- Sr. Harris , que le dije sobre llegar tarde a clases! – Exclamó la profesora al ver al muchacho entrar bruscamente.
- Lo siento, Prof. – él estaba de espaldas.
- Ya, siéntate. .- Dijo.
Cuando dirigió su mirada a la clase buscando un asiento disponible, vi su cara. Era Mario.
Lo seguí discretamente con la mirada. Era más lindo en persona. Su cabello era hermoso y sus ojos tan brillantes. Su piel tan blanca y lisa como la nieve. Su perfume se desprendía a medida que caminaba.
Se desplazó hasta donde yo estaba y se sentó a mi lado.
- Muy bien como les decía... - Continuó la Prof.
Me estaba durmiendo. La clase era bastante aburrida, la verdad no tenia interés en esto. Hasta que...
- Hola. Eres nueva? – Preguntó Bautista.
- Si. – Contesté fría.
- Oh. – Calló unos segundos. – y... Como te llamas? – Preguntó.
- ________ Stuart. – Contesté del mismo modo.
- Lindo nombre. – Sonrió.
- Y tu? – Pregunté.
- Soy Jake Harris. – dijo Sonriendo.
- Que bien.
- Am... y de Donde vienes? – Preguntó curioso.
- Londres.
- Wow... - Exclamó. – Hace mucho vivías allí?
- Eres policía o que.. – Dije un poco irritada por tantas preguntas.
- Lo siento. – rió por lo bajo. – Soy muy sociable.
- ya veo. – Contesté Fría.
- Srta. Stuart y Sr. Harris! – Exclamó La Sra Norris. – Están interrumpiendo la clase.
- Sinceramente Sra. No me interesa su clase. – Dije Seria y todos hicieron la típica reacción del "Uh". La maestra abrió grandes sus ojos.
- Disculpe?
- Es sorda? – Dije molesta. Todos me miraron – No me interesa su clase. –
- Es mi culpa... Yo empecé. – Dijo Bautista.
- Los dos afuera! – exclamó la profesora.
Me levante sin decir nada, tomé mis cosas y salí por la puerta. 2 Minutos después Bautista salió y me buscó con la mirada. Yo sólo empecé a caminar
sin rumbo.
- Oye espera... - Dijo Llegando a mi lado.
- Que? – dije sin dejar de caminar.
- A donde vas? – Preguntó.
- Por ahí. – Dije Cortantemente.
- Si quieres podemos ir a la cafetería y conocernos un poco más... - Dijo seductor.
- No tengo mucho que contar. – Seguía caminando sin saber a donde ir.
- Pero... - Tomó mi brazo haciendo que me detuviera. – me gustaría pasar el tiempo contigo. – Me miro fijamente a los ojos.
Me perdí por unos segundos en esos hermosos ojos cafes. Por primera vez sentía algo en mí... Algo muy raro. Él comenzó a acercarse más hasta el punto en que sentía su respiración. Sabía muy bien lo que quería hacer.
- Alto! – Dije sobreponiendo una mano delante de su rostro.
- Oh! – Exclamó avergonzado. – Disculpa yo sólo me dejé llevar... - Dijo con un color rosado en sus mejillas.
- Está bien. Te disculpo.
Me guío hasta la cafetería. Ninguno decía nada hasta llegar a destino.
- Qué quieres tomar...? – Preguntó nervioso.
- Un café estaría bien. – dije tratando de sonreír. Se supone que me tengo que ganar su confianza.
Mi celular sonó indicando que un mensaje de texto había llegado. Me senté en una mesa.
Mensaje:
- encontraste a Bautista?
~Anahi.
Mensaje:
- Si, estoy con él.
~______.
Mensaje:
- Trata de averiguar más sobre su padre y el negocio que tienen.
~Anahi.
Guardé mi celular en el bolso y Bautista llegó a la mesa con dos cafés.
- Aquí tienes. – Dijo entregándome el vaso.
- Gracias.
Un silencio incomodo apareció de por medio.
- hace cuanto que vienes a esta escuela...? – pregunté. Ahora comenzaría interrogar.