Capítulo 25

1 0 0
                                    

Mentiria al decir que ese beso no se repitió unas veces más en los días que estuvimos en Bélgica, solo de recordar todos y cada uno de los besos que nos dimos me da escalofríos, y no por que hayan sido malos, todo lo contrario, fueron los mejores de mi vida. Nathaniel te besa con una seguridad, pero al mismo tiempo como si fuera la última vez que va a tocar tus labios. Han sido gloriosos los momentos que he tenido con él, y créanme que un beso en una canción electrónica, en medio de un concierto es una experiencia que todo mundo debería de vivir.

Bueno ya debería dejar de hablar del beso

«Los besos cariño, ¡los besos!»

Si, la cosa a la que quería llegar es que todo el tiempo que estuvimos en Bélgica fue maravilloso, me divertí demasiado con las chicas principalmente, maquillándonos y arreglándonos el pelo los días que íbamos al festival. Ya que las tres compartimos habitación no nos despegamos mucho tiempo.

De los chicos no se si diría lo mismo, quizás Nate, Rhett y Caleb si estaban juntos, pero Logan se iba a hablar por teléfono durante horas con su ¿novia? ¿chica con la que está saliendo? La verdad no estoy muy segura si es algo con título, pero el punto es que están juntos y veo a Logan más centrado que nunca. Al parecer la chica de la cafería era lo que necesitaba para que mi mejor amigo estuviera tranquilo.

Regresando a Londres, Layla y yo tuvimos muchas tardes juntas, ya que la banda oficialmente empezaba con las grabaciones de las canciones de su primer álbum, y no puedo estar más orgullosa de los chicos; Layla y yo vamos un par de veces a verlos grabar, pero creo que los distraemos más que lo que ayudamos, así que no solemos ir seguido.

«Una de esas tardes tocó el interrogatorio»

—Entonces... —dijo ella

—¿Qué?

—¿Ya es oficial?

—Aun no me pregunta nada, pero supongo.

—¿Me lo dirías en cuanto se hagan novios?

—¿Por qué no lo haría Lay? Además, creo que tú te enterarías antes que yo, es tu mejor amigo.

—Pero también tu eres mi mejor amiga —comentó tronándose los dedos

—Lay, ¿qué sucede?

—No lo sé, es que en realidad no me había imaginado la situación. Sabía que quería que te quedaras con Nate, pero no lo sé siento raro, mis mejores amigos son pareja ¿sabes lo raro que es eso?

Me encanta ver a los dos felices, te lo juro, que él no había tenido esa sonrisa en mucho tiempo, hasta que llegaste. Y yo también no había tenido una amiga a la que quisiera tanto como a ti, así que de alguna forma me da miedo que me dejen de lado.

—¿Qué? No Layla, ¿cómo puedes decir eso? No porque Nate y yo estemos juntos significa que no pasaremos tiempo contigo o que dejáramos de ser mejores amigas. Nuestra amistad siempre va a estar sobre cualquier chico ¿vale?

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—¡Ya llegamos! —gritó Logan estampando la puerta —. Obviamente me extrañaron, ¿no chicas?


Layla y yo solamente negamos con la cabeza, muriéndonos de risa. Estuvimos un rato más en la casa de los Meyer, quizás un poco menos de tiempo que los demás ya que Nate y yo teníamos otros planes. Geneva nos preparó la cena para los dos, y no podía decir que no a eso. Al llegar me topé con una sorpresa, una botella de vino en el centro de la mesa, junto con unas flores rodeadas de velas.

—¿Y esto? —pregunté

—Quería algo especial, para los dos.

—Me hubieras dicho para arreglarme más, esto está muy bonito, como para la ropa que traigo puesta.

—Traigas lo que traigas, siempre te ves hermosa Jules. Ya te pusiste roja, ¿tan fácil es que te ruborices?

—Todos los cumplidos que vienen de ti me ponen así.

Nos sentamos para comer la cena, estuvimos un rato hablando hasta que no pude evitar preguntarle lo mismo que me preguntó Layla.

—Nate.

—Dime.

—¿Somos novios? No lo digo para apresurarte ni nada por el estilo, es que Layla me pregunto y no supe que responderle.

—Si... a mí también me preguntó lo mismo —respondió nervioso

—¿Enserio?

—Si, tampoco supe que responder, porque ya tuvimos un par de citas y eso, pero no es que fuera algo oficial.

—Si claro —respondí sin pensar

Ay no, que tonta porque dije eso, va a pensar... ay no

Él sonrió mirando la copa que tiene al frente.

—Mmm, por eso la cena de hoy. Quería que fuera algo más íntimo, y darte esto.

Se paró y me entregó una caja con un delicado listón en forma de un moño, la abrí y dentro había un collar de una delicada cadena con el dije de una nota musical.

—Quizás no es la gran cosa, pero...

—Nate es precioso, gracias. No tenías por qué darme nada de verdad.

—Simplemente quería que tuvieras algo que te recordara a esta cena, este día si es que aceptas que lo hagamos oficial hoy.

—¿Me estas pidiendo que sea tu novia?

—Sí, claro no tienes por qué decir ahora tu respuesta si...

Me paré, y me lancé a darle un beso, colgué mis brazos en su cuello, y él respondió colando sus manos en mi espalda baja acercándome más para profundizar el beso, sus labios con sabor al vino tinto que estábamos bebiendo, con la delicadeza que me mata cada vez que nuestras bocas se unen.

—Entonces supongo que esto es un sí

—Lo es definitivamente guapo

Subimos a su habitación, bueno él me subió a su habitación, ya que traía mis piernas enredadas en su cintura mientras aun nos besábamos, abrió la puerta de espaldas con una mano, no podía separarme de sus labios. Giró y nos lanzamos a la cama, quedando yo debajo de él.

—Eres muy hermosa —susurró entre besos

—Gracias, y tú... —me da pequeños besos en el cuello —. Muy guapo

Empiezo a desabotonar los botones de su camisa, y conforme se va abriendo, me permito admirar su cuerpo

—Madre mía —digo—. No pensé que estuvieras tan marcado. —Pasé mi mano por sus abdominales, y el solo responde con una sonrisa—. Podemos hacer todo lo que me quieras hacer hoy.

—¿Segura?

—Segura.

—Muy bien, atente a las consecuencias. No va a ser mi culpa si no puedes caminar mañana temprano.

Y creo que ya no daré más detalles, ya todos nos imaginamos que pasó después

«¡¿Nos vas a dejar con las ganas de los detalles?!»

Sip.

«Microondas»

Una Noche en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora