Shen Jiu regresa en el tiempo a cuando era un esclavo en la mansión Qiu después de que termina su segunda vida como un joven maestro mimado de una familia rica en el mundo moderno. El le dice un rotundo NO y elige quedarse fuera de la situación y se...
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NOTA
//Descubrimos la razón por la que nuestro protagonista y EL protagonista renacieron. Mientras tanto, Shen Jiu y las chicas aprenden a vivir juntas, labrándose un lugar en la vida de cada una.//
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En su primera vida, durante su reinado como uno de los grandes Señores del Pico de Cang Qiong, Shen Qingqiu encontró a una joven en un pueblo devastado por un oso demoníaco deteriorado por el resentimiento. Sus padres ya estaban muertos cuando él llegó allí para despachar al oso y ella no tenía parientes que pudieran acogerla, por lo que la había llevado con él de regreso al pico Qing Jing.
Su nombre era Ning Yingying y era como una hija para él. La había amado y atesorado porque ella era la luz de su mundo oscuro y estrecho.
Desafortunadamente, su flagrante favoritismo hacia ella arrojaba una mala luz sobre él, ya que todos pensaban que era un pervertido que visitaba los burdeles con regularidad.
Nunca se había molestado en disipar las dudas sobre su reputación, ya que no le importaba ni un ápice la opinión de la gente sobre él.
Qué gran error fue ese.
Cuando Shen Jiu fue confinado en la prisión de agua después de su juicio inexistente, Ning Yingying convenció a Luo Binghe para que la dejara visitarlo por última vez. Cuando su esposo finalmente capituló y la dejó visitar a su shizun, ella se echó a llorar al ver su forma torturada.
Shen Jiu le había dicho que mintiera si era necesario, siempre y cuando sobreviviera.
"Tú eres mi legado", le había dicho. "Debes sobrevivir".
Ella lo prometió y lo hizo, llegando incluso a involucrarse en la política del harén incluso cuando él sabía que ella lo odiaba.
Al final, cuando él estaba tambaleándose con el último trozo de su cuerda, ella había irrumpido en la prisión y, llorando, le suplicó que la perdonara. No podía dárselo ya que para entonces no tenía lengua y apenas tenía conciencia cognitiva, rota por el dolor por la muerte de su Qi-Ge.
