre los brazos de mi hermano, era precioso.
—Vale...
—De acuerdo —el Moreno se levantó con cuidado y me dejó el sofá para sentarme, para luego colocarme el bebé encima mientras seguía sus instrucciones.
—Lo importante es que le aguantes la cabeza, por lo demás, está bien colocado y cómodo.
POV RAFE:
—Bueno, me alegro de que todo haya ido bien —le respondí a mi hermana.
—Si, yo también... —Sarah miró hacia donde estaba Max y Jhon B y, una grande sonrisa se asomó de nuevo en su rostro—. Míralos...
Me giré un poco para ver a qué se refería y, lo entendí todo.
No podía creerlo.
Max estaba sentada en el pequeño sofá, con el bebé en brazos.
Tenía ganas de llorar de la emoción.
No sabía ni cómo reaccionar...
De repente, algo en mi cabeza hizo un "clic" avisándome de que era la hora, la que más me temía...
No pude evitar acercarme a ella y agacharme al lado de Max, con una sonrisa.
—Lo ves, sabía que lo ibas a hacer bien— le susurré al oído—. Te amo muchísimo mi princesa.
Estuvimos un par de horas ahí, hasta que fue la hora de marcharnos y nos fuimos para casa.
Estaba impaciente por querer decirle algo a Max, pero quería que fuera en privado y tuve que esperar hasta que estuviéramos por fin en el salón de casa, sentados en el sofá.
—Max, hoy me he dado cuenta de algo y... quería compartirlo contigo porque creo que es importante para ambos.
—Claro, dime amor —la morena seguía con la mirada en la televisión.
—He de aclararte de que esto que te voy a decir no es por lo de hoy, si no porque llevaba pensándolo unos meses antes y, creo que ya estamos preparados.
Max por fin quito la mirada de la pantalla y sus ojos se fijaron en los míos.
—¿A que te refieres?...
—Max, quiero crear una familia contigo... —y lo dije asi, sin más—. Llevaba meses pensándolo pero con todas las cosas que nos pasaron sentía que aún no estábamos preparados pero, míranos ahora, llevamos casi 10 años juntos y... quiero crear contigo una familia Max...
La chica se quedó en silencio.
El miedo fue aumentando dentro de mi, hasta que por fin respondió:
—Rafe... ¿y si soy mala madre?
Entonces me di cuenta, ella también tenía miedo. Pero no era miedo de tener una familia conmigo, si no de fallar.
—Cariño, vas a ser la mejor madre del mundo. Hasta a veces parece que seas mi madre por como me cuidas —pose mi mano en su mejilla y, me di cuenta que estaba llorando—. No llores amor, todo va a ir bien, ya lo verás. Vamos a ser los mejores padres del mundo. Hasta nos deberían de dar un premio —gracias a mi comentario pude hacerla reír un poco.
Se quedó un silencio unos segundos, hasta que soltó un suspiro y añadió:
—Claro que quiero tener una familia contigo Rafe... era uno de mis mayores sueños.
—¿Pero?...
—¿Pero cuando tienes planeado hacerlo? —añadió Max, soltando una pequeña carcajada.
—Pues ahora mismo —le seguí el rollo, para después tirarme encima de ella y comenzar a besarla.
