-Nonono. – Dijo Anahi arrebatándome el teléfono.
- Dámelo!
- NO! Tú Deja de ser extremadamente celoso, así no son las cosas James. – Dijo señalándolo. – Y tú, deja de hacer problema por todo. – Dijo señalándome.
- Como? – Dijimos los dos al unísono
- Estoy Harta de tantas peleas. – Dijo.
- Tienes razón Anahi, Perdona. – Dijo James.
- Creo que sí es verdad. – Dije. – Lo siento.
- ______ vete a la cama, debes descansar. – Dijo calmada. – Tú y yo tenemos que hablar. – Le dijo a James subiendo una ceja.
Deje que ellos dos Hablaran y subí a mi habitación a descansar. Quería relajarme y dormirme rápido realmente estaba confundida. Por que mierda tenía ganas de besar a Mario? Es que jamás había sentido tal cosa por un chico. Menos por mis victimas. Y no es que sea con el primer chico de mi edad con el trato... Ya he pasado miles de veces por misiones como estas y justo en esta me suceden cosas extrañas.
Finalmente me dormí.
* A la mañana siguiente:
Me desperté por los rayos de luz que entraban por el balcón. James había corrido las ventanas y estaba destapándome.
- Hey es temprano para ir a la escuela... - Dije entre dormida.
- Hoy no iras a la escuela ______. – Dijo James hurgando el closet.
- Y entonces por que me despiertas tan temprano. – Dije.
- Toma, Ponte esto y salgamos rápido. – Me tiró la ropa.
- Que es lo que sucede? – Dije levantándome.
- El Sr. Bautista tiene una junta con sus socios. – Dije saliendo.
Me metí rápido en el baño, me lavé los dientes, la cara y me cambié.
En la mochila puse una cámara, una Grabadora, dos armas, balas, y un par de máscaras por las dudas no nos reconocieran.
Salimos callados sin despertar a Anahi, realmente esta cansadísima.
James y yo llegamos lo más rápido que pudimos a la casa y saltamos por las rejas.
- Muy bien ______. – Dijo James. – Busquemos una entrada.
Nos desplazamos Hasta el fondo y encontramos la puerta de la cocina abierta. Entramos lo suficientemente cautelosos para que no nos escucharan y las voces de hombres nos guiaron al lugar. Un salón lleno de hombres mas o menos de la edad del señor Bautista con trajes.
- _______ Cúbreme la espalda mientras grabo la conversación. – Dijo sacando la grabadora de la mochila.
Saqué un arma y la cargué con 6 balas por las dudas. Me quedé vigilando que nadie viniera.
- Mi hijo Mario Bautista Será el sucesor, me temo que por cuestiones de salud no podré seguir en el negocio. – Dijo Carlos.
- Mario Sabe que estará a cargo de este negocio? – Preguntó un hombre desconocido.
- Aún no lo sabe. Pero sabe que trabajo de esto y sabe el peligro que corre. – Dijo Carlos. – En lo más posible trataré de comunicarle.
- Sr Bautista, obtuvimos la información de una agente anda por detrás de su hijo.
- Si, yo también he escuchado eso, pero Ya hablé con Mario de eso y sabe perfectamente lo que tiene que hacer.
- También tuvimos un problema con los del norte... La policía nos encontró, perdimos una gran cantidad de mercancía y 4 De los nuestros quedaron detenidos.
- No los sobornaron?
- No aceptaron una sola moneda.
- No se preocupen los sacaré de la cárcel, pero necesito más mercancía...
James continuó grabando la conversación hasta el final.
- Muy bien señores, es lo único que tenía para comunicarles... Pueden retirarse. – Dijo Carlos levantándose.
- James, Vámonos... Ya terminaron. – Dije tomándolo del brazo.
- Apúrate... ya vienen. – Salimos corriendo.
Salimos por la misma puerta.
- Alto! – Susurró James. Una empleadas casi nos descubre.
Saltamos la reja y salimos corriendo para casa de Anahi.
Cuando llegamos a la casa Anahi estaba en pijama preparando el desayuno.
- Bueno días! – dijo bostezando.
- Ho..Ho...Hola. – Dijo mirándola.
- Deja de babear el piso. – Le pegué en el hombro. Anahi sólo rió
- Donde fueron?