- No lo puedo creer... - Dijo sorprendida.
- Yo tampoco no sé como pudieron haberse enterado. – Tomé mi cabeza entre las manos.
- Hablo de que ¿Como hizo Bautista para evadir las cámaras y subir hasta tu balcón?
- ¡Anahi! – protesté. – Eso es lo de menos.
- ¿Que haremos...?
- Debo decírselo a James.
- Sabes que va a matarte si se entera.
- Si, pero estamos en peligro. Y no voy a poner en peligro a lo más cercano que tengo como familia, que son ustedes. – Anahi sonrió.
- Nos iremos de viaje. – Propuso.
- ¿y que sucederá con la misión?
- Volveremos cuando sea la fiesta. Tú nos dijiste que los padres de Mario saldrían y por eso el hacía la fiesta.
- Si pero, yo.. yo... - Tartamudeé.
- Que cosa.
- Tengo miedo. – Susurré.
- ¿Y?
- No me gusta.
- Es normal tener miedo o sentir nerviosismo. – Dijo Anahi reconfortándome.
- Gracias. – Sonreí.
- Supongo que ahora tienes que decirle a tu hermano.
- Si iré ahora...Se lo comuniqué a James. Iba cambiando de expresión a medida que iba relatando la historia. Luego terminó correteandome por toda la casa, hasta que Anahi lo hizo entrar en razón y se tranquilizó.
- Preparen sus cosas. – Dijo James. – Nos iremos un par de días al campo.
Subí a mi habitación y preparé mis cosas. Le dejé un mensaje a Mario diciéndole que me iba al campo por un tío enfermo pero que volvería para su fiesta. Él lo comprendió.
Subimos las maletas y James emprendió camino hacía la ruta.
* 5 Días después.
Mi espalda me dolía ya eran muchas horas de viaje y no había me había estirado en todo el trayecto. Por suerte ya llegábamos a casa.
Entramos. La casa seguía tal y como la habíamos dejado. James fue directo a revisar las cintas de video y se dio con la sorpresa de que 3 veces entraron unos hombres a la casa pero no se llevaron nada. Al parecer venían por mi. James frunció el seño al ver esas cintas.
- No le digas a Bautista que llegaste. Esta noche dormirás conmigo.
- ¿Anahi también duerme con nosotros? – Pregunté riendo recordando aquella vez.
- Que chistosa. – Dijo mirándome serio, pero en su boca había una sonrisa escondida.Esa noche dormí con James y me juré nunca más dormir con él. Fue la noche más incomoda de mi vida. Me había empujado 3 veces casi tirándome de la cama. Atravesó su pierna cerca de mi cara, la cual quité rápidamente. Y la gota que derramó el vaso ¡Roncaba! Yo no tenía idea de cómo Anahi podía dormir con esa bestia. Pude cerrar mis ojos cuando James se levantaba, así que me quede un poco más que ellos dos.
El olor a hot cakes me despertó, entré al baño, me lave la cara, los dientes, me peine un poco y bajé. James miraba tele mientras Anahi cocinaba.
- Lindas ojeras. – Rió Anahi viéndome.
- Es gracias a James.
- ¿Yo? ¿Porque?
- ¡Nunca más dormiré contigo! – protesté. – ¡No sé como puedes aguantarlo!– Me dirigí a Anahi. Ella rió.El día continuó normal. Tipo 15:45 comencé a rogarle a James que me dejara mandarle un mensaje a Mario ya que él tenía mi celular y se negaba cada vez que se lo repetía.
- ¡James! – Volví a suplicar.
- No ____, ya dije que no.
- ¡Por favor!
- No.
- ¿Anda si?
- No.
- ¿Si?
- No.
- ¡Por fa!
- Esta bien! – Dijo cansado. – Toma.Sonreí victoriosa y comencé a teclear el menaje para enviarlo. Le preguntaría si tenía ganas de ir a tomar un helado o un cafe antes de ir a su fiesta. En el momento justo que iba a enviarlo un cartel enorme apareció en la pantalla de mi celular.
"USTED NO POSEE CRÉDITO"
- Mierda. – Maldije.
Subi a mi habitación y me puse a pensar en la fiesta.
- Hoy será el final de todo. De esta misión, de esta mafia y sobre todo de este amor. – Susurré tirada en mi cama.