6.- El CEO del gato

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—¿Pero y si se vuelve drogadicto? —hablo en voz alta cuando miro con detenimiento el catnip frente a él—, no, mejor no

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—¿Pero y si se vuelve drogadicto? —hablo en voz alta cuando miro con detenimiento el catnip frente a él—, no, mejor no.

Decidió no comprarlo, no quería que su pequeño Doro se volviera un adicto al catnip y después no lo pudiera controlar.

Pero por estar mirando los demás productos para gatos no se percató de que iba a chocar.

—¡Ay! Perdón —se disculpó cuando su carrito chocó con el de otra persona. Inevitablemente sonrió cuando vio a la persona con la que chocó.

—No, discúlpame a mí —pidió la otra persona levantando la mirada—, oh, Jimin, discúlpame.

—No se preocupe director Min, yo también tuve culpa —rió nervioso por la mirada profunda de su jefe.

—Dime Yoongi —hablo con una muy pequeña sonrisa—, no estamos en el trabajo, así que no soy tu jefe.

Jimin asintió, se le hacía raro que alguien como su jefe estuviera en el supermercado, pero él no era nadie para juzgar. Miro a los dos hombres de negro que iban detras de su jefe ¿querian disimular que no iban con su jefe? Porque era muy raro ver a dos hombres así de intimidantes escogiendo que toallas sanitarias eran mejores.

—¿También tienes gatos? —preguntó Yoongi mirando la comida para gatos en el carrito de Jimin y sacándolo de sus pensamientos.

—Sí, tengo uno —miro el carrito de Yoongi—, ¿usted también tiene?

—Tengo cuatro gatos y contando —habló con orgullo, pareciéndole tierno a Jimin—, estoy en búsqueda de rescatar uno más.

—¿Rescatar? —¿acaso el magnate se dedicaba a rescatar a gatitos de la calle? Se rió internamente por el pensamiento, no podía ser tan perfecto.

—Así es, me gusta rescatar gatitos de la calle —confirmó las sospechas, Jimin levantó una ceja incrédulo—, los cuatro que tengo fueron rescatados.

—Eso es sorprendente, por un momento pensé que usted adoptaría gatos de raza —un hombre con dinero no adoptaría a un gato "corriente", pero Min Yoongi no parecía ser como el resto.

—Para nada, siempre es mejor rescatar que adoptar —sonrió levemente. Jimin sonrió con una buena impresión de su jefe.

Se veía serio y enojón, pero al parecer era una muy buena persona.

Hubo una pausa incómoda, pero Yoongi, decidió romperla de inmediato.

—¿Sabes qué? Ya que estamos aquí, ¿por qué no hacemos las compras juntos? Podría ser divertido.

Jimin lo miró sorprendido, ¿Por qué su inalcanzable jefe le pediría hacer el súper juntos? Bueno, a lo mejor le gustaba conocer a sus empleados. Estaba dudoso pero al final decidió darle una oportunidad.

—Claro, ¿por qué no?

Comenzaron a recorrer los pasillos juntos, compartiendo anécdotas sobre su día y descubriendo pequeñas cosas sobre el otro. Yoongi estaba fascinado, Jimin en definitiva era el doncel que había estado esperando.

El libro del gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora