Capítulo 14: Let You Down

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"Se siente como si estuviéramos al límite ahora mismo
Ojalá pudiera decir que estoy orgulloso
Lamento haberte defraudado
decepcionarte
Todas estas voces en mi cabeza se hacen fuertes
Desearía poder excluirlos"
NF - Let You Down


Hook:

El silencio que siguió a la aparición de Uliana era palpable. No era una sorpresa que ella viniera a inyectar más caos en la situación, pero su "momento" siempre era perfecto, como si hubiera estado esperando el instante adecuado para su ataque.

Observé a Bridget, que me miraba con una mezcla de esperanza, miedo y confusión. Algo en mí se removió, aunque en ese momento no comprendía del todo por qué. No debería haberme importado, pero al ver a Bridget paralizada, algo profundo me impulsó, sacándome de la bruma que había nublado mi mente. Un segundo antes, había estado bajo el hechizo de Uliana, pero ahora, al ver la vulnerabilidad en Bridget, esa conexión que sentía con ella me hizo reaccionar.

—¿Qué quieres, Uliana? —volví a preguntar, mi voz cargada de frustración.

Ella se adelantó un paso, disfrutando del caos que había creado. Siempre lo hacía, pero esta vez había algo más... Un matiz de celos en su mirada que no podía pasar desapercibido.

—Oh, nada en particular —respondió, su tono burlón y afilado—. Solo me gusta ver cómo los villanos y heroínas se enredan en sus propios dilemas. Es fascinante lo rápido que todo se desmorona, ¿verdad?.  Aunque debo admitir, ver cómo "ella" te afecta es muy... revelador. ¿O es que ya has decidido que prefieres los corazones de princesas a los de villanas?

Uliana sonrió con desdén, y aunque intentaba mantenerme firme, las palabras me golpearon. Mientras ella hablaba, mis ojos volvieron a Bridget. No podía dejar de mirarla, paralizada, con el temor dibujado en su rostro. Mi corazón se hundió al ver sus ojos, normalmente llenos de esperanza, ahora completamente invadidos por la duda. Era una visión que no podía soportar. Me dolía saber que la había hecho sentir así, que había sido parte de su confusión y sufrimiento. Aunque había algo más: recientemente, el Príncipe Encantador se había vuelto más cercano a ella, siempre atento, como una sombra, llevándole esas rosas azules cuando menos lo esperaba. Pero, ¿Qué podía significar eso para ella? Bridget nunca me lo había mencionado directamente, pero algo en su mirada me decía que tampoco sabía qué pensar sobre él.

—Bridget, no... no es lo que parece —intenté explicarle, pero las palabras se quedaban atrapadas en mi garganta, ahogadas por el peso de lo que no podía contarle.

Ella me observaba con una mirada rota, como si no pudiera decidir si confiar en mí o seguir alejándose, como si mi sola presencia la llenara de un conflicto interno que no podía resolver. El dolor y la incertidumbre en su rostro eran evidentes, y me rompía por dentro ver que la había puesto en esta posición.

—Hook... —murmuró, su voz apenas un susurro, llena de miedo—. ¿Qué está pasando? ¿Por qué ella...? ¿Por qué tú...?

Podía notar su confusión, cómo su respiración se aceleraba, cómo sus manos temblaban ligeramente mientras se aferraba a su vestido. Algo en ella parecía quebrarse más con cada segundo que pasaba sin una respuesta clara. Era como si la confianza que alguna vez tuvo en mí estuviera desmoronándose ante sus propios ojos, y no sabía cómo detenerlo.

—Bridget, por favor... solo tienes que confiar en mí. Te prometo que no voy a dejar que nada te haga daño. —Pero incluso mientras decía esas palabras, sabía que no era suficiente. Sabía que no podía pedirle que me creyera ciegamente, no cuando todo a su alrededor parecía derrumbarse.

—¿Confiar en ti? —repitió, su voz quebrándose por la incredulidad—. ¿Cómo puedo hacerlo cuando no entiendo nada? —Su mirada era dolorosamente intensa, buscando respuestas que no podía darle.

