¡Hermoso! . 👶

57 9 9
                                    

Amanecer entre los brazos de Jace no era tan terrible como en algún momento pudo haber imaginado. Aunque su vientre tenía siete meses seguía siendo hermoso y comprensivo.

-¿Cómo amanecen mis chicos?

-Tu hijo no me dejó dormir anoche.

-¡No dormiste!

-No.

-¡Jace pasaste toda la noche roncando!

-No exageres, no fue toda la noche -Alec achico sus ojos-. Esta bien, no quiero levantarme de la cama estoy cansado aunque haya dormido.

-Es normal, estás embarazado -lo beso en la mejilla- Voy por tu desayuno y luego a trabajar.

Alec había encontrado un trabajo de medio tiempo por las tardes, si bien, la finca cubría unos gastos, con el nacimiento de su primogénito tendrían más cuentas y algo que no permitiría era que Jace trabajará. No por machismo, sino que el rubio era perezoso y le gustaba las tareas de la casa.

-Mañana hago el desayuno yo -dijo Jace con una sonrisa.

Tan mal quedó!

-No, creo que tienes habilidad para la cocina, pero quiero que te vayas bien alimentando.

-Ya pagué las últimas cuentas, solo falta la ropa del bebé.

-¿Cuándo terminamos de pagar esa? -Jace estaba ansioso.

-En un par de días, me faltan los pagos finales.

Con una sonrisa terminaron de comer. Al terminar ambos se vistieron.

-¿A dónde van ustedes?, que se ven tan guapos.

-Se acabo el pan y los granos para la cena -Jace se colocó su chaqueta.

-¿Tienes dinero para comprarlo?

-Sí, no te preocupes voy rápido.

Salió de la habitación con rumbo al mercado. Las calles estaban concurridas por ser fin de semana. El rubio caminaba con tranquilidad, ya la etapa de las miradas curiosas y el cuchicheo había pasado. En ese momento era tratado con respeto, esto se debía a tres cosas: la primera, siempre trataba con respeto a todos; la segunda, dejaba buenas propinas; y la tercera estaba embarazado. Su barriga lo hacía lucir tierno y no faltaba quién le regalará una fruta para que se refrescará.

-Señor Lightwood, ¿cómo siente hoy? -saludo el panadero.

-Muy bien, ¿y ustedes?

-Digamos que bien.

-¿Ha sucedido algo?

-No me digas que no se ha enterado sobre los rumores de la guerra...

-¡¡¡Cuál guerra!!!

-El cambio de política en la capital ha despertado la furia en la gente.

-¿Qué tanto nos puede afectar?

-No sabría que decirle, estamos muy lejos y eso es bueno.

-Al final son rumores...

-Todos estamos en lo mismo -el hombre suspiró con pena- ¿Desea lo siempre?

Destinados . 😇😈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora