❝𝟐𝟐❞

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Jimin paseaba tranquilamente por uno de los pasillos del palacio, admirando los cuadros y pinturas esparcidos por las paredes. Sonríe al ver distintos paisajes y rostros de antiguos reyes de Invernia y se preguntaría si YoonGi tendría uno.

De repente, Suran apareció, caminando con furia hacia él. Sin previo aviso, lo tomó del brazo y, antes de que Jimin pudiera reaccionar, la omega le propinó una sonora bofetada.

Jimin quedó atónito al principio, llevándose una mano a la mejilla. Respiró hondo, intentando mantener la compostura, y se giró hacia Suran con una expresión serena.

— ¿Ya descargaste tu ira? — preguntó Jimin con voz calmada, a pesar del ardor en su mejilla.

Suran lo miró con furia en sus ojos.

— Estoy harta de ti. ¿Qué es lo que pretendes? Se que tu le dijiste a su majestad lo de mi hijo. — espetó. 

La risa de Jimin se escuchó con eco por las paredes del lugar y mostró una sonrisa socarrona sus ojos brillando con burla.

— Si viniste a desahogarte, ya lo hiciste — respondió con voz suave pero firme, sin moverse ni un centímetro de su lugar. — ¿Qué es lo que quieres, Suran?

La furia de la mujer era palpable. Su respiración seguía acelerada, y su tono de voz más bajo solo aumentaba la tensión en el aire.

— Lo que quiero... — Suran apretó los dientes, los ojos centelleando de rabia. — Es que dejes de meterte en los asuntos que no te conciernen.

Jimin no se dejó llevar por la ira de la beta. Su mirada era tan fija y serena como siempre, y por un momento parecía que estaba analizando cada palabra, cada gesto de Suran.

— ¿Y qué te hace pensar que me estoy metiendo? — replicó él, con calma. — El rey me preguntó y yo respondí, no me metí en nada que no fuera necesario. No necesito hacer nada para causarte problemas, Suran. El caos te sigue allá donde vayas.

Suran soltó un bufido, como si las palabras de Jimin la quemaran más que la bofetada misma. Se acercó un paso más, su voz más baja, casi un susurro lleno de veneno.

— No te atrevas a hablar así de mi hijo. No te atrevas a mencionarme en tus juegos mentales. No soy una tonta, y sé lo que estás tratando de hacer. ¿Quieres que el rey se vuelva contra mí, que me destruya? Lo sé. Lo estás manipulando, como siempre lo has hecho con él.

Jimin, sin cambiar su tono, dio un paso hacia atrás, mostrándose distante, pero con un leve brillo en sus ojos que delataba una tensión creciente.

— No tengo ningún interés en "manipular" al rey. Ni en usar a Beomgyu, ni en que te destruyan. ¿Por qué me involucraría en tus problemas? — le respondió, levantando las cejas como si no entendiera la acusación. — No soy quien se encarga de los asuntos del palacio. Me limito a vivir en mi espacio. Si no te agrada mi presencia, lo que debes hacer es hablar con él, no conmigo.

Suran no pudo contener el enojo. Su respiración era más rápida, y su mirada se llenó de odio. De repente, se dio cuenta de que la conversación ya no estaba bajo su control.

— ¿Crees que me importa lo que pienses? No engañas a nadie. Sé muy bien cómo juegas tus cartas. Y sé que quieres ganarte el favor del rey. — la beta se acercó peligrosamente, casi susurrando al oído de Jimin. — Pero no lo conseguirás. Tú no eres más que un omega al que YoonGi solo tiene por compasión.

Jimin mantuvo la mirada fija en los ojos de la castaña.

— Puede que no tenga poder en este palacio, pero no soy solo un omega. Soy una parte de este reino, y eso significa que mis palabras también tienen valor — replicó, su voz resonando con un tono decidido que sorprendió incluso a Suran. — Si el rey me escucha, no es por compasión, sino porque ve algo en mí que tú no tienes.

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⏰ Última actualización: 14 hours ago ⏰

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𝐄𝐋 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐈𝐌𝐏𝐄𝐑𝐈𝐎 | 𝐘𝐌 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora