Capitulo 26

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-Narrador –

Mario estaba recostado en su cuarto viendo el techo y pensando que sólo faltaban unas horas para que sus padres apagaran las luces y se fueran a dormir, mientras que él se escabulliría por su ventana e iría a dormir con su preciada novia _____.

Pero en el momento justo de que él estaba por irse escuchó una conversación telefónica de su padre. Se pegó bien a la puerta de su habitación para poder oír mejor lo que hablaba.

- Si, ya sé quien es la agente encubierta. Si la he visto una vez pero nunca sospeché que fuera ella. No creo que deba decirlo ahora, esta durmiendo. Sé que debe saberlo pero aún no quiero involucrarlo, por lo menos hasta que eliminé a la perra esa. Acá el que dice las órdenes soy yo. ¿Entendido? No aún no. No podemos ir a su casa ahora, seguro están llenos de custodia... Te llamo después confirmando que es lo que vamos a hacer. Ok, adiós.

Volvió rápidamente a su cama y se tapó fingiendo dormir. Su padre entró y echó un vitazo. Todo tranquilo. El muchacho esperó a que cerrara la puerta y se sentó en su cama pensativo. ¿Quién sería la agente encubierta? Y ¿porqué su padre no quería decirle?

Dejó de lado sus pensamientos y bajó por su ventana para ir hasta la casa de su novia.

–Narra ____ –

Estaba acostada mirando televisión cuando un mensaje de texto había llegado a mi celular.

Mensaje:

- ______ estoy por subir.

~Mario

Dejé el celular en la cama y me dirigí al balcón donde veía como Mario trepaba sin dificultada hasta ahí. Al llegar lo ayudé a entrar y luego sin pensarlo me tomó desprevenida y me besó.

- No veía las horas de verte. – Sonrió.
- Yo también. Te extrañé.

*Mañana siguiente.

Silencié el despertador para que James no lo escuchara. Mario dormía abrazado a mi como si fuera un niño. Sonreí ante tal escena.

- Hey. – Susurré. – Mario ya es hora.
- Sólo 5 min. – Dijo aforrándose a mí.
- No, Mario. – reí por lo bajo. – Se te hará tarde. Tienes que llegar a tu casa.
- ¡No! – Dijo refunfuñando. – No quiero volver a casa, menos si esta mi padre.
- ¿Porque? – Pregunté.
Mario se sentó en la cama, me tomó las manos y luego me miró fijamente.

- Lo que te voy a decir ahora es algo muy serio y no quiero perderte ni que te asustes...
- Ok. – Dije fingiendo confusión. Sabía muy bien lo que iba a decirme.
- Mi padre es un mafioso y quiere involucrarme en el negocio...- Soltó. – Y anoche escuché una llamada de él. Han encontrado una agente y van a asesinarla. Después de que la maten va a incluirme en su negocio. – Hizo una mueca triste. – No quiero. Yo no quiero estar ahí, ya se lo había dicho pero no hay forma de que cambie de opinión.
- No sé que decirte... tu ¿ya sabes quien es ella? – pregunté un poco asustada.
- No, tampoco lo quiero saber, no quiero tener que ver con eso.
- Oh... Bueno supongo que ya vas a encontrar la solución. – sonreí.
- No vas a dejarme ¿o si?
- ¡Como crees eso! – Exclamé. – Nunca te dejaría. – dejé un tierno beso en su mejilla.
- Eso me deja más tranquilo. – Sonrió. – Debo irme. – refunfuño. – te veo luego. – besó mis labios y se marchó.

Esperé hasta verlo abajo y salí corriendo hasta la habitación de Anahi.

- ¡Anahi! – Entré a su habitación. – Ana... - Callé. Ella estaba durmiendo con James. – ¿Qué es lo que sucede aquí? – Pregunté riendo. Los dos se miraron avergonzados. James se tapó la cara con la sábana mientras Anahi se levantaba riendo.
Las dos nos dirigimos a la cocina y le conté lo sucedido.

Amor Encubierto (Mario Bautista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora