Shen Jiu regresa en el tiempo a cuando era un esclavo en la mansión Qiu después de que termina su segunda vida como un joven maestro mimado de una familia rica en el mundo moderno. El le dice un rotundo NO y elige quedarse fuera de la situación y se...
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NOTA
Si las otras sectas quieren tratarlos como entretenimiento, Shen Jiu los va a exprimir al máximo. Y finalmente comienza la función del Festival de la Cosecha.
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El día de la Fiesta de la Cosecha llegó con una suave lluvia a primera hora de la mañana que se evaporó tan pronto como la brillante luz del sol coronó el horizonte.
Todos en la ciudad se levantaron temprano para ayudar con las festividades, incluso los niños, que se dirigieron a la escuela para prepararse. Esa mañana, la escuela estaba abierta para las visitas del público, y los estudiantes mayores o los miembros del personal darían recorridos para educar a los visitantes sobre las funciones de la institución. Más tarde esa noche, los estudiantes más jóvenes actuarían en el centro de la ciudad después de la Danza de Alabanza del Bailarín de la Luna Cheng Qi.
Hubo un gran revuelo y entusiasmo mientras todos esperaban que la celebración de este año fuera incluso mayor que las anteriores.
La delegación de Cang Qiong llegó en masa temprano esa tarde, habiendo optado por incluir solo discípulos que fueran lo suficientemente avanzados como para hacer el viaje con la espada. El líder de la secta Yang no esperaba que los Señores de la Cumbre que solicitaron unirse a él y sus dos discípulos incluyeran a tantos discípulos. ¡Especialmente su Di-shimei!
"¿Era necesario traer a tantos discípulos?", preguntó su Chen-shidi, entrecerrando los ojos ante los cinco estudiantes que su shimei había traído. Él mismo sólo había traído a su primer discípulo, Lan Qingren.
"Yinhua es famosa por ser una maestra en el arte", dijo Di-shimei con recato. "Esta maestra quiere que sus discípulos aprendan de ella".
"Oh, qué admirable. Y aquí está este shixiong que pensó que Di-shimei todavía estaría sintiéndose dolida por lo deficientes que son sus discípulos en comparación con las Flores Ocultas", dijo el Señor de la Cumbre Qing Jing, con un tono empalagoso. "Mis disculpas por *subestimar* a Di-shimei".
