Me desperté por el sonido de mi alarma que indicaba que era hora de ir a la escuela. Rápidamente se vino a la cabeza Mario, si mi hermano lo veía nos mataba a los dos. Me giré para despertar a Mario pero el ya no estaba, en su lugar había una nota.
"________, anoche la pasé de maravilla contigo. Me fui antes de que tu hermano nos descubriera. Te veo luego en el colegio. Te amo. Mario."
Me levanté y fui a la sala, James y Anahi dormían en el sofá, por suerte tenían ropa. Tomé un poco de jugo y volví a cambiarme para ir a la escuela. Les dejé una nota diciendo que me iba.
Mientras caminaba pensaba en lo de anoche... Talvez Mario ya sabe quien soy, porque cuando entré el pareció asustado, como si estuviese buscando o tratando de encontrar algo. Pero de otra forma ya me hubiese matado. Por cuestiones de seguridad metí en mi bolso un arma...
Cuando llegué a mi salón la única que estaba allí era Ashley.
- ¿Que haces sola? –dije riendo.
- Los demás a un no llegaron. – Dijo.
- ¿Como te fue con Mau?
- Bien. – Sonrió. – Creo que pronto me pedirá ser su novia. – dijo emocionada.
- Genial. – sonreí.
- ¿Y tu como vas con Jake? – preguntó
- Bien, somos novios.
- Tan pronto? – dijo sorprendida.
- Si , es algo raro. – reí.
- Cambiando de tema, me puedes prestar los apuntes de literatura?
- Si están en mi mochila sácalos. – dije viendo un mensaje de Mario en mi celular.
- _______... –dijo Ashley.
- ¿Que pasa?
- ¿Porqué tienes un arma en tu bolso?. – dije sorprendida. Mi cuerpo se heló
Corrí rápidamente y lo escondí de vuelta en el fondo de la mochila. Luego tapé la boca de Ashley y le dije.
- No digas nada. – Me miro sorprendida. – veras yo soy una espía y estoy en peligro. Nadie tiene que saber esto. Me escuchaste? – Ella me miró asustado y asintió.
- Por un momento pensé que me ibas a matar. – Dijo aliviada.
- debería hacerlo. – dije seria. – me descubriste, pero no lo haré... a ti no es a quien busco.
- No te preocupes, no le diré nada a nadie.
Ninguna de las dos tocó el tema durante toda la mañana. Y yo por otro lado quería patearme... estaba haciendo todo mal... tal vez debería alejarme por unos días de la escuela.
En el segundo receso tomé mis cosas y salí para casa... No quería correr el riesgo de que alguien más me descubriera.
Salí a la vereda comencé a caminar en dirección a casa.
- ______. – Escuché. Giré y Mario venía corriendo. – ¿Que sucede, porque te vas?
- No me siento bien. – Fingí dolor de cabeza.
- ¿Quieres que te acompañe tu casa? – dijo preocupado.
-No hace falta. – sonreí. – Te veo luego. – lo besé.
Continué mi camino hasta llegar a casa. Cuando entré James y Anahi recién se estaban despertando.
- Buenos días, bellos durmientes. – Dije riendo.
- _______, ¿que pasó? aún es muy temprano para que salgas del colegio – Dijo Anahi despertándose.
- Ven que tengo que contarte algo. – Tomé su mano y la lleve hasta el patio de atrás.
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- ______ ¡dime que no es cierto! – Exclamó Anahi.
- Me estoy volviendo loca. – Dije tomando mi cabeza entre las manos. – Cada cosa que hago, la hago mal y todo es por culpa de Bautista.
- Cálmate... No entres en pánico.- Dijo tranquilizándome.
- Talvez debería abortar la misión. – Agache la cabeza.
- De ninguna manera. – Dije Anahi moviendo la cabeza. – ¿Quieres que el asesino de tus padres quede impune?
- No, pero...
- ¿Pero qué? Ten en cuenta de que todavía tienes 16 años. Toda una vida por delante... y vas a conocer a más hombres. No debes preocuparte por Bautista.
- Ok. – Suspiré. – Pero por esta semana no volveré a la escuela.
- Si, es lo mejor. – Dijo. – ¿Que harás con Mario? – Preguntó.
- Lo veré de vez en cuando. Hasta que llegue el día de la fiesta. – dije seria.
- Chicas... - Dijo James. – Vengan.
Seguimos a James hasta su habitación. En los monitores vimos que dos camionetas negras salían de la Mansión de los Bautista.
- Debemos impedir que entreguen esa mercadería. – Dijo James buscando un par de cosas en su armario.
Volví a mi habitación. Me cambié y metí varias cosas en la mochila.
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Llamada:
- Jefe ya detuvimos el cargamento.
- Muy bien _______. ¿Cuanto era?
- 10 mil Kg de Marihuana.
- Perfecto. Como va la otra misión?
- Todo va según lo planeado.
- Ok, si saben de algo más me llaman.
- Que tenga buenos días. - Colgué.
Me acerqué a James y le dije que ya había informado al jefe.
-¿________? – Sentí una voz detrás mio. – ¿Eres tú?
