Jimin se despertó temprano en su nueva casa. Se sentía extrañamente tranquilo. Caray, cómo disfrutaba de despertar sin los sonidos de sus molestos vecinos. Sintió un brazo alrededor de su cintura, se giró mirando el semblante dormido de Yoongi.
Sonrió ante lo tierno que se veía, sin embargo, aunque le hubiese gustado quedarse más tiempo para admirarlo, debía prepararse para el trabajo.
Salió de la habitación, dejando a Yoongi durmiendo plácidamente, y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno.
Cuando llegó a la sala, se encontró con Jiyang, quien estaba recogiendo unos cojines que habían caído al suelo. La mujer levantó la vista al escuchar los pasos de Jimin, y su expresión se tensó al ver la ropa de dormir que él llevaba puesta, un pequeño short que dejaba al descubierto sus tonificadas piernas y una playera más grande, que dejaba ver parte de su cuello con algunas marcas que le había hecho Yoongi.
Había algo en los ojos de Jiyang, una mezcla de disgusto y... celos. Jimin lo notó de inmediato, pero intentó mantener la compostura.
—Buenos días, Jiyang —saludó Jimin, intentando ser cortés.
Jiyang no respondió de inmediato. Su mirada recorrió la figura de Jimin de arriba abajo, y su boca se torció en una mueca apenas perceptible.
—Buenos días. No esperaba verte aquí tan temprano... otra vez —finalmente, respondió con un tono seco.
—Bueno, ya no es solo "otra vez". Me he mudado aquí, Jiyang. Vivo con Yoongi ahora —Jimin suspiró internamente, ya sintiendo que la conversación tomaría un giro incómodo.
Las palabras cayeron como una bomba. La expresión de Jiyang cambió de inmediato, sus ojos se entrecerraron y sus labios se apretaron en una línea fina. Había una tensión palpable en el aire, como si todo lo que había estado conteniendo finalmente hubiera explotado dentro de ella.
—¿Te has mudado aquí? —repitió Jiyang con incredulidad, su voz cargada de veneno—. ¿Así, tan rápido?
Jimin se mantuvo firme, aunque en su interior empezaba a sentirse un tanto molesto. —Sí, nos parece lo mejor para nuestra relación.
Jiyang dejó caer los cojines que estaba sosteniendo y se acercó a Jimin, sus ojos destilando furia contenida. —¿Y tú crees que eso es lo mejor para Yoongi? Porque, honestamente, no lo veo.
Jimin sintió que la paciencia se le agotaba, pero intentó mantener la calma. —Mira, Jiyang, entiendo que trabajas aquí desde hace tiempo y que te preocupas por Yoongi, pero nuestra relación es asunto nuestro, no tuyo.
—¿Relación? No seas ridículo, Jimin —Jiyang rió sin humor, un sonido que resonó en la sala como una burla—. ¿Realmente piensas que esto es algo serio? Yoongi es un hombre importante, con responsabilidades enormes, y tú... bueno, tú no eres más que una distracción pasajera.
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El libro del gato
FanfictionJiMin tenia una vida de mierda, y lo decía el mismo, un trabajo horrible con una paga qué solo le alcanzaba para sus gastos mensuales, aunque bueno, fue despedido, vivía en un edificio a punto de ser considerado basura, su vecino de arriba siempre h...