JiMin tenia una vida de mierda, y lo decía el mismo, un trabajo horrible con una paga qué solo le alcanzaba para sus gastos mensuales, aunque bueno, fue despedido, vivía en un edificio a punto de ser considerado basura, su vecino de arriba siempre h...
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—¡Salta, Jimin, salta! —ordenó entre gemidos Yoongi, observando atentamente como el rubio lo montaba. Usando sus tonificadas piernas, Jimin saltó cuanto pudo—. ¡Voy a llegar! —aviso Yoongi antes de llegar al éxtasis. En consecuencia, Jimin también llegó manchando una vez más el cuerpo de ambos.
—Me estoy volviendo adicto a ti, Jimin —hablo Yoongi mientras abrazaba a Jimin, quien descansaba su cabeza sobre su pecho.
—Yo también —respondió trazando figuras imaginarias en el pecho de Yoongi—. Estoy sorprendido.
—¿Sobre qué? —respondió Yoongi dejando un beso en la coronilla de Jimin.
—La cama no se rompió —declaró con una sonrisa, a lo que Yoongi no evitó reír también—, te juro que pensé que en algún momento de ayer o de hoy se partiría a la mitad.
—Si tú quieres, podemos hacer el amor hasta que se rompa —hablo sugerente Yoongi.
—No, no quiero tener que comprar una cama que ni siquiera es mía y que me dieron en ruinas —Jimin no estaba dispuesto a déjale a su casero una cama nueva cuando le había dado una cama a punto de ser considerada basura—, no, no estoy dispuesto a darle una cama nueva.
—Jimin —comenzó, un poco nervioso pero decidido—, anoche, noté que tu departamento... bueno, no está en las mejores condiciones.
Jimin se ruborizó un poco, sintiendo la incomodidad de la situación.
—Sí, lo sé. No es el lugar más bonito, pero es lo que puedo permitirme por ahora.
Yoongi tomó su mano, mirándolo a los ojos.
—He estado pensando... ¿Qué te parecería mudarte conmigo? Mi apartamento tiene mucho espacio, y podríamos arreglar todo a nuestro gusto. No tienes que vivir en este lugar cuando podrías estar conmigo.
Jimin se quedó en silencio por un momento, procesando lo que Yoongi acababa de decir. Aunque la idea de vivir juntos lo llenaba de alegría, también sentía una punzada de inseguridad.
—Yoongi, eso suena increíble, pero... no quiero que pienses que estoy tratando de aprovecharme de ti —lo que menos quería era parecer un interesado—. Me gusta estar contigo, pero no quiero que lo hagas solo porque sientes que tengo que mejorar mi situación.
Yoongi soltó una carcajada, inesperada pero llena de cariño. Se lo esperaba de alguien como Jimin, pero él ya se lo había propuesto como objetivo, que Jimin se mudara con él.
—Jimin, eso no tiene nada que ver con aprovecharse. Quiero que estés conmigo porque me haces feliz, porque cada día que pasamos juntos es un día que se siente más completo para mí.
