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☆EN EL CAPÍTULO ANTERIOR:

Ya en el centro, Han se dió cuenta de que nadie tenía cara de preguntar, así que se hizo obvio que nadie los vio. aquel roce de labios significaba algo, o Minho simplemente lo quería hacer sentir nervioso. Era algo tan confuso, pero Han aún tenía planeado hablar con él en la noche.

Durante los ensayos, Han no pudo evitar lanzarle miradas a Minho, quien parecía evitar su mirada deliberadamente

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Durante los ensayos, Han no pudo evitar lanzarle miradas a Minho, quien parecía evitar su mirada deliberadamente.

—Te odio —susurró Han en voz baja, lo suficiente como para que nadie lo escuchara, o eso pensó.

—¿Hannie? ¿Por qué dices eso? —preguntó Felix, quien claramente había escuchado.

—Oh, hola, Lixxie... Mmm, ¿te parece si hablamos después de los ensayos? —respondió Han, algo nervioso. Felix era su mejor amigo, así que confiaba en él para contarle lo que sucedía.

—Está bien, Hannie. Nos vemos luego —respondió Felix con una sonrisa antes de volver a su posición en la coreografía.

Las horas siguieron pasando y la noche comenzaba a caer, lo que significaba una cosa: los ensayos habían terminado. Bang Chan no dudó en reunir a todos en un círculo antes de dejarlos ir.

—Chicos, realmente gracias por su esfuerzo hoy. Lo dieron todo, y quiero que mañana sea igual, ¿de acuerdo? —dijo Bang Chan con una sonrisa que renovaba las fuerzas de los demás.

—¡SÍ! —respondieron todos al unísono, y uno por uno comenzaron a retirarse hacia sus habitaciones.

Antes de que Felix pudiera salir del estudio, Han lo detuvo, tomándolo del brazo.

—¿Ocurre algo? —preguntó Felix, algo sorprendido por la acción repentina de Han.

—No, no pasa nada, Lix. Solo quería saber si podemos hablar en una cafetería cerca de aquí. Me gustaría que nuestra conversación sea privada —dijo Jisung, nervioso.

Felix, aunque no entendía la razón detrás de la petición, no dudó en aceptar.

—Está bien, Hannie. Nos encontramos abajo a las 8:30, ¿te parece? —dijo Felix con una sonrisita.

—Me parece perfecto. Nos vemos luego, Lix.

—Hasta más rato, Hannie.

Con eso, la conversación terminó. Apenas eran las siete de la noche, lo que le daba a Han una hora y media para ducharse y cambiarse. Al llegar a su habitación compartida, vio a Minho sin camisa. La luz de la luna se reflejaba en su piel, haciendo que su cuerpo se viera aún más atractivo. ¡Joder! Para Han, era una tentación enorme, aunque jamás lo admitiría en voz alta.

—¿Disfrutando de la vista? —dijo Minho con una sonrisa burlona, claramente consciente de la presencia de Han.

—No sé de qué hablas —respondió Han, tratando de sonar serio.

Amor en la Gira // HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora