Capítulo 4: Vaca rosa con tutú y cuerno de unicornio.

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Isabel me guió haciéndose paso entre la gente. Era increíble ver cómo las personas se apartaban de ella como si una famosa estuviera pasando por una alfombra roja.



Bueno, en realidad era famosa, pero como allí todos eran ricos famosos pues es lo mismo.



Cada vez que la miraba me recordaba más a la diosa griega Artemisa, diosa de la caza, de la luna y de la noche.



Apresuré el paso hasta casi correr para posicionarme a su lado.



—¿Por lo menos me puedes decir a quién vamos a ver? —supliqué.



No hubo respuesta.



—¿De qué lo conoces? —probé suerte.



—Es mi hermano —respondió con firmeza.



Me quedé tan sorprendida que tuve que volver a correr para llegar a ella.



—¿En serio? —pregunté



—No he dicho que tenga una vaca rosa con tutú y cuerno de unicornio de mascota. He dicho que tengo un hermano —contestó sin mirarme.



Me puse roja.



—Yo... no quería decir eso. Solo... no sabía que tenías un hermano.



Otra vez silencio.



Me pregunté cómo sería el hermano de Isabel para que lo describiera con ese terror. Según la mitología griega, el hermano de Artemisa era Apolo, el dios de la luz y del sol. Lo contrario a su hermana.



Qué pena que no fue así. En vez del sol, parecía que su aura quería atraer a todos los demonios.



Mientras caminábamos, de repente Isabel se paró en seco y yo me dí contra ella.



—¿Qué pasa? —pregunté, separándome de ella.



—Hola, hermano —dijo ella sin prestarme la mínima atención. 



Su voz sonaba tan fría y cruel como si cada palabra fuese un cuchillo listo para matar.

El chico salido de tu historiaWhere stories live. Discover now