Antes de que pudiera intentar algo más, Uliana soltó una carcajada, rompiendo el tenso silencio, dando un paso más hacia Bridget, disfrutando de cada segundo. —¿Sabes? —continuó, su tono cada vez más amargo—. A veces me pregunto cómo puedes estar tan ciega. El Príncipe Encantador parece estar muy al pendiente de ti. Pero, por alguna razón, sigues preguntando por "él" —dijo, lanzándome una mirada acusadora —. Ay, por favor, ¿esto es lo que de verdad esperabas, Bridget? —dijo, su tono cargado de celos mal disimulados—. Él nunca va a poder elegirte a ti. ¡Tú no eres parte de su mundo!

El corazón me dolía al oír esas palabras, sabiendo que, en algún nivel, ella estaba tocando una verdad dolorosa. No podía negarlo. Pero al mismo tiempo, había algo en mí, algo que se rebelaba ante la idea de dejar que todo terminara así. Miré a Bridget de nuevo, su rostro ahora marcado por una desesperación que me golpeaba como una tormenta. No podía permitir que esa fuera la última imagen que ella tuviera de mí. Pero rápidamente, Uliana cambió su expresión a una sonrisa encantadora, como si sus palabras malintencionadas no hubieran sido pronunciadas.

—Deja que hable con ella —le dije a Uliana con firmeza—. Si quieres jugar, hazlo conmigo, pero no la involucres más en esto.

Uliana soltó una risa amarga, claramente disfrutando la tensión. —¿Y qué vas a hacer, Hook? —preguntó, su voz teñida de celos—. ¿Defender a tu princesita de corazones? ¿O simplemente vas a ver cómo se desvanece lo poco que te queda de lealtad?

Me sentía atrapado, pero no podía permitir que Uliana siguiera sembrando más dudas en Bridget. Aunque no entendía del todo mis propios sentimientos hacia ella, una cosa era clara: no podía verla destrozada de esta manera.

—No tienes que hacer esto —le dije a Uliana, tratando de mantener la calma—. No necesitas añadir más problemas a lo que ya está en juego.

Ella me lanzó una mirada desdeñosa. —Oh, Hook, siempre tan noble, ¿verdad? Pero déjame recordarte algo: "ella" nunca será para ti. —Uliana lanzó una mirada rápida a Bridget, sus celos brillando en cada palabra—. Deberías saberlo ya. Al final del día, siempre elegirán a los héroes, no a nosotros.

Bridget, incómoda y confundida, dio un paso atrás. No entendía completamente lo que Uliana estaba insinuando, pero el veneno en sus palabras era innegable. Yo sentí una oleada de ira mezclada con impotencia. Uliana lo había hecho una vez más, logrando crear una brecha donde no debería haberla.

—Basta, Uliana —dije, mi voz temblando de furia—. Te lo advierto, no la toques.

Uliana levantó las manos en un gesto de falsa sumisión. —Está bien, está bien. Pero recuerda, Hook, todo tiene un precio. Y tu tiempo para decidir se está acabando. ¿Quién sabe? Quizás ella ya ha hecho su elección —agregó con una mirada maliciosa antes de retirarse.

Bridget se volvió hacia mí, sus ojos llenos de temor y confusión. No sabía cómo reconfortarla, cómo decirle que todo iba a estar bien cuando no estaba seguro de nada. Pero no podía dejar que se hundiera en este caos sin luchar por ella.

—Hook... ¿qué... qué hacemos ahora? —preguntó, su voz apenas un susurro, su tono quebrado y lleno de miedo.

Me acerqué a ella, sintiendo el peso de las decisiones que tenía que tomar. El corazón me dolía al verla así, pero algo dentro de mí había cambiado. Ya no estaba bajo el control de Uliana, y ahora, más que nunca, debía protegerla.

—Vamos a hacer lo que sea necesario. —dije, con determinación—. Pero pase lo que pase, te prometo que no voy a dejar que caigas en esto.

La tormenta que se avecinaba era inevitable, pero por primera vez, sentía que tenía algo por lo que valía la pena luchar, algo más allá del caos que siempre había conocido.

I'm A Pirate You're A Princess (Hook × Bridget)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora