La mansión Salvatore se encontraba en silencio, Stella se encontraba observando la chimenea disfrutando de un vaso de Bourbon, la tranquilidad terminó en cuanto la puerta se escucho abrir. Dejo el vaso en la mesa de cristal para levantarse de su asiento, alejándose unos metros del sofa.
Su postura se relajo al ver la figura de Elena Gilbert entrar ha la biblioteca. — Hola. — Sonrió. — ¿En donde esta Stefan? Creí que estaría contigo.
—Lo estaba. — Se acerco. — Solo necesitaba un respiro de todo lo que esta pasando. — Suspiro deteniéndose ha unos centímetros de la Salvatore. — Escuche que su Ex, Katherine estaba en Mystic Falls.
—Veo que ya te contaron sobre ella. — Miró al suelo unos segundos. — Ella es peligrosa, Elena, es una perra egoísta que solo le importa ella misma, sin importarle ha cuantos lastime.
—¿Tu cómo estás? — Miró esos ojos verdes, esos ojos que compartía con su hermano mayor. — Ya sabes, con lo de su llegada.
—Katherine es parte de mi pasado. — La miro. — Es alguien que no tiene importancia en mi vida ahora, por mi Damon y Stefan peden matarla.
Elena se acerco rodeando sus brazos la cintura de Stella, de manera lenta la Salvatore correspondió el abrazo, la humana se alejo con una cálida sonrisa, sonrisa que borro en cuanto Stella la tomo por el cuello levantándola del suelo de madera.
—¿De verdad pensaste que no sabia quien eres? — Su pupila se ilumino por un azul celestial. — No puedes engañarme Katherine. — La vampira fue arrojada bruscamente ha la pared de madera. — Debo admitirlo, hacerte pasar por Elena es algo astuto.
Katherine Corrió hacia la salida con su velocidad sobrenatural deteniéndose al tomar la manilla de la puerta, tomo su mano observando la gran quemadura en ella, suspiro para sonreír ha la menor de los hermano al ver que no tenia escapatoria.
—No caíste como tus hermanos. — Se acerco hablado con un tono de tristeza. — La pequeña Stella, vaya que has crecido. — Mordió su labio inferior observando el cuerpo de la chica frente ella. — Como en 1864, la pequeña Salvatore opacando ha sus hermanos con su belleza. — Sonrio. — Pero la pregunta aquí es, ¿Que eres? No eres un vampiro malo como tus hermanos.
—No hagas pucheros. — Tomo su vado de Bourbon. — No es atractivo en alguien de tu edad. — Tomo el liquido restante devolviéndolo ha la mesa de cristal. — ¿Que haces aquí?
—Stefan me hizo la misma pregunta. — Se acerco. — Y la respuesta fue, Tu, tu y tu. — Stella rio ante lo respondido.
—Por favor Katherine. — Sonrió. — Ambas sabemos que eres una perra egoísta que solo se importa ha si misma. — Se acerco. — No eres capas de sentir amor por alguien que no seas tu. — Elevo su mano ha su dirección arrojándola nuevamente al suelo. — Y en segunda, creo es es bastante obvio que no soy un vampiro.
Katherine corrió nuevamente ha la salida solo que esta vez logro salir de la mansión, Stella miro la puerta para desviar su atención de tras de ella.
—No pensé que volverías ha verla. — Miguel se acerco. — Tu y tus hermanos tienen cierta debilidad por las morenas de bonitos ojos.
Stella Salvatore ha diferencia de sus hermanos, no se convirtió en vampiro al morir, esa noche que los hermanos murieron el Arcángel Miguel llego ha ella en busca de un recipiente para andar por la tierra, con el tiempo comenzaron siendo mas cercanos desde 1864.
—Ella fue mi primer amor. — Recordó. — Lo lamento por sentir nostalgia al verla nuevamente.
Antes de que la charla pudiera continuar, la puerta fue abierta nuevamente revelando ha sus hermanos, el mayor miro ha su alrededor para posar su mirada en ella.
Los hermanos Salvatore observaban ha la distancia como Katherine era arrojada con los demás vampiros del pueblo.
—Ustedes rodéalos por haya. — Hablo Stefan. — Yo los distraigo, Corran. — Damon tomo la mano de su hermana llevándola consigo alejándose de su hermano. — ¡Por aquí! Acá hay otro, vengan ayudenme.
Los pueblerinos corrieron detrás de el dejando ha un guardia a cargo del gran carruaje de metal, Damon lo golpeó dejándolo inconsciente tomando las llaves de su bolsillo abriendo la celda.
Stella giro al ver ha Stefan correr ha su dirección, abrazándolo con fuerza siendo correspondida con la misma intensidad por parte de su hermano.
—Katherine, Katherine. — La nombrada se levantó con poca fuerza, siendo cargada por los varones quienes la dejaron en la fría tierra. — Los tres hermanos comenzaron ha quitar las sogas de sus brazos y piernas. — Te sacaremos de aquí.
—Damon, Stella, rápido. — Pidió. — Rápido.
Un disparo se escuchó en el lugar, segundos después Damon cayó al suelo dando sus últimos suspiros, nuevamente el arma se escuchó, Stefan tomo ha su hermana entre sus brazos observando la gran mancha de sangre en su vestido.
Se levantó tomando el arma en el suelo solo para recibir una bala en su abdomen cayendo al suelo.
Stella miro ha Katherine, la Vampira estiró su mano en su dirección escuchando la respiración de la Salvatore disminuyendo, sintiendo sus párpados pesados, una brillante luz apareció llamando su atención como la de Katherine.
—Si. — Susurro cerrando sus ojos.
Katherine tapo sus ojos ante la gran luz brillante que desapareció en segundos llevándose con ella ha la pequeña Salvatore.
Yo otra vez.
¿Como han estado?
¿Segunda parte?
Cuídense, los amo.