Fallen Light - KOOKMIN

Capítulo XXV: Él rompe esa barrera que hay en mí.

—¿Vas a ir así a la conferencia? —dijo Jimin en un tono sarcástico, mirando a Jungkook de arriba a abajo—. No es apto para un heredero.

Jungkook soltó una risa irónica al escuchar la palabra "heredero".

—¿Heredero? No me entusiasma en lo más mínimo.

Se levantó y se estiró.

—Puedes usar el baño de abajo, yo voy al de arriba.

—Perfecto —respondió Jimin, viendo cómo Jungkook se iba a duchar. No perdió tiempo y agarró sus cosas para ir a hacer lo mismo.

Diez minutos después, Jungkook ya estaba listo: bañado, cambiado, perfumado. Pero... habían pasado 48 minutos y Jimin seguía sin salir del baño.

—¡¿Qué estás haciendo ahí adentro?! —gritó Jungkook desde el otro lado de la puerta—. Vamos a una reunión, no a un desfile de modas.

—¡Cállate! —gritó Jimin de vuelta—. No sabes nada.

Jungkook bufó, rodando los ojos mientras se sentaba en el sofá, revisando su teléfono. Finalmente, Jimin salió del baño.

—Ya estoy listo.

Jungkook levantó la vista y se quedó inmóvil. Jimin estaba impecable, con su traje perfectamente ajustado.

—Te ves... elegante —dijo Jimin, sonriendo con nervios—. Es raro verte así.

Jungkook desvió la mirada rápidamente, incómodo por cómo Jimin lo hacía sentir.

—Tú te ves mejor —murmuró, sin querer mirarlo de nuevo.

Jimin lo miró confuso sin entender lo que había murmurado.

—¿Cómo?

—Que yo me veo mejor.

El rubió bufó y se sentó a su lado, mirándolo.

— ¿A qué hora iremos?

—Ahora. De hecho, deberíamos haber salido hace diez minutos.

—¿Qué? —Jimin se levantó de un salto—. ¡¿Y qué haces sentado?!

—Relájate —rió Jungkook, poniéndose de pie con calma—. Por si no te has dado cuenta, no estoy tan emocionado por ir como para llegar puntuales.

Se dirigieron al auto y se subieron. Jimin no dejaba de moverse inquieto, mientras Jungkook ajustaba el retrovisor y tocaba los botones del tablero con tranquilidad.

—¡Apúrate! —lo apresuró Jimin—. ¿Qué haces?

—Ya voy, ya voy —respondió Jungkook, sin prisa—. Relajado.

—No estamos a tiempo, ¿cómo puedes estar tan tranquilo?

—Porque no me importa. Relájate, estamos bien —Jungkook finalmente arrancó el auto, mientras Jimin suspiraba frustrado.

—¡No puedo con esto!

Jungkook conducía a un ritmo que apenas parecía una broma. La carretera vacía frente a ellos y el chico manejando como si tuvieran todo el tiempo del mundo.

—¿Puedes ir más rápido? —dijo Jimin con un tono de urgencia—. No estamos paseando por el parque, Jungkook.

—¿Cómo? —preguntó Jungkook fingiendo no haber escuchado bien—. ¿Decías algo?

—¡Que vayas más rápido! —insistió Jimin, señalando la calle—. ¡Nos van a cerrar las puertas en la cara!

—No seas dramático —respondió Jungkook con una sonrisa tranquila—. Llegaremos... cuando lleguemos.