Capítulo 2

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«¡Te dije que no debíamos confiar ti!»

¡Pero si no pasó nada!

«No, solamente no sabías donde estaban los carritos y chocaste con ellos.»

Hemos vivido cosas peores

Llegamos al supermercado vivas que es lo importante, sin un rasguño, antes de salir de casa como chica responsable hice una lista de todo lo que me hacía falta.

«En pocas palabras todo»

De hecho, sí, comida y cosas para el departamento. Recorrimos cada pasillo con calma para ver que me llamaba la atención y que necesitaba. Íbamos muy tranquilas, pensando en lo que comeríamos, en los deliciosos postres para satisfacer mi diente dulce. Hasta que vi esa caja de cereal.

«Juliette ni se te ocurra»

¡Se ve que está bueno! Y trae un juguete dentro.

«Juliette no seas infantil»

Lo necesitamos probar, Lily estaría orgullosa.

«Lily tiene ocho años y te diría lo mismo que yo»

Consciencia por esta vez no te haré caso ¡Yo lo quiero!



Intentamos alcanzarlo, pero es estante estaba muy alto para nuestra estatura. Me estiré, y me subí a uno de los estantes para tomarlo.

«Ojalá, ojalá a este mueble no se le ocurra caerse.»

Miré y la caja ya no estaba, vida no me hagas esto.

—Toma, se ve que necesitabas ayuda —dijo alguien a mi lado enseñándome la caja de cereales

—Creo que me las estaba arreglando sola —dije bajándome, al voltear a ver al chico se veía amable, y su sentido de la moda es bastante bueno— Pero gracias. —Él me extendió la caja y la tomé

—No es nada.

—Creo que te he visto antes, ¿nos conocemos?

—No lo creo, soy Nathaniel.

—Bueno Nathaniel, gracias por la ayuda —le agradecí mientras me iba.

—¡Espera! ¿Cómo te llamas? —Me volteé y caminé de reversa con mi carrito.

—Llámame Juliette.

Al terminar de hacer las compras mi mente seguía pensando en ese chico

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Al terminar de hacer las compras mi mente seguía pensando en ese chico. Sé que lo conozco de algún lado, además fue muy amable de su parte ayudarme con la caja de cereales. Sabes consciencia pensé que nos iba ir peor.

«Nos pudo haber ido peor, estabas a nada de tirar los estantes, de no haber sido por ese chico...»

Hubiéramos hecho el ridículo por segunda vez en el día lo sé.

Una Noche en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora