JiMin tenia una vida de mierda, y lo decía el mismo, un trabajo horrible con una paga qué solo le alcanzaba para sus gastos mensuales, aunque bueno, fue despedido, vivía en un edificio a punto de ser considerado basura, su vecino de arriba siempre h...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin se reunió con Taehyung en el café que frecuentaban, un lugar tranquilo con luces cálidas y aroma a pan recién horneado. Se sentaron en su mesa habitual, cerca de la ventana, donde podían ver a la gente pasar mientras charlaban. Jimin estaba inquieto, jugueteando con la taza de café entre sus manos.
—¿Y entonces? —preguntó Taehyung, inclinándose un poco hacia adelante, notando la tensión en su amigo—. ¿Qué pasó?
Jimin suspiró, soltando el aire como si quisiera liberar toda la frustración acumulada.
—Es Jiyang, la empleada de Yoongi. Hemos tenido más situaciones incómodas desde la primera vez que la conocí. Hoy se pasó de la raya insinuando que yo no soy suficiente para Yoongi.
—¿En serio? ¿Qué te dijo exactamente? —Taehyung arqueó una ceja, sorprendido.
Jimin explicó los detalles de la conversación, cómo Jiyang había dejado caer sus comentarios con un aire de superioridad y cómo, desde entonces, había sentido que la mujer lo observaba con una mezcla de desdén y coraje cada vez que coincidían en la casa de Yoongi. Taehyung escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando.
—Lo que más me molesta —continuó Jimin— es que no es solo una intuición. Es como si tratara de marcar territorio, de hacerme sentir que no pertenezco a su mundo o al de Yoongi. Ya casi quiere orinarlo, la vieja loca.
Taehyung tomó un sorbo de su café, reflexionando.
—Parece que está celosa. Tal vez... —hizo una pausa, mirando a Jimin con curiosidad—. ¿No crees que podría estar enamorada de Yoongi?
Jimin levantó la vista, sorprendido por la pregunta, aunque en el fondo ya había considerado esa posibilidad.
—Eso es lo que estoy empezando a pensar. Nunca me lo había planteado en serio, pero cuanto más lo pienso, más sentido tiene. Su actitud, sus comentarios... es como si no pudiera soportar verme cerca de él.
Taehyung asintió lentamente.
—Tiene sentido. Si lleva tiempo trabajando para Yoongi, podría haber desarrollado sentimientos. Y ahora que estás en su vida de manera tan cercana, ella se siente amenazada.
—Exactamente —dijo Jimin, soltando el aire en un suspiro de frustración—. Pero no sé cómo manejarlo. No quiero causarle problemas a Yoongi, pero tampoco puedo dejar que esta situación continúe.
—Lo importante es que no pierdas la calma —Taehyung le dio una palmadita en el brazo, mostrando su apoyo—. Tal vez deberías hablar con Yoongi sobre esto, pero de una manera que no lo ponga en una situación incómoda. Si él sabe lo que está pasando, podrá estar más atento a la actitud de Jiyang. Y si te sigue incomodando, quizás sea necesario tomar medidas.
—Tienes razón —Jimin asintió, agradecido por el consejo—. No quiero que esto se convierta en un problema mayor. Pero no puedo evitar pensar en lo que pueda pasar si Jiyang sigue así.
