La Concubina del Rey | TWIBRA

🌸 Parte 14 | La verdadera ganadora

Narra Twilight:

Cuando alguien dice "competencia", una pequeña parte de mí todavía espera algo racional, algo que involucre lógica, habilidades mágicas o, al menos, una pizca de sentido común. Pero claro, estaba olvidando que esta era una competencia organizada por el Rey Sombra. Nada de lo que había imaginado se parecía a la locura que se desplegaba ante mis ojos.

Ahí estaba yo, Twilight Sparkle, junto a las otras tres concubinas: Gleaming Jewel, Velvet Whisper, y Radiant Shine, todas vestidas con atuendos que hacían que pareciera que íbamos a una mezcla de un desfile de modas y una obra de teatro histórica. Mi vestido, para variar, era una obra maestra del desconcierto: terciopelo morado con brocados dorados, más largo que un día sin pan, y con más volantes de los que cualquier ser equino debería soportar.

Y entonces, Sombra, siempre con su aire de misterio y dramatismo, se puso de pie en el centro de la sala principal del castillo. Oh, cómo le encantaba ser el centro de atención. El silencio se extendió mientras él levantaba una pata, disfrutando de cada segundo. No podía evitar preguntarme si él realmente se creía la mitad del dramatismo que desplegaba.

—Bienvenidas, mis queridas concubinas —comenzó, con esa voz grave que hacía que todo el mundo le prestara atención, incluso si estaba a punto de decir algo completamente ridículo—. Hoy será un día para recordar.

Las tres concubinas a mi lado estaban más que listas. Velvet se ajustaba el peinado por tercera vez en cinco minutos, mientras Gleaming se aseguraba de que su sonrisa deslumbrante estuviera perfectamente calibrada para captar cualquier rayo de luz posible. Yo, en cambio, intentaba disimular el hecho de que el corsé de mi vestido me estaba matando lentamente. ¿Por qué, por todos los hechizos de Star Swirl, los vestidos de esta época parecían diseñados para torturar a quien los usara?

—Hoy, será un día de pruebas —continuó Sombra, paseando lentamente frente a nosotras, sus ojos verdes brillando con ese destello que hacía que pareciera que disfrutaba de algún chiste interno que nadie más entendía—. Cada una de ustedes será sometida a retos, retos que demostrarán su verdadero valor.

Miré de reojo a Gleaming Jewel, que ya tenía esa sonrisa competitiva que hacía que todo en su vida pareciera un concurso de belleza. Velvet estaba tan relajada como siempre, claramente segura de que su capacidad para manipular emocionalmente cualquier situación le daría la ventaja. Radiant Shine, siempre la más silenciosa, observaba cada detalle, esperando su momento para atacar. Y yo... bueno, yo estaba intentando no tropezar con el dobladillo de mi vestido.

Sombra levantó una pezuña y, con un gesto dramático, chasqueó los cascos. El sonido resonó por la sala, y ante nosotras aparecieron una serie de... obstáculos. No había otra palabra para describirlo. Eran cosas que no tenían sentido juntas: una cuerda floja, un círculo de fuego, una montaña de libros que parecían haberse salido de la biblioteca real, y... ¿era eso un montón de jarras de agua? ¿Qué clase de ridícula gymkhana había organizado este pony?

—La primera prueba es simple —dijo Sombra, con una sonrisa que no auguraba nada bueno—. Quiero ver quién de ustedes tiene la mayor... gracia. Y para eso, deberán cruzar la cuerda floja... cargando una jarra de agua sobre su cabeza.

¿Gracia? ¿Cuerda floja? ¡¿AGUA?!

Mi cerebro intentó procesar lo que acababa de escuchar. Miré la cuerda, que colgaba precariamente entre dos pilares de piedra. Luego miré las jarras de agua, claramente pesadas, y luego miré... mis cascos. Oh, esto iba a ser un desastre.

Velvet Whisper fue la primera en dar un paso al frente, lanzándome una mirada que decía: "Observa y aprende, querida". Tomó una jarra de agua y, con la confianza de una pony que claramente no había tenido que caminar sobre una cuerda floja en su vida, subió a la plataforma. Los nobles observaban en silencio, esperando el desastre... o la victoria.