Capitulo 28

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Estaba sentada en mi cama pensando una estrategia para esta noche. Finalmente había decidido. Bautista debía morir junto con su padre. Aunque me doliera en lo más profundo debía hacerlo, nunca dejaba un trabajo a medias y esta no sería la excepción.

Mi celular comenzó a sonar, mire la pantalla, decía Mario. Maldije en mi mente. ¿Justo ahora debía llamar?

- Hola. – Atendí.
- Amor, te extrañé. – Contestó del otro lado. Mi corazón se retorcía ante esas palabras.
- Aww bebé, yo te extrañé más.
- ¿Como está tu tío? – preguntó preocupado.
- Está mejor. – Traté de parecer emocionada. – Ya puede caminar.
- Que bueno, ¿sabes que estoy preparando todo para la fiesta?
- ¿Si? No veo las horas de verte.
- Yo igual... Esta noche la pasaremos genial. – Dijo emocionado.
- Por supuesto.
- Te dejo, tengo que seguir con los preparativos.
- Ok, un beso.
- Bye, te amo. – Colgó.

¿Mis oídos habían escuchado bien? Él me había dicho te amo. Suspiré. ¿Acaso podría ser peor?

- ______, ¿ya tienes tus cosas listas? – Preguntó Anahi entrando.
- Si, creo.
- ¿Donde están?
- En... en... No lo sé.
- ¿No preparaste nada cierto? – Dijo Anahi sentándose en mi cama.
- No. – Dije ocultando mi rostro entre mis manos. – No quiero hacerlo.
- Debes hacerlo. – Dijo Anahi seria.
- Pero es que él no es malo... Él es dulce y tierno, es inocente, no tiene nada que ver con lo que esta haciendo su padre.
- Peor pronto lo hará.
- No lo hará, él no quiere saber nada con ese negocioso.
- ______ es tu trabajo debes completarlo.
- Pero no puedo matar a un inocente.
- Él es su cómplice, ¡compréndelo! – Dijo Anahi alterada. - Él sólo finge amarte y quererte, te esta llevando a una trampa.
- Estas equivocada. – Fruncí el seño. – Si me hubiese querido matar lo hubiese hecho hace mucho tiempo. – Anahi negó con la cabeza.
- ¿Sabes que? Has lo que quieras. – Dijo saliendo por la puerta.

¡Desde cuando se puso tan fría y sería!Pateé la silla de mi tocador. Estaba tan confundida y enojada... Una mezcla de sentimientos pasaban por mi. Tomé un arma y unas cuantas balas, las dejé en mi bolso, luego puse algo de ropa, por las dudas. Esta noche acabaría todo y volvería a mi apartamento, con mi vieja ropa, mi vieja habitación y mi vida normal.

Bajé las escaleras y allí estaba James hablando por teléfono. Seguramente era el jefe.

- ¿Ya estas lista? – Preguntó luego de colgar.
- Si, eso creo. – Dije cabizbaja.
- ¿Qué ocurre?
- Nada.
- Ven... - Dijo sentándose en el sofá. Fui lentamente y me senté a su lado. – Sabes que no es costumbre que hablemos o que te de consejos pero... Supongo que ahora necesitas uno.
- Si, creo.
- Sigue a tu corazón, ______. No importa si nos despiden, o no nos pagan. Siempre nos tendremos el uno al otro. – Sonrió.
- Te amo hermano. – Lo abracé.
- Yo también ______. – Acarició mi cabello. – En unas horas nos vamos.
- Ok. – Dejé mis cosas en el auto y volví a la casa.

Estaba pasando los canales rápidamente cuando mi celular sonó.

- Hola.
- ¡______! – Exclamó.
- Ash.. ¿que sucede?
- ¿Vas a la fiesta de Jake?
- ¿Si y tú?
- No lo sé... Pero debo decirte algo.
- De que se trata.
- Es sobre... *tu tu tu. – Colgó.
- ¿Ashley? ¿Estas ahí?

Algo andaba mal, o tal vez sólo se le había acabado el crédito.

- ¡_____! – Gritó James. – Vamos ya es hora. – Suspiré.

Tomé mi teléfono que yacía en la cama y bajé las escaleras.

- ¿Lista? – Dijo James.
- Si.

En menos de 10 minutos llegamos a la casa de Bautista, tomé mi bolso y baje.

Amor Encubierto (Mario Bautista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora