Jungkook despertó temprano esa mañana, con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas y acariciando su rostro. Había dormido profundamente, pero su mente se sentía revuelta. Se levantó con pesadez, estirándose mientras intentaba borrar los recuerdos confusos del día anterior. Sus pasos lo llevaron directamente al baño, donde se duchó con agua fría, esperando que eso despejara su cabeza. Después, se vistió rápidamente con ropa de entrenamiento, listo para dirigirse al gimnasio, un lugar que ayer había decidido evitar.Estaba por salir cuando se detuvo bruscamente en la puerta, mirando su teléfono sobre la mesa. Dudó un segundo antes de tomarlo y abrir su chat con Jimin. Pasó unos minutos mirando la pantalla, como si fuera la primera vez que iba a escribir un mensaje, algo que le resultaba completamente extraño. Jungkook nunca había sido el tipo de persona que dudara en decir lo que pensaba, pero ahora todo parecía distinto.
Escribió un par de palabras: "Hola Jimin, ¿cómo estás?"
Lo leyó. Borró.
"Oye, Jimin, ayer..."
Borró otra vez.
—¿Desde cuándo me cuesta tanto mandar un maldito mensaje? —se maldijo en voz baja, tirando el teléfono sobre el sofá.
Suspiró y se pasó la mano por el cabello mojado, frustrado consigo mismo. Finalmente, decidió escribir algo breve y directo:
"Pasaré por ti a las 7. No me hagas esperar."
Envió el mensaje antes de poder arrepentirse, y sin mirar atrás, salió hacia el gimnasio. Mientras entrenaba, su mente seguía divagando en lo que estaba por suceder esa noche. Una cena con sus padres... y con Jimin. ¿Por qué lo había invitado? Ni siquiera él sabía realmente la respuesta. Solo sabía que, de alguna manera, lo necesitaba allí.
Mientras tanto, con Jimin...
Jimin despertó un poco más tarde que de costumbre. El sol iluminaba la habitación y sus ojos se entrecerraron ligeramente al sentir el calor sobre su piel. Se desperezó, haciendo algunos estiramientos lentos para liberar la tensión de su cuerpo, pero sintiendo el peso de lo que venía.
Para Jimin, el cuerpo humano era algo incómodo. A diferencia de su naturaleza como ser de luz, donde podía moverse libremente, sin las ataduras del espacio físico, aquí en la Tierra debía adaptarse a los límites de la gravedad y el cansancio. Caminar con sus pies firmes sobre el suelo era agotador a veces, algo que todavía no terminaba de aceptar.
Se levantó de la cama con calma, caminando hacia su teléfono, y vio el mensaje de Jungkook en la pantalla. Al leerlo, no pudo evitar soltar un suspiro. La invitación de la noche anterior le había dejado una sensación de inquietud. Sabía que era importante para Jungkook, pero algo en su interior se sentía inquieto, como si estuviera cruzando una línea peligrosa. Su corazón latía cada vez más rápido cuando pensaba en Jungkook, y eso lo desconcertaba. Esa urgencia por protegerlo, por estar cerca de él... era abrumadora.
Escribió una respuesta simple: "Voy a estar listo para esa hora"
Después, se sentó en el suelo, cruzando las piernas y mirando el teléfono como si pudiera obtener alguna respuesta de él. Su mente estaba llena de preguntas. Sabía lo que estaba en juego con Jungkook, pero lo que no entendía era por qué su corazón reaccionaba de esa manera.
Esto no es lo que debería estar pasando... no puedo sentir de esta forma, se repetía una y otra vez.
Levantándose con lentitud, decidió que necesitaba despejar su mente. Caminó descalzo hacia la piscina en el jardín de la casa, algo que hacía a menudo para recordar la serenidad de su mundo, Elysium. Se quitó los zapatos, sentándose al borde y sumergiendo los pies en el agua. El frío del agua le recorrió la piel y suspiró profundamente, tratando de calmar su mente y sus latidos.
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Fallen Light - KOOKMIN
RomanceJimin es un ser de luz, puro y lleno de amor, conocido por su amabilidad y su capacidad para traer paz a las almas perdidas. Durante siglos ha llevado a cabo misiones en diversos planetas, rescatando a aquellos que han perdido el rumbo y ayudándolos...